• Día de radio (día 35)

    RADIO ECUADOR

    De nuevo lunes y hoy toca radio. Comienza otra semana tras este pedazo de weekend cargado de experiencias inolvidables como dormir al lado de un volcán en erupción, bajar por rápidos haciendo rafting y ascender hasta 4810 de altura. Sin olvidar la fiesta del pasado jueves o el baño matutino en el balneario volcánico de Baños. Este fin de semana me deja la sensación de que me ha cundido el tiempo.

    Sin embargo, para no variar, la rutina ha seguido en un segundo plano y hoy en el trabajo teníamos programa de radio. Va a ser así con cada cambio de mes, el próximo capítulo: el viernes 24 de junio.

    Esta tarde se ha emitido por primera vez el programa de la Embajada de España en ecuador «España al habla» dirigido por José Martino, periodista del AECID y por un servidor. El programa se ha emitido en horario de sobremesa (15:30 a 16:30) en la 106.9 FM de Quito. En España se ha podido escuchar a través de la website de la radio (www.multimedios106.com) a las 22:30 de la noche.

    Durante la hora de emisión hemos tratado temas relativos a las actividades culturales auspiciadas por la Embajada de España aquí en Ecuador y sobre materia de cooperación. Además hemos repasado breves noticias culturales de España y han sonado canciones míticas de nuestro país como Volver de Estrella Morente, América de Nino Bravo o Solo pienso en ti de Víctor Manuel.

    Volver a ponerme tras los micros después de 7 años ha sido como un viaje al pasado. En mi adolescencia tuve dos programas de radio con amigos: Crossfader en La Veu del Baix Matarranya, Bajo Aragón (veranos 2002 y 2003) y La Mínima en Radio La Granja, Barrio San José de Zaragoza (periodos lectivos de 2002-2003 y 2003-2004). Eran programas musicales de frecuencia semanal con pequeñas secciones de información deportiva, cinematográfica y tecnológica. Además se emitían en radios muy pequeñas con poco alcance de audiencia. Multimedios 106 es una de las emisoras más importantes de Quito.

    Imagen: preinversion.gob

    DieQuito

  • Primer contacto con el Cotopaxi (día 34)

    ASCENSO

    LADERAS NEVADAS

    REFUGIO

    SUBIDA

    La jornada del Cotopaxi comenzó con una incertidumbre provocada por unas nubes que amenazaban tormenta. Hicimos una ruta de trekking de altura alrededor de la laguna de Limpiopungo, en las faldas del volcán Rumiñahui. Lo sé, pensaréis que aquí son todo volcanes pero es que esta región andina es así. Ya he nombrado en este blog por lo menos una docena. La laguna está a 3890 metros y es un excelente lugar para calentar las piernas y aclimatar, sobre todo porque ayer estuve en la Amazonía haciendo rafting a menos de 1000 metros de altura, lo cual era algo común en mi vida hasta hace escasamente un mes, pero que no es muy adecuado para la aclimatación a la alta montaña.

    Después del paseo por Limpiopungo nos dirigimos al refugio José Ribas, peaje casi obligado para los intrépidos que se lanzan hacía la cima del volcán activo más alto del mundo. Es una casa de piedra con un interior agreste pero acogedor debido a su revestido de madera. Todos los andinistas duermen allí la tarde previa a su ascenso porque dormir en altura es lo que realmente ayuda a ajustar tus pulsaciones, respiración y glóbulos rojos.

    Allí en el refugio me encontré con Santiago Quintero, un ochomilista ecuatoriano que se marcha dentro de dos semanas a Pakistán para hacer cima en los Gasherbrums. Ya tiene 3 en su historial y también es conocido porque se subió 35 cumbres de más de 4000m aquí en Ecuador en 62 días. Proeza.

    Arriba nos empezó a nevar. Es lo más natural; la nieve, prácticamente desde que sales del refugio, ocupa toda la caminata hacía la cima. Tras tomar un piscolabis en esta pequeña cabaña para montañeros, descendimos en medio de una molesta aguanieve que se transformó en lluvia en los últimos metros del descenso. Hoy ha sido mi primer encuentro con este coloso. Pensar que había 1100 metros de montaña por encima de nosotros nos ha hecho reflexionar sobre la dureza de la expedición. Habrá que mentalizarse y seguir aclimatando en varias cumbres antes de atacar a este gigante de las nieves.

