• Charla del Toubkal 2014

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    Ayer fue la charla del Toubkal 2014 en la academia Enseñalia San Francisco. Alberto Bescós, compañero de aquella aventura y yo contamos a los asistentes todo el viaje incluyendo los días de estancia en Marrakech.

    Hay que decir que tuvo una asistencia limitada, que rondaba las 20 personas, aunque en petit comité fue más fácil contar la historia y ni siquiera hizo falta conectar el micrófono.

    Como nota destacada, remarcar que la charla contó con la asistencia del laureado piloto de motos Víctor Rivera.

    De nuevo agradezco a Enseñalia la cesión del espacio para la conferencia y su patrocinio en la aventura del Toubkal 2014.

    DieQuito

    Asistente ilustre. Victor Rivera

    Asistente ilustre. Victor Rivera

     

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  • En la ciudad roja

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    Anoche salimos de marcha por Marrakesh, celebrando la consecución del reto Toubkal 2014. EnLe Salema degustamos una shisha típica de aquí  y un par de cocktails a ritmo de música house con toques árabes. No hicimos muy tarde porque por un lado el cansancio del viaje ya se deja notar y porque hoy teníamos varias cosas que visitar.

    A primera hora hemos ido a la Madraza Ben Youssef, una escuela coránica con una imponente plazoleta central en la que las ornamentadas paredes se reflejan en la lámina de agua central. Es muy curioso ver como vivían los estudiosos del libro sagrado islámico, recogidos en habitáculos sin apenas iluminación. Los patios (imagen 1) también te dejan sin aliento.

    A continuación hemos visitado el museo de Marrakech, que tiene muy poco que merezca la pena salvo su salón central y una vanguardista exposición de fotografías que tiene todas las pintas de ser una muestra temporal.

    Después hemos ido a ver cómo tiñen los foulares de touareg con los que estamos tan descontentos y hemos descubierto que, paradojas de la vida, son los de tinta química los que manchan y no los de pigmentos naturales (imagen 2).

    Se ha hecho la hora de comer y hemos ido a callejear por la Kasbah con ánimo de encontrar un lugar económico y lo más gracioso ha sido a quién me he encontrado. Nos hemos sentado en la terraza de un kebab y hemos escuchado a unas chicas españolas hablando en la mesa de al lado. He empezado a mirar a una de ellas ya que me sonaba muchísimo. Ella me ha mirado dos veces, supongo que mas por inquietud que por otra cosa. De repente tenía casi al 100% claro de quien se trataba, pero al lanzarme a preguntar he optado por cuestionar antes de dónde eran… Al escuchar Zarag… he dicho ya sin ambages: yo te conozco. Resulta que hace apenas 10 días mi gran amigo Nacho me presentó a esta chica en Zaragoza, con la que estuve hablando apenas un cuarto de hora. Ella ha caído rápidamente también. Ha sido muy surrealista y vemos de nuevo que el mundo es un pañuelo muy pequeño.

    Tras la comida nos hemos ido los cinco a visitar las tumbas Saadies, de las que destaca especialmente la sala de las 12 columnas y el Palacio de la Bahía, que destaca sobre todo por el penoso estado de conservación para tratarse de un complejo construido en el siglo XIX.

    Antes de llegar al Palacio ha caído el diluvio universal con granizo incluido. Todo el mundo parecía muy sorprendido así que este tipo de aguaceros no deben de ser muy comunes pro estas latitudes.

    Hoy es nuestra última noche y mañana ya nos toca volar así que habrá que despedirse de este país dando una vuelta por ahí, a ver si todavía se puede rascar alguna anécdota de última hora.

    DieQuito

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  • La aventura en el Atlas llega a su fin, turno para Marrakech

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    Antes de hablar de Marrakech, conviene hablar de la emotiva cena que degustamos anoche con nuestro guía Hamid, a quien le dedicaré un artículo más adelante por haber sido un excelente compañero, y con Abrahim, organizador del trekking.

    Fátima, la mujer de Hamid, cocinó para nosotros un excelente tallin con carne de cabra que estaba para chuparse los dedos. En la tranquilidad de la noche de M´Zik, nuestras carcajadas resonaron por todas las paredes de adobe del poblado. Las conversaciones de sobremesa son pura magia cuando las rodea un ambiente cordial. Sin embargo, por otro lado, la tristeza dominaba el ambiente, un ambiente de última cena.

