• Las coquetas de mi abuela (día 93)

    COQUETAS

    Seguro que muchas de vuestras abuelas aragonesas también hacen coquetas y que ni Ofelia ni Pilar tienen la exclusiva, pero para mí, las mejores coquetas son las suyas. Además, fueron mis maestras en esta noble arte culinaria.

    Allá donde voy y si tienen agua, harina, sal, aceite y azúcar, les preparó este postre. Aquí en Ecuador han encantado y no es de extrañar, gustan a todo el mundo y más si van acompañadas de un café recién hecho y frío tras los cristales. Habré hecho como unas cuatro veces en estos tres meses y ayer fue la «hornada» de despedida.

    Las coquetas bien hechas tienen las siguientes características: textura crujiente, color doradito por el aceite y el azúcar espolvoreado nada más sacarlas de la sartén, porque este se adhiere a la coqueta de forma magnética.

    Pronto podré degustar las que hacen ellas, verdaderas artistas de la cocina. Y las almendras tostadas de Pilar, las bolas de patata de Ofelia, las carnes guisadas de ambas…bufff. Las abuelas son las mejores cocineras. Vuestro nieto os dedica este texto íntegramente a vosotras porque os lo merecéis. Pilar y Ofelia.

    DieQuito

  • El Friday´s TGI de Quicentro (día 74)

    FRIDAY TGI

    RESTAURANTE AMERICANO

    Artículos de remo, monopatines, canoas, sticks de hockey, esquíes, guitarras…todo tipo de coloridos objetos descansan colgados de las paredes de este estupendo establecimiento situado en el edificio del Quicentro: Friday´s T.G.I.

    El Friday´s es el típico restaurante americano de cadena que sirve comida elaborada. Por lo que he visto hay uno al menos en España, en la esquina del Bernabeu, pero no está muy instaurado en nuestro país. Para que los españoles os hagáis una idea aproximada: el local destila un concepto similar al Foster´s Hollywood, Buffalo Grill o Hard Rock Café.

    Echando un vistazo a su carta te puedes encontrar con completas hamburguesas de dos pisos, filetes de ternera con guarnición, brochetas jugosas con salsa picante y sabrosas ensaladas que perdieron su espíritu saludable, pues además de vegetales, tienen como aderezo: bacon, huevo duro, salsa de mostaza, queso mozarella, etc.

    El local es de un tamaño descomunal, tiene dos pisos y dispone de una pantalla gigante en la que retransmiten partidos de la Copa América. Su cocina no me la quiero ni imaginar…

    Las camareras merecen una mención honorífica debido a su atuendo. Una especie de disfraz (imagen 2) con los colores de la franquicia (rojo y blanco), minifalda, medias estrafalarias y todo tipo de chapas variadas en los tirantes. Y qué decir sobre los gorritos, lazos o antenas que llevan en la cabeza. Muy graciosas, aunque atentas y veloces.

    DieQuito

  • Desayuno en el Ocho y medio (día 71)

    BAR CINE QUITO

    Muchos días a media mañana nos acercamos al Ocho y medio, a unos 5 minutos de la Embajada, para desayunar huevos revueltos, un jugo tropical recién exprimido y una taza de té.

    Es una cafetería-bar con terraza siempre soleada, buen café según los entendidos y esmerados bocadillos. Sin embargo, lo que más destaca de este establecimiento es que a la vez son unas salas de cine que proyectan cada tarde cine independiente, europeo y de autor, al estilo de los cines Renoir en España. Uno de sus valores diferenciales es que allí puedes ver películas con tu bebida favorita y no solo limitarte a pedir refresco de cola aguado y palomitas como en el resto de multicines.

    También es un centro de información sobre exposiciones, conciertos y otras actividades que se desarrollan en toda la capital de Ecuador. Una especie de meca de lo alternativo aquí en Quito.

    Fijaos en lo original que es la construcción de la entrada del local. Simula ser un carrete de celuloide y habitualmente está cubierto por carteles sobre eventos y festivales.

