• 15 horas en Moscú (día 115)

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    Aterricé ayer sobre las 5 y media de la mañana en el helado aeropuerto de Sheremetyevo, al oeste de Moscú. La capital de Rusia en Invierno no es una ciudad nevada, es una ciudad congelada. Recuerdo perfectamente la sensación de cuando entré en el pasillo de desembarco del avión, momento en el que un frío me recorrió todos los huesos. Mirando a través de los cristales se veían las pistas cubiertas por escarcha en medio de la noche, una escarcha que tenía pinta de llevar semanas posada sobre Moscú.

    Hacía las 7 de la mañana cogí un tren hacia el centro, hacia la mítica Plaza Roja. No fue tan sencillo llegar como esperaba pues en el metro todo está escrito en cirílico… y es bastante lioso encontrar la combinación hasta el Kremlin. A las 8 ya estaba allí esperando el amanecer, que se hizo de rogar durante más de una hora. La rosada teñía todo el suelo adoquinado y al fondo se levantaban iluminadas la Torre del Reloj del Kremlin y la Catedral de San Basilio, esa que tiene forma de pastel de colores. Conseguí una bonita foto del conjunto en plena noche.

    Mi primera visita fue al Kremlin, un gran fuerte amurallado que tiene 4 iglesias en su interior. Todas ellas me parecieron diferentes a lo que había visto antes porque hay ausencia de ornamentos y casi toda la decoración se limita a imágenes de santos policromadas. En alguna de estas parroquias hay restos funerarios de reyes de Rusia. Como nota curiosa decir que en el interior del recinto descansa el cañón con más calibre del mundo (imagen 2), conocido como Tsar Pushka.

    Ya hacia el mediodía entré en la Catedral de san Basilio colando el carné joven como carné de estudiante. Y lo cierto es que me decepcionó porque toda la iglesia en una maraña laberíntica de estancias separadas por tabiques y con los techos muy bajos. Me entró hasta claustrofobia, quizás porque me esperaba un espacio más diáfano y con las 5 cúpulas en lo alto…

    Y como el mausoleo de Lenín estaba cerrado por reformas ¡menuda mala suerte¡ visité uno de los centros comerciales más caros del mundo, el GUM, que además de ser una chulada de galería, tiene tiendas tan exclusivas como Manolo Blahnik, Louis Vuitton, Montblanc, Cartier, los teléfonos Vertu, Hermes o Chaumet. Este centro comercial aparece en una de las escenas de acción de Resident Evil 5.

    Tras esto me dí un paseo hasta el Volga, que era un espectáculo digno de ver con los gruesos bloques de hielo que lo cubren casi por completo. Harto de pasar frío me hice la llamada ruta del metro, ya que hay estaciones muy bonitas que parecen un museo: Komsomolskaya es mi favorita (imagen 3), y también es reseñable Ploshad Revolutsii. Con la rasca que hace en estas épocas es de agradecer que el tren subterráneo fuese uno de los atractivos turísticos.

    Mi última parada fue Arbat Street, una calle con algunos de los edificios más antiguos de Moscú. Esta calle llena de comercios, desemboca en una plaza con una de las 7 hermanas, en concreto la que alberga el ministerio de Asuntos Exteriores de Rusia. Las hermanas son unos rascacielos que se construyeron en plena Guerra Fría, en la década de los 50, por orden de Stalin y me contó una simpática chica oriunda de Osetia del Sur, que en las azoteas de estos siete edificios había armas antiaéreas siempre en guardia por si Estados Unidos lanzaba un hipotético ataque aéreo con bombarderos.

    La tarde ya se está escapando así que antes de irme de Moscú definitivamente me acerqué una vez más a la Plaza Roja. A pesar del cansancio, que estaba haciendo mella en mí, aproveché la oportunidad, quién sabe si volveré otra vez a pisarla.

    Moscú, me ha conquistado en tan solo un día. Ojala pueda volver a ir, pero para visitarla a fondo. Tiene que tener un excelente museo de la carrera espacial, la Ciudad de las estrellas y numerosos enclaves naturales… Solo con los bosques que he visto entre Sheremetyevo y Moscú me hago ya una idea. Quién sabe, quién sabe. Muy recomendable, eso sí, para verano. En invierno es solo apta para locos como yo.

    Por cierto, la gente suele preguntarme por qué hago estas escalas de un día y mi respuesta es muy clara: me encanta viajar y visitar lugares, es adictivo.

    InDieQuito

  • Romano por un día (día 114)

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    La ciudad eterna se ha despertado hoy con un sol de justicia. Roma era la primera parada en mi regreso a India y durante unas horas he callejeado  por esta ciudad milenaria.