    DieQuito

  • Rafting, volcán y spa (día 33)

    RAFTING

    BAÑOS

    VOLCAN

    Los que me habéis estado siguiendo la pista desde que puse mis pies en Sudamérica ya estáis al tanto del volcán Tungurahua y su actual estado de erupción a 100 kms de Quito.

    Sobre el mediodía de ayer puse rumbo hacía aquella región al sur de la capital para disfrutar de varias experiencias inolvidables. En el trayecto pasamos por un poblado indígena de la tribu Salasaka que tienen la característica de vestir con unos largos ponchos de color azabache.

    Llegamos cerca del atardecer y buscamos un hostal barato en Baños, la ciudad que se encuentra a las faldas del volcán. Después de cenar en un restaurante de comidas del mundo (hindú, griega, italiana, tailandesa, ecuatoriana, mejicana etc.) jugamos unos billares en un pub y tomamos unas Coronitas. La marcha que había en ese lugar era muy tentadora. Aprovechando que el viernes era festivo, muchas personas se habían trasladado hasta Baños para disfrutar de unos días de esparcimiento. A pesar de ello sobre las 11 estábamos ya durmiendo con un despertador programado para las 5 de la madrugada.

    Ahora viene lo más espectacular, durante la noche, se oían grandes explosiones y rugidos producidos por la chimenea de magma que se eleva hasta los 5.016 m. El Tungurahua lleva en activo desde 1999 y cada cierto tiempo erupciona causando pánico en los turistas, que no en la población, y extendiendo su venenosa ceniza por las cosechas. Incluso algunas embajadas prohíben terminantemente a sus compatriotas que se acerquen a menos de 50 kms de este gran horno de roca fundida.

    Tras echar cabezaditas entre temblor y bomba, nos dirigimos antes del amanecer a uno de los spas volcánicos de esta pintoresca ciudad, que continúa tranquila pese a las amenazas del coloso. Yo creía que estaríamos nosotros y 4 dementes más pero para alimento de mi asombro, las piscinas de agua termal estaban llenas de gente de todas las edades, ¡incluso niños! En mi cabeza la idea de los jacuzzis y los baños relajantes no concuerda en absoluto con un toque de trompeta antes de que salga el sol.

    Ya disfrutábamos de las aguas a 35 grados justo a los pies de la cascada que veis en la imagen 3, cuando comenzó a lloviznar. Fue un agradable contraste sentir las gotas de agua fresca que caían desde los 6000 metros mientras tenías el cuerpo sumergido en un caluroso caldo humeante. Esta agua volcánica tiene muchas propiedades terapéuticas y contiene trazas de muchos minerales: cadmio, boro, amoniaco, cianuro entre otros. Allí nos dio la bienvenida un nuevo día que iba a ser una oda a la adrenalina.

    En una agencia de deportes de riesgo como el puenting, barranquismo y rafting contratamos un descenso en lancha por el río Pastaza. Bajamos aguas abajo con una furgoneta y nos detuvimos muy próximos al inicio de la selva amazónica. Allí ves como la furia del río desmonta todas tus cábalas previas sobre seguridad y diversión sobre la barca. El guía, llamado Paul, nos dio una clase rápida sobre el manejo del remo y la importancia de la coordinación y, a los pocos minutos, ya navegábamos por las turbias aguas de este río que pertenece a la cuenca del más caudaloso del mundo, el río Amazonas.

    En medio de remolinos y grandes rocas, lo que más nos impresionó a todos eran los choques producidos por rocas del tamaño de nuestra cabeza que, arrastradas por la fuerza de la riada, golpeaban el fondo rocoso del cauce. Te imaginabas nadando ahí mientras eras acribillado por un ejército de guijarros sin orden ni concierto. También se nos pasaba por la cabeza que muchas de esas zonas de jungla que podíamos ver desde la balsa, eran inaccesibles por carretera y solo podían contemplarse tras largas caminatas con sudor y nubes de mosquitos a través de la selva. Por estos motivos y por la ración de adrenalina, el rafting va a ser desde hoy, un deporte que recomendaré a todos mis amigos, aunque sea para hacerlo una vez en la vida.

    DieQuito

  • A ritmo de reggaeton en Colours (día 32)

    COLOURS

    DISCOTECA QUITO

    FIESTA LATINAS

    No iba a salir y me lié…ese sería el resumen de la fiesta de anoche. Hoy en el trabajo estaba tan cansado que mi silla parecía querer convertirse en cama para darme una tregua en la oficina, todo producto de mis desvaríos.

    Dicho sea de paso, ya era hora de ir a una discoteca porque hasta ahora solo había estado en pubs y en bares de cocktails.