    DieQuito

    Imagen: nosotrasquetodavia

  • Día atípico y comida en un mexicano (día 67)

    CHIPOTE CHILLON

    COMIDA MEXICANA

    Hoy ha sido un día atípico en el trabajo: mi jefe y una compañera se iban de vacaciones hasta finales de julio, un compañero se ha despedido de todos pues regresa a España después de 5 años de trabajo en Quito y también hemos celebrado el cumpleaños de una secretaria con tarta de chocolate blanco y fresas, velas y la canción del cumpleaños feliz.

    Ya de regreso a casa iba bien tranquilo sentadito en el autobús (¡qué ganas tengo de conducir ya!) cuando nos hemos topado con un control militar que buscaba armas y explosivos. ¡Qué día más raro de verdad! Tras obligarnos a descender y cachearnos hemos vuelto a subir al bus pero he entrado de los últimos y mi asiento libre formaba ya parte de la historia. Así que he tenido que ir de pie al lado de la puerta pero con medio cuerpo por fuera. Seguro que con la confusión del registro, varias personas nuevas se han unido al convoy.

    Entonces, cuando he llegado al valle, he decidido irme a comer por ahí a un mexicano, para seguir innovando. He escogido el Chipote Chillón porque trabajan varios amigos míos. Me he pedido un plato único de pechuga de pollo con queso de cabra, salsa de tamarindo, bacon, ensalada y arroz. Un día diferente que seguirá en su línea esta tarde con la celebración de la cima del Cotopaxi con el resto de compañeros de la asociación Nuevos Horizontes.

    DieQuito

  • La esencia de Beirut en Quito (día 56)

    BAALBEK RESTAURANTE

    RESTAURANTE HAYEK

     LIBANES

    LIBANO

    Cuando era un niño, quizás con 10 u 11 años, mi madre me llevó a una exposición en la Lonja de Zaragoza que me marcó para siempre. Era una representación fiel del Al-Andalus, ese califato musulmán que gobernó España durante varios siglos. Recuerdo que lo diferente de la exposición fue la reproducción, al pie de la letra, de los distintos espacios en los que vivían los árabes en la península (los árabes ricos evidentemente). Se habían habilitado varios departamentos que parecían el attrezzo de alguna película de Hollywood. Aun tengo en la memoria una especie de salón con cojines bordados con oro y juegos de té, unas termas con el techo perforado por claraboyas con formas de estrella por las que se filtraba una luz solar matinal y un patio interior con una media luna en una clara noche de verano alicantina, naranjos, aroma a azahar y el cántico de los grillos como hilo musical. Desde entonces siempre me ha interesado la cultura islámica y está exposición me ha servido como referencia a la hora de imaginarme muchos de los pasajes de libros como El Ocho, La Bruja de Portobello o 1000 soles espléndidos.

    Quizás por eso…desde que entré en este restaurante enclavado en el centro de Quito y antes de sentarme en la mesa, me empezó a gustar su comida. Roberto Hayek, su dueño, es otras de las tantas personas amabilísimas que viven en este país. Nos recibió con los brazos abiertos y nos entregó una carta para que observáramos los precios. Tras nuestro gesto de conformidad nos acompañó hasta una mesa con mucha luz natural y se sentó con nosotros para proponernos un menú degustación con el que llevarnos una idea general del restaurante.

    Al principio nos sacó abundante pan de pita para rellenar con diferentes condimentos. Lo primero fue un revuelto de berenjena delicioso. A continuación nos trajo un arroz con canela, almendras y pollo que estaba para morirse allí mismo, y feliz. Después vinieron los falafel, buenísimos también. Tras esto el Kapta, una especie de kebab pero de alta calidad que tenía un sabor fuerte aunque no pesado. Y por fin, el Kibbeh Nayeh o Quipe crudo, carne de cordero sin cocinar con aceite de oliva virgen. Se come con cebolla cruda y una hoja de hierbabuena. Así me saqué la espinita que tenía clavada desde que en octubre, en un libanés de Londres, me dijeran que por legislaciones demasiado rigurosas, estaba prohibido servir Quippe crudo.

    Esto es un pequeño homenaje al restaurante y a su dueño, ecuatoriano de padres libaneses, que mima a sus clientes como si fueran amigos de toda la vida.

