• La familia Idrovo y regreso a España (día 15)

    Bueno… os escribo desde el avión. En unas horas, por la mañana del día 24, llegaremos a Madrid. El viaje de Colombia ha superado las expectativas, sobre todo en el aspecto social, porque hemos estado francamente bien durante casi dos semanas. No había viajado nunca con Ana, Mar y Ramón pero ha ido todo muy fluido.

    En Bogotá nos hemos despertado con unas buenas vistas y hemos ido directos a la clínica para ponernos la tercera vacuna de la antirrábica. Ya solo faltará una dosis más y me la pincharé dentro de 7 días en España. Espero que no haya ningún problema para gestionar esa última dosis y que sea fácil de encontrar también en España.

    Después de un rico desayuno nos hemos montado en un taxi para ir al aeropuerto. El tráfico de Bogotá suele ser bastante denso pero en el día de hoy no ha sido así y hemos podido llegar a la terminal sin mayores inconvenientes.

    Agradecemos una vez más a Marta y Hugo por habernos acogido en su casa en esta última noche en el país. En principio iban a ser dos noches pero no ha sido posible por culpa de la cancelación del vuelo desde Pereira. No obstante, nos alegramos mucho de habernos podido despedir de ellos como la ocasión lo merecía, pasando unas largas horas juntos.

    DieQuito

  • La noche que dormimos en el barrio de Cuba y por fin en Bogotá (día 14)

    El hotel Calypso cumple lo que promete. Por pocos euros puedes dormir cerca del aeropuerto, aunque el barrio por la noche no tenía nada de buena pinta. Por ese motivo no fuimos a dar ningún paseo. Llegamos en taxi anoche y hoy hemos pedido un taxi en recepción para que vengan a recogernos.

    Desde allí nos hemos ido al Centro Comercial Unicentro en el que hemos disfrutado de un desayuno en el Juan Valdez, y luego hemos comido en El Corral. Esta cadena me ha recordado a mis tiempos quiteños, (hace ya más de 12 años de aquello) porque era una hamburguesería que visitaba con frecuencia durante aquel 2011.

    Allí hemos recibido las noticias de nuestros amigos, que tras un accidentado trayecto han llegado finalmente hasta su destino y han podido embarcar en el avión hacia España. Por nuestra cabeza no dejaba de pasar la posibilidad de tener que hacer el mismo periplo si el vuelo volvía a posponerse… y por eso no hemos dejado de mirar al cielo en ningún momento.

    Sin embargo, la niebla no se ha transformado en gotas de agua y hemos podido volar sin problemas. En Bogotá hemos ido directos a casa de la mamá de Alejandra, y juntos nos hemos ido a cenar a un Crepes & Waffles, que también es un establecimiento que solía visitar en Ecuador… ¡Qué buenos recuerdos de aquella época!

    Ahora nos vamos a dormir que mañana tenemos que ir a ponerme la tercera dosis de la vacuna y luego al aeropuerto para volar rumbo a España.

    DieQuito

  • Hacienda El Samán y vuelo cancelado (día 13)

    Como decía anoche, cuando esta mañana nos hemos despertado entre caballos, en una finca enorme como las que aparecen en las películas y con un enorme Samán que fue plantado en 1843 justo delante de nuestra habitación hemos quedado maravillados.

    La única pena es que no ha dejado de chispear y no hemos podido ni probar la piscina. Realmente en la sierra la temperatura es muy moderada, e incluso hace algo de frío por la noche. Hemos pasado el día bajo el porche jugando al código secreto. Es uno de esos días en los que hay que recuperar fuerzas porque dentro de nada ya volvemos a España y es un viaje bastante largo.

    De camino a Pereira hemos parado en un restaurante de carretera que parecía propio de la Polinesia de Port Aventura, en el que hemos pedido una bandeja paisa.

    Al llegar a Pereira, en primer lugar hemos ido a la feria de artesanía, en la que un centenar de puestos se aglutinaban en el bulevar central de una avenida principal. Hemos comprado regalos para la familia y amigos y después hemos ido al aeropuerto para devolver el coche de alquiler.