    Ya en el bus autobús he conocido a un guía portugués muy simpático que me ha adelantado que Roma es como un museo al aire libre y que cada rincón está cargado de historia. No exageraba.

    Mi primera visita ha sido el Vaticano. La plaza de Bernini te atrapa desde el primer momento y al fondo la Cúpula de San Pedro destaca sobre el conjunto. La basílica tiene unas dimensiones colosales, tanto en anchura como en altura de las naves, y como joya del barroco está decorada hasta el hartazgo. El horror vacui está muy presente en esta maravilla de la arquitectura.

    El Baldaquino, en la intersección entre la nave central y la transversal, es, para resumir en una palabra, sublime y en combinación con la majestuosa cúpula vista desde el interior, alcanzan el estatus de divinidad.

    Tras la visita a este país que se erige en medio de una ciudad, una peculiaridad que lo hace único, al igual que su nulo índice de natalidad (al menos en las cifras oficiales). He cogido uno de los desvencijados trenes subterráneos de Roma para ir a la Fontana de Trevi.

    La Fontana de Trevi está escondida en medio de una maraña de calles y cuando aparece frente a tus ojos te deja atónito. La belleza de las esculturas, la composición y esa sensación de que todo se va a derrumbar encima de ti, como si se tratara de una riada, han conseguido emocionarme. Sin duda, una de las cosas más recomendables que he visitado jamás.

    Y por fin, era el turno para una de las siete maravillas del mundo moderno, el Coliseo. Desde la Fontana de Trevi hay un agradable paseo entre las antiguas ruinas del foro y otros vestigios de aquel vasto imperio que convirtió al Mediterráneo en su spa. Además, había un invitado especial e inesperado, un atardecer en tonos naranjas y púrpura que le han dado un cariz mágico al momento, con el santuario de los gladiadores al fondo de la avenida. Una vez allí, el Coliseo no es que me haya parecido gran cosa, salvo una gran obra de ingeniera que combinó altura, forma de elipse y arcos de medio punto. Era lo más esperado y de nuevo una decepción, ¡qué malas son las expectativas! Lo que saco en claro de esta visita relámpago es que a Roma tengo que volver y en un viaje de al menos 5 días. Ha quedado todavía mucha tela por cortar…

    Por supuesto he comido porciones de pizza y helado italiano, a pesar de que estamos en enero, el clima me ha acompañado. Mañana, sin embargo, me parece que no tendré muchas ganas de comerme otro en la Plaza Roja…

    Rumbo a la capital de Rusia!!!

    InDieQuito

  • India 2.0 (día 113)

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    La historia vuelve a comenzar. A las 11:45 cogeré un avión en el aeropuerto de El Prat (Barcelona) rumbo a la lejana Nueva Delhi. El viaje no va a ser ni mucho menos directo. Sobre la una y media del mediodía llegaré a Roma en donde haré una breve visita al Coliseo, al Vaticano y a la Fontana de Trevi.

    Casi a medianoche tomaré otro avión hacia la capital de Rusia, Moscú. En donde pasaré 15 horas visitando la grandilocuente Plaza Roja, el Kremlin y la Catedral de San Basilio. Finalmente, la madrugada del jueves cogeré el último avión que me llevará definitivamente hasta la India.

    Ojala que en esta segunda aventura en aquel remoto país, pueda seguir manteniendo el interés de todos aquellos lectores que entráis con frecuencia en esta página y que hacéis que el blog tenga un significado muy especial para mí.

    InDieQuito

    Imagen: gps-sonoro

  • A380: el rey de los cielos

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    En 1903, los hermanos Wright completaron el primer vuelo a motor de la historia de la humanidad. Su avión, el Flyer 1, estaba construido con madera, telas y mucho ingenio y pesaba tan solo unas decenas de kilos. Este artilugio completó un vuelo de 260 metros en Carolina del Norte, en la fría mañana del 17 de diciembre de 1903.

    100 años más tarde, la compañía aeronáutica europea Airbus diseñó el avión de pasajeros más grande que jamás había surcado los cielos. El Airbus 380 fue presentado en 2005 en Toulouse y sus más de 500 asientos, sus 260 toneladas de peso y sus 80 metros de envergadura lo convierten en un avión único en el mundo.

    Era un sueño desde hacía mucho tiempo y en mi viaje a España para las vacaciones navideñas se hizo realidad. En concreto, en el trayecto Dubai-Londres y gracias a la compañía Fly Emirates.