    Colours es una discoteca ubicada en un local ratonera con entrada por la Avenida de Orellana. Colorido y con ambiente vaporoso, la disco estaba repleta de gente joven que, aprovechando la fiesta nacional de hoy viernes, salía a tope sin tener que pensar en ir al día siguiente a clase sufriendo la molesta resaca. El resto de los jueves salen igual pero el viernes les duele la cabeza mientras toman apuntes. La Embajada de España no se acoge a las fiestas ecuatorianas, sino a las españolas, así que nosotros si que hemos trabajado.

    La discoteca tiene dos pisos y allí arriba, encima de la puerta de acceso, se erige el dj como el rey del contorneo latino que acontece metros abajo (imagen 1). La imagen dos es una foto tomada a un cartel que domina toda la pared principal de la pista de baile. Con vivos colores y multitud de variantes de la raza humana representa muy bien el cosmopolita ambiente de Colours. La imagen 3 está un poco movida pero transmite bien la esencia de una noche de frenesí en una sala de baile.

    Cuando ya era hora de recogerse hubo una desagradable sorpresa porque aquí en Ecuador no pagas en efectivo las consumiciones sino que, a la entrada, te prestan una tarjeta (que no debes perder porque la sanción son 100 $) y la vas pasando como si fuera una tarjeta de crédito corriente. El problema es a la hora de abonar tu cuenta de cliente al final de la noche.
    Montaos una escena en vuestra cabeza con gente sudando alcohol por todos sus poros como protagonistas, agolpándose para ser atendido en una de las 4 minúsculas cajas ubicadas a la salida. ¡Menudo caos! Una media hora soportando empujones para pagar, porque sin justificante de pago, no sales del club. Ahí sí que se me erizaron los nervios.

    Para darle un toque final aún más cómico, el taxista me devolvió mi cambio con un billete falso de 5$ de polizón, y me acabo de enterar hoy por la mañana. No he decidido todavía que voy a hacer con él. Quizás otro taxista reciba el regalo de su compañero gremial.

    DieQuito

  • La ciudad de los ladrones (día 31)

    LADRONES

    El problema de este país es su inseguridad. Desde que estoy en Sudamérica, y llevo justo un mes. En mi entorno se han producido tres atracos. Cada uno con un modus operandi distinto.

    Primero le robaron la BlackBerry a mi amiga en un autobús repleto de gente. Ella ni se enteró, solo cuando pisó la acera se percató de que le habían rajado el bolso y le habían sustraído el teléfono.

    Después a su prima. Iba en el coche con una amiga cuando pararon en un semáforo en rojo. Los ocupantes del vehículo de detrás vinieron hacia ellas y rompieron el cristal de su coche, se les llevaron dinero, los móviles, el autorradio y las llaves del automóvil (para que no les siguieran).

    Y para acabar el más espectacular, ella es solo una conocida por motivos laborales que dormía en un hotel. Entraron 10 asaltantes con capuchas y escopetas y secuestraron el hotel durante unas horas llevándose portátiles, dinero, joyas, etc. de todos los clientes y objetos del hotel como los televisores.

    Lo cierto es que al leer el periódico los lunes siempre hay noticias sobre muertos con arma blanca, asesinatos en la calle y ese tipo de sucesos macabros que en España ocurren con menos frecuencia. Guayaquil es todavía peor así que en Quito, me puedo considerar afortunado. Y a seguir cruzando los dedos, que a mí todavía no me ha pasado.

    Imagen: elcontracultural

    DieQuito

  • Un mes (día 30)

    UN MES

    El tiempo es solo una ilusión, una convención humana para saber dónde estamos, concertar citas y organizar un poco el futuro. Somos los inventores del reloj: un aparato con una maquinaria compleja al cual ningún otro animal le hace caso. En realidad todo podría ser ahora, un presente continuo en donde sólo hay cambios en el espacio, (esos si que son más evidentes). De cualquier modo, ilusión o no, lo que si que es palpable es que pasa volando cuando todo marcha bien, sobre todo desde que Einstein lo relativizó. Llevo ya un mes viviendo en Sudamérica, 30 días en los que hemos cambiado de estación, directamente del invierno al verano sin pasar por la moderada primavera. Es cierto que los extremos aquí son inexistentes y que lo único que diferencia la época de frío y el estivo es la cantidad de agua que se acumula en los pluviómetros. Lo que no ha variado desde mi llegada es el calor de la gente. ¡Cuánta amabilidad! ¡Cómo te tratan desde el primer momento como si fueras un amigo de toda la vida! En eso los europeos no somos así, somos más recelosos, más altivos y a algunos les supone un gran esfuerzo hacer nuevas amistades. Es una actitud diferente y lo cierto es que la agradezco porque me está ayudando mucho a disfrutar en estos parajes tan alejados de mi país. Imagen: quelapaseslindo DieQuito