    Prometiéndonoslas muy felices

    Nos las prometíamos muy felices pero, por desgracia, el tiempo ha sido cancelado por un aguacero que ha anegado por completo el aeropuerto de Pereira. Maike y yo tenemos un día de margen y lo intentaremos mañana, pero Ana, Mar y Ramón se han montado en un Uber rumbo a Bogotá. Un viaje de 8 horas tienen por delante: toda una aventura de final incierto. Os escribo desde el Hotel Calypso, situado en el Barrio de Cuba de Pereira, pero tranquilos, que no vamos a salir a rumbear. Nos quedamos en el hotel cruzando los dedos para que mañana nada impida el vuelo.

    DieQuito

  • El trekking del Valle del Cocora y cena de Filandia (día 12)

    Hemos subido hoy por última vez la carretera que sube al Valle del Cocora pero hoy con las botas de trekking preparadas (o las Terrex, mejor dicho) para hacer una leve caminata de varios kilómetros entre palmas de cera del Quindío, un curioso árbol de varias decenas de metros de altura que se encuentra en peligro de extinción. Es endémico del Parque Natural del Los Nevados.

    El paseo es ameno y merece mucho la pena por las fotografías que pueden tomarse desde lo alto. Desde allí, parte del grupo ha decidido continuar para hacer la ruta larga, pero otros nos hemos regresado a Salento a comer. Yo ya soy oficialmente un ex montañero, pero volveré. Escrito queda.

    Por la tarde hemos ido a Filandia, un pueblito muy colorido en el que el cielo amenazaba tormenta. Ha terminado arreciando pero entonces nos hemos ido a cenar al restaurante José Fernando, que ha sido uno de los restaurantes que más me ha gustado en estas casi dos semanas de viaje. Un precio muy razonable y platos elaborados que combinan la gastronomía colombiana con ciertas innovaciones propias de la nueva cocina.

    Por la noche nos hemos ido a nuestro hotel para hoy. La Finca El Saman nos ha recibido de noche y no ha sido posible hacerse una idea del complejo. Mañana con la luz del día podremos ver mejor el lugar en el que vamos a pasar el día de mañana descansando antes de ir a Pereira para volar de regreso a Bogotá.

    DieQuito

  • Pijao y Cinco Cacao (día 11)

    Nos hemos despertado y hoy hemos podido contemplar que hemos dormido en medio de la piscifactoría, cosa de la que no nos dimos cuenta anoche cuando llegamos en plena noche. Es un hotel glamping pero todavía más auténtico. Su precio es muy asequible y su localización, a las puertas del valle del Cocora, inmejorable.

    El día de hoy en nuestro programa inicial estaba reservado para el trekking del Cocora pero hemos tenido que cambiar de planes por la pauta de vacunación. La ciudad en la que hay dosis es Armenia, que queda de camino a Pijao, un pintoresco pueblo que nos ha gusto mucho más que Salento ya que no está tan masificado ni te topas con tanto turista. En consecuencia, no hay tiendas de souvenirs ni nada similar, sino los establecimientos típicos de la sierra colombiana y alguna tienda de Café. Compramos un café de La floresta muy aromático.

    Después de comer en un mirador, hemos ido en coche hasta la finca Cinco cacao en donde hemos experimentado una de las mejores vivencias del viaje, solo por detrás del cumpleaños de Alejandra y de la boda de Ale y Tony.

    En Cinco Cacao los dueños te agasajan en una suerte de visita privada en la que recorres el huerto y el patio trasero de la villa, en la que puedes probar limones, maracuyás, hierbas con sabor a cebolla, y puedes tocar los granos de cacao. La sabiduría y la amabilidad de estas personas se culmina con una experiencia única cocinando tu propia tableta de chocolate.

    Nuestra casita en el hotel Pie de monte

    Sin duda alguna es una parada obligada para todo aquel que visita el eje cafetero. Ahora hemos ido a nuestro nuevo hotel, Pie de Monte, en donde descansaremos bien porque mañana toca caminar por el Valle del Cocora.