    Fue una bonita experiencia volar en un avión que tiene dos pisos. Es tan sumamente pesado que ni siquiera pega el acelerón característico de los despegues. Es más, hasta le cuesta trabajo tomar vuelo a pesar de sus 100.000 caballos de potencia  y lo hace de una forma muy suave, al contrario que los aviones más pequeños como el 737 de Boeing que pronto ponen el morro apuntando al firmamento. Espero poder volver a volar pronto en el gigante de los cielos.

    InDieQuito

    Imagen 1: pasionporvolar

  • El Burj Khalifa

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    Nada más abandonar el aeropuerto internacional de Dubai a bordo del tren elevado ya es posible divisar el enorme edificio de más de 800 metros de altura. El Burj Khalifa es una estructura de acero y cristal que, hasta la fecha, ostenta el récord de altura entre todos los rascacielos del mundo con sus 828 metros.

    Desde sus inmediaciones, los esfuerzos de los turistas por hacerse una foto con todo el edificio son en vano. Para ello hay que alejarse varios centenares de metros. Su altura, o altitud, según cómo se mire, no es muy racional pero sí que es todo un desafío para la física.

    No me quiero ni imaginar los cimientos de semejante mastodonte de cemento. En su construcción se emplearon 330.000 metros cúbicos de concreto. Y es que en este edificio todo está diseñado a lo grande, empezando por su ascensor que, con una velocidad de 10 metros por segundo, es el más rápido del mundo y terminando por toda la superficie acristalada de su fachada, que se acerca a la que suman una veintena de campos de fútbol.

    Una visita obligada en Dubai, aunque yo os recomiendo reservar la entrada con un mes de antelación porque os ahorraréis más de 60 euros en la entrada. Las vistas desde arriba, a pesar de que solo te dejan ascender hasta los 500 metros, son impresionantes. Y si encima tienes la suerte de ver el atardecer…

    InDieQuito

  • Stop & go

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    El viaje no ha terminado. El próximo 29 de enero pondré de nuevo rumbo a Nueva Delhi y en este blog continuaré contándoos las curiosidades de la India, sus destinos turísticos y su cultura.

    Este mes en España es, como reza el título, un stop & go en el que disfrutaré de mi familia y amigos, de las montañas de Aragón, de la comida española y de poder lavarme los dientes sin tener que usar agua mineral para enjuagarme la boca.
    Ya adelanto que después de las dos escalas en el viaje de regreso a España (Dubai y Londres), en el próximo viaje a Delhi habrá otras dos interesantes paradas (Roma y Moscú).

    Sin embargo el blog no va a estar todo el mes parado. Antes de que llegue el final de mes dedicaré dos artículos a los dos monstruos de la ingeniera que fueron protagonistas en mi viaje de regreso: el Airbus 380 y el Burj Khalifa.

    InDieQuito

  • ¡Sorpresa de fin de año!

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    Mi plan se cumplió a la perfección y mi familia no se había enterado absolutamente de nada sobre mi regreso a casa por fin de año. Había estado mensajeándome con mi hermana pequeña desde el aeropuerto de Dubai, desde una cafetería de Londres y desde el tren Zaragoza- Caspe, cada vez más cerca de casa y sin que ella pudiera ser consciente de tal hecho.

    A las 21:30 de la noche, mi tío, cómplice de la sorpresa, timbró en mi casa e instó a bajar a mi padre. Yo estaba escondido en el garaje y cuando me dejé ver, mi padre se quedó más blanco que el papel… Con aparente tranquilidad me dio un abrazo de oso, de esos que parece que te van a dejar paralítico. Estoy seguro de que apretó con tanta fuerza para comprobar que efectivamente estaba allí de cuerpo presente y que no se trataba tan solo una aparición. A continuación tenía que entrar en casa en plena cena; alrededor de la mesa del salón, estaban mis hermanas, mis abuelos y de María José, una mujer a la que quiero como a una madre.

    Piqué  en la puerta y María José fue la que abrió. Estuvo casi dos segundos sin reaccionar, mirándome a los ojos pero sin ninguna expresión en la cara. Acto seguido empezó a gritar como una descosida y entonces mi hermanas se asomaron al pasillo para ver qué es lo que sucedía…mi hermana pequeña empezó a llorar sin que nada lo remediase… Todos nos fundimos en un abrazo que jamás olvidaré.

    Nadie se esperaba tal sorpresa para Nochevieja y fue rematadamente bonito poder regalar tal momento de alegría. Tras casi tres días viajando fue la recompensa perfecta. Previamente, había visitado a mis tías y mi abuela maternas para darles también la sorpresa.

    Mañana os explicaré el porqué de haber regresado antes de tiempo, pero que nadie se alarme porque  las aventuras continuarán en Historias de DieQuito.

    InDieQuito