La bruma no deja ver la cima… más o menos en donde pusimos fin a la expedición
Y aquí nos dimos la vuelta…
Hace exactamente dos años, exactamente a estas horas, mis compañeros de cordada y yo decidíamos dar la media vuelta y no coronar la montaña más alta de Ecuador. El sol se despertaba por el este y, como el astro rey convierte al Taita Chimborazo en una trampa mortal con propensión a los aludes, nos decantamos por la prudencia, que siempre es una buena consejera en la montaña.
6100 metros fue la cota más alta que alcanzamos David y yo, Ale y Paul llegaron hasta la cima Veintimilla (6200m), unos metros más arriba. Nadie holló la cima Whymper aquel día.
A pesar del paso del tiempo, el Chimborazo sigue en mi mente, como un objetivo que espero poder completar algún día. No sé si 2014 será el año en el que me volveré a enfrentar cara a cara a esta montaña, o quizás 2015. Lo que tengo por seguro es que quiero volverlo a intentar, quiero volver a poner todo mi empeño en llegar a esos 6310 metros de puros Andes ecuatorianos.
El tiempo ya me dará, cuando considere oportuno, una segunda oportunidad.
DieQuito
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