    Después de la cena y con los frontales encendidos, Alberto y yo hemos descendido hasta Im-lil, en donde habíamos quedado con Elisa y Perrine, unas francesas viajeras con las que estuvimos conversando hasta altas horas. Ellas me dijeron el mejor piropo que me habían dicho nunca, que yo les recordaba a Alexander Supertramp por mi forma de ser y también por mi físico (escondido tras una generosa barba).

    Al despedirnos de las marsellesas hemos regresado a M´Zik. Cansados, planeábamos dormir plácidamente, pero la tormenta que atacaba a la alta montaña ha descendido al valle en forma de vientos huracanados que amenazaban con reventar las ventanas. No he podido pegar ojo, otra vez.

    A primera hora hemos cogido de nuevo un Mercedes  sacado de una tienda de antigüedades y antes de partir hemos echado la vista atrás en busca del Toubkal, cubierto por completo por la bruma. De nuevo damos las gracias al clima… por la oportunidad.

    Ya en Marrakech, tras instalarnos en un pintoresco a la par que barato hostal ubicado en el pleno centro de la ciudad, hemos ido a un centro comercial, desesperado por comprar alimentos sin gluten. A pesar de mi ilusión, mis peores presagios se han confirmado y el área de productos específicos para celiacos ocupaba dos baldas de apenas un metro de longitud (tomate frito, galletas simples, fussilis y spaguettis) 4 míseros productos en un hipermercado de la firma Carrefour. Sorprendente e inquietante porque se intuye una elevada falta de diagnóstico.

    Están tan atrasados en este asunto que, cuando le he preguntado a un responsable acerca del pan sin gluten, me ha llevado ante el panadero y sin consciencia alguna de estar haciendo un ridículo espantoso, le ha preguntado sí había horneado pan sin gluten. El obrador, se ha quedado más patidifuso que yo, si cabe.

    A falta de celiacos declarados y ante la lógica imposición de la ley de la oferta y la demanda, nadie vende productos sin gluten.

    Me dispongo a echar una siesta en este preciso momento, para coger fuerzas para la noche árabe, que servirá de celebración por la cima del Toubkal.

    DieQuito

    De nuevo en el valle 

    (artículo publicado a primera hora por Jorge Puente, antes de emprender el viaje en coche a Marrakech)

    Su plan para tratar de ascender el Ras Ouanoukrim se vio ayer truncado por un clima especialmente inmisericorde (ver imagen) y tras mucho deliverar y a pesar de haber estado listos para partir hacia la cima desde las 5 de la madrugada; hacia las 9, Diego y Alberto emprendieron el largo y tedioso descenso hasta M’Zik.

    Han pasado la noche en este pueblo bereber y hoy, a primera hora, han puesto rumbo a Marrakech. El mal tiempo que ayer azotaba las altas cumbres del Atlas se ha deslizado hacia el valle y el viento apenas les ha dejado pegar ojo. En Marrakech por fin, obtendràn su merecido descanso.

    Jorge Puente 

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  • El temporal impide el intento al Ras Ouanoukrim

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    La velada ha sido mucho más agradable hoy y he conseguido dormir sin demasiadas interrupciones propias de la altitud.

    A las 4 de la mañana sonaba el despertador. En nuestro plan para ascender el Ras habíamos decidido adelantar 1 hora y media la salída y antes de las 5 planeábamos estar ya caminando en medio de la oscuridad con la inestimable ayuda de nuestros frontales. Sin embargo, ayer por la tarde el clima empeoró de manera notable y tanto Hamid, como Alberto y yo sabíamos que dependíamos de un cambio de tiempo como el que ayer había acontecido y que nos permitió ascender al Toubkal.

    He abierto la puerta del refugio con escasa esperanza, fuera arreciaba la ventisca cargada de diminutos aunque numerosos copos de nieve, habían caído unos 10 cms de nieve y el viento soplaba con fuerza.