    DieQuito

  • Chocolate addiction (día 52)

    CHOCOLATE A LA TAZA

    PASTELES CHOCOLATE

    MUFFINS CASEROS

    Desde que soy veinteañero suelo controlarme con la comida. Me encanta el pescado y acostumbro a cenar fruta. Pero siempre, en todas mis «dietas», por llamarlas de alguna forma, se ha colado el chocolate: en tableta, bombones, chocolatinas, con churros…

    Creo que he desarrollado una pequeña adición a este alimento de origen amazónico. Cuando llevo varios días sin tomarlo me entra una ansiedad y un nerviosismo que se me pasa cuando consigo chocolate. Que no os resulte extraño; es un estimulante reconocido y liberas endorfinas cuando lo saboreas.

    Ayer estaba feliz. Por la tarde unos amigos y yo preparamos unos volcanes de chocolate con cacao fundido, mantequilla, azúcar, harina…etc. Nos salieron una especie de muffins de chocolate con el centro líquido.

    ¡Adoro el chocolate! Estaba delicioso nuestro postre, hecho además con cacao ecuatoriano, máxima calidad. En agosto tengo ya contratado un viaje a Bélgica, un país con uno de los mejores chocolates del mundo, solo Suiza le hace sombra. Como reza el título: Chocolate Addiction.

    DieQuito

  • Pizzas caseras (día 49)

    FRIENDS

    CHEF

    MASA

    PIZZA

    El pasado sábado, en una de esas típicas cenas de fin de semana, degusté unas deliciosas pizzas con bacón, maíz, jamón de york, champiñones y abundante mozzarella. La peculiaridad de esta situación tan común fue que un grupo de jóvenes no comprara las pizzas precocinadas, ni siquiera la base.

    Por lo visto, en Ecuador es muy usual que las pizzas en familia se hagan con masa casera. Cautivado por esta novedad y al tratarse de mi plato favorito, me presté voluntario para tan laborioso trabajo. Patricio y yo nos pusimos manos a la obra y amasamos cuatro crujientes tortas con forma rectangular hechas a base de agua, harina, levadura y sal…y esfuerzo. Nos llevó como una hora amasar y cocer las 4 masas porque solo había una bandeja en el horno.

    Después las llenamos de sabores y disfrutamos de una rica cena italiana. Yo nunca había amasado bases de pizza aunque es cierto que había hecho coquetas (especie de tortitas fritas a la sartén con azúcar espolvoreado). De aquí solo deduzco el daño que han hecho las pizzas de casa Tarradellas en la sociedad española: un cocktail de ingredientes precocinados y envasados al vacío que se cuecen asombrosamente rápido; a esto hay que añadirle que son económicas y que no están nada mal, reconozcámoslo. No es de extrañar que ya nadie se ponga a amasar pizzas caseras en España, pero eso no es excusa para decir que se ha perdido una buena tradición.

    DieQuito

  • República del cacao (día 5)

    REPUBLICA DEL CACAO

    Los que me conocéis ya sabéis de mi afición casi enfermiza al chocolate. En Quito se abrió hará como unos 5 meses la primera tienda República del Cacao y es que Ecuador

    es uno de los principales productores de este producto. Tiene toda la pinta de que dentro de unos años se convertirá en una franquicia con sucursales en Tokio, Londres, Paris, Madrid, etc.

    Van pasando los días y me estoy dando cuenta de la cantidad de coches americanos con 30 años a sus espaldas que circulan por este país. Puedes toparte con 4 o 5 cada día. Adoro esos coches porque tienen personalidad. Es una lastima que yo, por culpa de mis conocimientos nulos de mecánica, no pueda poseer uno en España porque las piezas, el mantenimiento y también el consumo, los convierten en un pozo sin fondo en el que se caerían todos los billetes de 50€ que pasaran por mis manos.

    Por la noche disfruté de mi primera fiesta aquí en Quito. Eric celebraba su cumpleaños en su espectacular casa con cervezas, parrillada, música y piscina climatizada. Probé una bebida alcohólica que es muy común aquí, el Zhumir de sandía, y se nos hizo las 4 de la mañana a ritmo de Danza Kuduro, reggaeton y, para mi sorpresa, Armin Van Buuren.

    DieQuito