Partiendo del refugio de Viadós nos lanzamos a un ritmo vertiginoso con el objetivo de coronar este tresmil mítico del Pirineo. Gracias a una aproximación en la que ascendimos unos 500-600 metros de desnivel a la hora nos plantamos al comienzo de la cresta del Sabre relativamente pronto. Ahí el sendero se convirtió en pared y, aunque tenía muy buenos agarres, lo aéreo de la ruta hace que te suban las pulsaciones.
Coronamos la Punta del Sabre y de ahí pasamos al Gran Bachimala. La cresta era estrecha en algunos tramos y nos topamos con algunos pasos del grado 3, sin embargo nos quedamos sin saber cuál era el conocido como «paso del caballo».
La cima (3177m) muy bonita. Desde allí divisamos el Posets, próximo objetivo para comienzos del agosto.
DieQuito
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