  • La Liga de Quito (día 29)

    LIGA DE QUITO

    Uno de los equipos con mayor solera de Ecuador es el Liga de Quito. Solo le hace sombra el Barcelona de Guayaquil, que ha ganado más campeonatos nacionales. Sin embargo, en el panorama internacional la Liga obtuvo la preciada Copa Libertadores, análoga de la Copa de Europa, en 2008 (en la imagen), mientras que su máximo rival no la tiene en sus vitrinas tras haber perdido las dos finales que jugó en los 90.

    La Liga es una verdadera pasión aquí, en Quito, y ya se vivió un dramón hace dos semanas con la eliminación de la Copa Libertadores 2011 por parte del equipo argentino Vélez. Imaginaros la tragedia que debió suponer perder la final del mundialito de clubes en Japón contra el Manchester United en otoño de 2008.

    Su estadio es popularmente llamado la Casa Blanca, como el Bernabeu en España. De hecho, hay varias similitudes entre la Liga de Quito y el Real Madrid. Visten de blanco, su estadio es conocido de idéntica manera, son los equipos de la capital y su principal rival es el Barcelona. La única diferencia es que, en número de títulos, en España si que domina el conjunto capitalino.

    Imagen: futbolizados

    DieQuito

  • Mi oficina (día 28)

    CUADROS EMPRESA

    DECORACION OFICINA

    OFICINA

    PC OFICINA

    No os creáis que no ando tocado después del maratón de montaña de este fin de semana pasado. Pero hoy era lunes y había que ir a la oficina. Para desayunar me he cocinado unos huevos revueltos con jamón de york, cebolla y queso fundido. Mi cuerpo me pedía proteínas a gritos.

    Las fotos que veis arriba retratan mi oficina en la Embajada de España. Ese ordenador de la primera foto es una máquina incansable que no se apaga nunca. Se pasa horas y horas grabando todos los noticiarios de los canales de Ecuador. A veces, de esos informativos, hay que entresacar titulares y reportajes. También lo utilizo para hacer los dossieres de prensa.

    En el otro escritorio está mi teléfono y un ordenador que sólo uso para el correo interno. Para que os hagáis una idea de como se distribuye la habitación tened en cuenta que estas sillas se dan la espalda.

    Las dos últimas imágenes tienen un origen gracioso. Resulta que todos los despachos y dependencias de la Embajada tienen lienzos decorando sus paredes. Me dieron envidia y como mi oficina no tenía así que me los fabriqué yo mismo. En la imagen 3 hay una mezcolanza de estilos: Hopper y su Nighthawks (que inspiró a Ridley Scott en la dirección de Blade Runner), Turner y su Lluvia, vapor y publicidad, Vasarely con Vega-Nor y Kirchner y sus Cinco mujeres en la calle. En otro rincón-pinacoteca es el espacio impresionista: Renoir y La Moulin de la Galette, Monet y Sol Naciente, Sargent y su Fuera del estudio y Caillebote con Los alisadores del parquet. Si tuviera en mi poder los originales de estas grandes obras me sacaría unos cuantos millones de euros con su venta.

    DieQuito

  • Ascensión sin cumbre al Sincholagua (día 27)

    CAMINO RIO

    COTA

    GLACIAR

    A las 5 de la madrugada estaba en el cuartel general del grupo de andinismo Nuevos Horizontes. Cuando ya estuvimos todos los inscritos, montamos en un autobús con destino al Parque Nacional del Cotopaxi para hacer una ascensión al Sincholagua.

    Arribamos pasadas las 7 de la mañana tras 20 kilómetros de camino de cabras y el primer contratiempo fue el estado de la pista, inundada por una especie de arroyo que se había declarado en rebeldía saliéndose de su caudal. El autobusero se negó a pasar y el hecho de parar en ese lugar nos sumaba unos 3 kilómetros de caminata.

    Pronto nos adentramos en el páramo tras cruzar varios ríos a saltos (bendito goretex) y comenzamos una dura ascensión de 14 kilómetros. Al principio por campiñas de arbusto bajo, luego por una arista rocosa y al final por una pared de piedra en la que los cinco sentidos eran esenciales.