    DieQuito

  • Café con aroma de mujer y cenita en Salento (día 10)

    Tras un viaje plácido rumbo a Pereira, hemos recogido el coche de alquiler que nos va a acompañar en los próximos 4 días y nos hemos plantado en una finca cafetera célebre porque aparece en la serie Café con aroma de mujer. En esta finca nos han enseñado los misterios que envuelve la cosecha de café, los diferentes sabores de los tostados y cómo se distribuyen las plantaciones.

    En otra zona de la finca nos han enseñado el proceso de lavado de café y cómo se seleccionan los granos de primera, de segunda y de tercera, antes de separarlos en sacos para la importación. Solo se importa al extranjero café de primera.

    Hemos terminado tostando cafés con un tostador minúsculo para ver los diferentes colores y sabores según la intensidad del tueste. Una visita muy interesante si eres un apasionado del café que no debes dejar de realizar si visitas el Eje cafetero.

    Tras esta actividad nos hemos montado en el coche y hemos puesto rumbo a Salento, en donde hemos comido una Bandeja paisa muy auténtica en un restaurante de lo más pintoresco. El cansancio no se ha hecho esperar y después hemos ido a nuestro hotel, que en esta ocasión es un peculiar establecimiento mitad hotel mitad piscifactoría ubicado en la entrada del Valle del Cocorá y de nombre: La Truchera. Mañana pondremos rumbo a Pijao y haremos un tour centrado en el chocolate, otro producto fundamental en Colombia.

    DieQuito

  • Guatapé y la finca Manuela de Pablo Escobar (día 9)

    Hoy no hemos podido saborear suculento desayuno en el hotel The Somos Beats, en el que hacen unas tostadas que están para chuparse los dedos, porque hemos tenido que salir bien temprano para llegar a tiempo al autobús. Por suerte, si que nos han dado el yogur con mermelada de frutilla y granola que, al menos, nos ha quitado el hambre de camino a Guatapé.

    Al llegar te topas con 750 escalones que debes ascender para disfrutar de las impresionantes vistas del embalse que rodea el Peñol. Por lo visto y según la explicación de nuestra guía, el peñol es una arista de una enorme roca que está enterrada en la región de Antioquía y que sobresale imponente destacando en medio de los lagos artificiales que le rodean.

    Después de hacernos fotos en la punta hemos ido al pueblo de Guatapé en donde me he topado con dos maellanas: Andrea y Elisa, y es que, de nuevo, el mundo es un pañuelo.

    Para terminar el día de excursión hemos hecho un viaje en barco por uno de los lagos para rodear la finca Manuela, una de las villas de recreo que poseía Pablo Escobar y que ahora sufre los efectos del abandono y la ruina. Cerca esta la finca de James Rodríguez y otras edificaciones dignas de mención.

    Hemos terminado el día de nuevo en el Hospital, porque IATI me ha pedido que haga un informe médico de la mordedura. Después hemos ido a cenar una hamburguesa para terminar de cerrar el día recuperando energía que mañana tenemos un viaje en avión hacia Pereira, para comenzar con la última semana del viaje visitando el Eje cafetero antes de regresar a Bogotá.

    DieQuito

  • Medellín y su Comuna 13 (día 8)

    Nuestro hotel está muy bien ubicado. En concreto, se halla en la zona de El Poblado, que se caracteriza por una gran seguridad, unas calles ordenadas y edificios altos. Sin duda, los turistas prefieren pernoctar en las mejores barrios, dejando de lado otras zonas de la ciudad. No nos engañemos; Medellín es una ciudad muy peligrosa, especialmente en algunas barriadas como el barrio de Pablo Escobar o, antaño, en la Comuna 13.

    En la actualidad, la Comuna 13 se ha volcado con el turismo y con el arte, dejando de lado la delincuencia. Es muy bonita visitarla con un grupo (visitas guiadas) pero también nos han asegurado que es seguro hacer la visita en solitario. Aun así, el hecho de ir con un guía te permitirá conocer a fondo la historia de este barrio en el que han habido motines y grandes batallas con las fuerzas del orden, en ocasiones con fallecidos tras la reyerta.

    Entre sus callejuelas (algunas tan estrechas en las que solo cabe una persona) te sentirás como Murphy persiguiendo sicarios por las calles de Medellín.