    El Ras se desvanecía, pero no ha sido lo que más me ha entristecido; sin duda, lo que más triste ha sido ver las caras largas de la gente, que tras días de trekking se han quedado a las puertas del Toubkal, impotentes ante el inclemente temporal. Las miradas perdidas, similares seguro a las que yo tuve en Nepal cuando ni siquiera pude intentar el Tharpu Chuli. He sentido especialmente el caso de un chico barcelonés, acompañado de su novia australiana que se han quedado muy chafados. Su guía no estaba por la labor y ha habido un momento en el que Alberto y yo, que ya conocíamos la ruta, hemos tratado de formar una cordada con esta pareja y un callado irlandés, y poner rumbo a la cumbre. Pero después de consultar con Hamid, nuestro aguerrido guía, que se ha burlado de nosotros hemos desistido. Sin su compañía, no era muy aconsejable.

    Sin habernos demorado mucho más hemos emprendido el largo y tedioso camino de regreso bajo la tímida nevada. Más de 12 kilómetros nos separaban de M´Zik y gran parte de sendero ha estado cubierto por una fina capa de nieve que lo ha convertido en un camino muy resbaladizo.

    En una hora de caminata hemos abandonado por fin la bruma. La tormenta se había concentrado en la alta montaña y al comienzo del valle ya brilla el sol, que de nuevo nos ha hecho quitarnos muchas capas de ropa. Felices y cantando hemos alcanzado nuestro destino.

    El Toubkal y su cambiante climatología han estado de nuestra parte y nos han permitido coronarlo. Una de las motivaciones que hacen tan hermosas a las montañas es que no siempre son accesibles y amables. El clima, la salud o la mala suerte pueden interponerse y la colina más sencilla puede convertirse en una ratonera. Estos factores tan aleatorios, que escapan por completo a nuestro control las hacen, sin duda, ser mucho más especiales.

    DieQuito

    Cima conquistada

    (Artículo publicado por Jorge Puente tras recibir la información de la cumbre conquistada con éxito)

    Consiguieron hacer cima en el Toubkal en un rápido ascenso. Desde la cumbre han podido disfrutar de unas vistas espectaculares que ya nos documentarán a su regreso a España. Como os imaginaréis, las comunicaciones desde el refugio no son las mejores, así que Diego os desgranará todos los detalles a la vuelta.

    Han dormido de nuevo en el refugio y hoy, si el tiempo es bueno, intentarán ascender el Ras Ouanoukrim. Este pico está justo en frente del Toubkal y tiene 4083 metros. Es más técnico que el Toubkal y eso convierte el ascenso en algo más delicado.

    Al final, el tiempo les hizo cambiar toda la planificación, pero puede que les dé  la oportunidad de coronar otro 4000.

    Jorge Puente  

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  • Lo logramos, ¡cima en el Toubkal!

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    En este momento, al despertar, uno busca el motivo que le hace salir del calor del saco para ponerse a caminar por encima de la nieve…

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    La noche ha sido muy larga y apenas he podido dormir unas 3 horas. A las 5 de la mañana, cuando estaba sumido en un profundo sueño, quizás el más profundo de la noche, Alberto me ha despertado con un leve zarandeo. Era el momento de ponerse en marcha!

    Al incorporarme he pensado que hoy era el día de cima y que el Toubkal nos estaba esperando. Solo ese ha sido un motivo suficiente como para abandonar el calor del saco de dormir y ponerse a caminar en medio del frío glacial de la mañana.

    Un frugal desayuno a base de té, huevos hervidos y muesli sin gluten y he salido afuera para admirar el alba que comenzaba a despertar por el principio del valle. Mientras tanto, en la cúpula celeste brillan todavía las estrellas más persistentes. La nieve responde con una tímida fluorescencia al azul pálido del ambiente, dándole a la estampa un cariz muy especial, casi fantasmagórico.

    Al poco, ensimismado con las vistas, he entrado de nuevo al calor del refugio para extenderme crema solar y calzarme los crampones y hemos puesto rumbo al canal que da acceso al Toubkal. La nieve, sin ser abundante, precisa en este tramo del uso del piolet, especialmente en una travesía con una larga caída y una gran inclinación.