    Después de todo el esfuerzo, descubrimos que el glaciar a 4750 metros era una empinada pared en la que los crampones eran tan importantes como volver sanos y salvos. Un resbalón te llevaba al fondo de un circo lleno de rocas. Si nada podía ir a peor comenzó a bajar una espesa niebla y a caer aguanieve, que convirtió la pared de roca en una pista de patinaje. Había que regresar cuanto antes porque, para añadirle más picante al asunto, corríamos el riesgo de que nos atrapara la noche.

    Aunque no hacer cumbre te deja un sabor agridulce, estoy más que conforme con este fin de semana que se salda con dos ascensiones, 42 kilómetros por montaña (15km ayer y 27km hoy) y una buena aclimatación. La Fase 1 del Frontier5000 era primordial para preparar objetivos más importantes como Ilinizas, Cotopaxi y ¿Chimborazo? ¿Quién sabe?

    Al final de la excursión, ya más abajo del páramo, divisamos a varios toros amenazantes a la izquierda. Nos sorprendió ver a astados sueltos por el campo, aunque estábamos en su territorio pues era una zona vallada con alambre de espino, que hay que atravesar para salir de las faldas del Sincho. Con toda seguridad ellos pensarían lo mismo, -Anda, humanos sueltos por la pradera. Pero lo cierto es que no nos prestaron apenas interés y siguieron pastando a sus anchas. Yo, por si acaso, ya había pensado en hacer un Don Tancredo para cuando trotaran hacia nuestra posición. Sin embargo, como ya he dicho, no tenían ni la más mínima intención de echarse unas carreritas. Fue una guinda graciosa a esta genial excursión en la que he conocido a gente muy interesante. Nuevos Horizontes, muchas gracias por la acogida.

    DieQuito

  • Cima en el Ruco Pichincha (día 26)

    CIMA RUCO

    ESCALADA ECUADOR

    NEBLINA

    RUCO PICHINCHA

    Amaneció soleado y sobre las 7 de la mañana me puse mis botas de montaña, llené mi mochila de Gatorades y barritas energéticas y llamé a un taxi para que me acercara al Teleférico de Quito para ir el solitario hasta a cumbre del Ruco Pichincha (4696 metros).

    El Teleférico te abandona a tu suerte a 4000 metros sobre el nivel del mar. Al principio te falta el aire, pero poco a poco te vas acostumbrando. Desde tu posición podías vislumbrar la cima del Ruco (imagen 1) y como eran ya las 8:30 de la mañana no me podía demorar mucho. Al poco de empezar encontré una simpática compañía, Víctor, un ecuatoriano residente en Valencia que estaba en su país de vacaciones. Víctor fue un genial compañero de travesía y un brillante fotógrafo.

    Nada más subir unos metros, una densa niebla impulsada por un fuerte viento nos envolvió y nos privó de las preciosas vistas que, minutos antes, nos permitían divisar las cumbres del Cayambe, el Antisana y el Cotopaxi, todos ellos con casi 6000 metros.

    Continuamos subiendo mientras yo bebía mate de coca, una infusión que minimiza los efectos del mal de altura. Uno de los efectos más sorprendentes fue el amoratamiento de las manos, Víctor me aseguró que era por la falta de oxígeno.

    Conforme íbamos ascendiendo, la vegetación iba disminuyendo, hasta que la montaña parecía un paisaje lunar (imagen 2). Ahí el frío era ya algo patente y los guantes se convirtieron en imprescindibles. A partir de ese punto la cosa se complicaba porque para llegar a la cumbre debías subir una pared casi vertical de rocas a las que te agarrabas como un gato a un jersey de lana (imagen 3).

    Y al fin, la recompensa, hacer cima es una grata sensación, sobre todo porque esta montaña es casi tan grande como la mayor montaña de los Alpes (el Mont Blanc). En la cima, un Cóndor cachorro volaba a nuestro alrededor. Se cumplió pues uno de mis deseos, ver a una de estas aves que están en peligro de extinción.

    Ya en la bajada, practicamos un deporte al que yo acuñé Stoneboard porque se trataba de resbalar controladamente por un barranco pedregoso. Muy divertido. Cuando ya llevábamos casi 15 kilómetros de caminata nos cogió una tormenta, pero llegamos sanos y salvos al Teleférico. Ha comenzado el Frontier5000… mañana Sincholagua 4919 metros.

    DieQuito