

Pasado mañana ya estaré en el aeropuerto dispuesto a enlatarme en un fuselaje y esperar allí sentado a que todo salga bien, pero la semana previa a eso ha sido muy intensa en cuanto a despedidas se refiere.
Ayer fue el turno para Nuevos Horizontes. Esa asociación, que se fundó en plena 2ª Guerra Mundial, me ha acogido en su seno con todas las consecuencias…Gracias a ella he subido mi primer 5000, alcancé la cima del Cotopaxi y he sobrepasado los 6000 metros…
Yo, en cambio, solo he dado mi amistad y unos minutos de entrevista en la Radio Multimedios. Tampoco tenía mucho más que ofrecer…Con este gesto, la asociación ha demostrado la generosidad del pueblo ecuatoriano.
Anoche había reunión en la sede como cada martes, pero la de ayer era especial, porque se trataba de mi homenaje. Allí Cesar y Katy, que ocupan la presidencia de Nuevos Horizontes, me hicieron entrega de unos manuales de alta montaña, de los certificado de cumbre, de un parche con el logo de NN.HH y de el banderín de la agrupación.
Gracias andinistas. Siempre os llevaré en el corazón.
DieQuito
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