    Por lo demás, Medellín tampoco tiene muchas más cosas. En el centro hemos visitado la plaza en la que se aglutinan las obras más famosas de Botero, y hemos dado un paseo por las calles aledañas, pero es una ciudad en la que debes de ir con mil ojos y sin alejarte mucho de los puntos neurálgicos en los que suele haber muchas patrullas de policía.

    Ahora toca descansar bien que mañana tenemos un día muy intenso con una visita a Guatapé y una de las fincas más queridas por El Patrón: la finca Manuela.

    P.D. Hoy en el hotel me han puesto la primera de las cuatro dosis de la vacuna antirrabica. La última de ellas me tocará ponérmela en España.

    DieQuito

  • A Medellín con parada en Santa Marta (día 7)

    Por la mañana nadie nos queríamos marchar del hotel Senda Koguiwa. Las vacaciones también son para descansar, sino corres el riesgo de regresar a tu ciudad y reincorporarte al puesto de trabajo más cansado de lo que te fuiste. Por ese motivo, después de desayunar nos hemos pasado la mañana en la piscina del hotel. Por la tarde teníamos el vuelo a Medellín, así que teníamos tiempo.

    Sin embargo, no hemos podido apurar todo lo que nos gustaría porque teníamos que ir a Santa Marta.

    Cuando hemos llegado a la Secretaría General de Salud me han redirigido de forma automática a la clínica del barrio, en donde nos han exigido que nos pusiéramos mascarilla para acceder. Una vez dentro, nadie llevaba mascarilla (nos han debido de ver cara de turistas a Ramón y a mí) El caso es que allí tampoco tenían vacunas y nos hemos tenido que marchar ya hacia el aeropuerto. La sensación es confusa porque el hecho de que nadie tenga la vacuna disponible puede significar dos cosas: o que hay desabastecimiento puntual por un exceso de demanda, o que nadie las compra porque se les caducan ante la baja incidencia. Internet y una búsqueda en Google nos hacen decantarnos por la segunda opción así que hay que mantenerse tranquilos.

    Nuestro hotel en Medellín, de estilo industrial

    El vuelo a Medellín ha sido muy tranquilo y al llegar desde el aeropuerto de Rio Negro tras pasar el largo túnel, hemos visto la ciudad en medio del valle, entre la oscuridad, brillando como un enorme diamante iluminado. Medellín es una ciudad que tenía ganas de visitar, sobre todo después de todas las series y películas publicadas sobre la figura de Pablo Escobar.

    Ahora toca descansar que mañana visitaremos a fondo esta ciudad tan mítica como propensa a la mala fama.

    DieQuito

  • Parque Tayrona y Senda Koguiwa (día 6)

    Hoy nos hemos despertado bastante temprano pues vamos a hacer un trekking por el Parque Tayrona, una reservar natural en la costa del Caribe en la que habitan animales tan fascinantes como los monos aulladores. Todavía no tengo respuesta por parte del seguro (lo cual es normal por el cambio horario) pero me he montado en una pick up rumbo al parque para tratar de olvidar un poco el asunto.

    El paseo por el Parque Tayrona es muy bonito, suave, y contemplas muchos rincones como playas vírgenes y guaridas en las que viven cangrejos azules. Por desgracia, a los monos aulladores no los hemos visto, aunque sí hemos escuchado sus aullidos.

    La parte negativa de la visita es que hay auténticas riadas de gente. El parque Tayrona en estas fechas parece un centro comercial y, es más, nosotros que estamos aquí también somos parte del problema.

    El trekking termina en una preciosa playa con un promontorio delante en la que se pueden hacer fotos magníficas y comer algunos de los platos típicos de Colombia. Al regresar hemos ido directos a la piscina de nuestro super hotelazo de esta noche, la Senda Koguiwa. En el restaurante hemos disfrutado de una cena estupenda, toda preparada con productos típicos.

    La única lástima es que nuestra estancia en este hotel es de tan solo un día, así que no hemos podido deshacer mucho las maletas. Mañana ponemos rumbo a Medellín aunque haremos una parada en la ciudad de Santa Marta, para acercarnos a la Secretaria General de Salud y preguntar allí por la administración de las vacunas de la rabia.

    DieQuito