    Después de este terreno inicial hemos alcanzado una de las primeras calvas en las que el ruido del choque del metal de los crampones contra las rocas me produce una agria dentera. Al momento divisamos una pala que nos espera unos metros más allá y no nos quitamos los pinchos. Al alcanzar el punto culminante de esta rampa ya hemos podido ver el Toubkal y todo un circo que se extiende en rededor. El fuerte viento se ha llevado toda la nieve y la última pirámide, la que precede a la cumbre, es una enorme mole de color negro con una ausencia total de nieve. Un enorme pedregal oscuro.

    Esto nos ha decepcionado y como venganza, Alberto y yo hemos impuesto un ritmo infernal hacia la cumbre, infernal para estar en el limbo de los 4000 metros. Hamid, sencillamente nos ha dejado hacer, para subir más calmado con una traviesa sonrisa de suficiencia.

    Arriba se divisan unas vistas espectaculares. Allí en la cumbre, una horrenda estructura metálica de muy mal gusto rompe con la armonía reinante. Esta pirámide de chapa ha sido objetivo predilecto de los graffiteros y me recuerda a un trozo de chatarra contaminando el ambiente.

    El viento corre con fuerza allí en la punta de Marruecos y los dedos, sin protección al haberme quitado los guantes, chillan al cabo de los minutos. El grueso del grupo madrileño también alcanza la cumbre y allí pasamos alrededor de 30 minutos, sin síntomas de soroche y con el objetivo del viaje en el zurrón.

    Ya en el descenso nos hemos propuesto ascender mañana el pico Ras Ouanoukirm, de 4083 metros, un poco técnico, que está ubicado al otro lado del valle. Dormiremos hoy de nuevo en el refugio del Toubkal, después de leer un rato “Los conquistadores de lo inútil”. La cima del Ras es el reto inesperado de esta aventura.

    DieQuito

    A los pies del Toubkal

    (artículo publicado por la mañana a primera hora por Jorge Puente)

    Anoche Alberto y Diego llegaron al refugio Netler, a los pies del Toubkal. Su gran objetivo estuvo todo el día oculto tras las nubes, y esperan que hoy el clima les permita verlo para poder atacar la cima sin problemas. Ayer nevó copiosamente durante gran parte del día, haciendo más complicada una improvisada aclimatación que de momento estàn llevando bien.

    Hoy puede ser el gran día, y si las condiciones acompañan coronaràn el Toubkal.

    Jorge Puente  

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  • Hacia el Netler

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    He dormido fenomenal, aunque he de reconocer que a las 5 y media de la mañana me he sobresaltado con la llamada del muecín desde el minarete que está a tan solo un par de calles. Se han pasado con el volumen de los altavoces. Con la tecnología ya nada es lo mismo…

    Mi primer desayuno en Marruecos se ha visto severamente condicionado por la celiaquía y con apenas alimento hemos puesto rumbo al refugio Netler. Ha venido con nosotros un grupo de montañeros de Madrid, que también pretende coronar el Toubkal.

    Después de las primeras pendientes por pista (imagen 1) hemos llegado a un pedregoso lecho de un río que ahora baja medio seco, esperando con ansias el deshielo (imagen 2). Poco después el sendero se ha vuelto a empinar y hemos ido haciendo algunas pequeñas paradas. En este valle a todos nos sobraba ropa porque, a pesar de las laderas nevadas que ya teníamos al alcance de la mano, el sol se concentraba en este valle de manera excepcional.

    En estas paradas aprovechábamos para hidratarnos en puestos bereberes en los que vendían artesanía, fósiles, máscaras y geodas.

    La nieve ha hecho por fin su acto de presencia alrededor de los 2900 metros, aunque con muy poca regularidad. Las abundantes calvas indican que este no ha sido un año muy nutrido en nevadas. (imágenes 3,4 y 5)

    Por fin, tras unos 11 kms, al final de un largo valle, se vislumbra una especie de austero castillo, que es el refugio al que nos dirigimos. 3207 metros de altitud y última parada antes del ataque a cima.

    Por la tarde se ha puesto a nevar de forma copiosa y el cielo se ha encapotado, lo cual nos está preocupando sobremanera (imagen 6). Aún así, nos convencemos de que hay que estar tranquilos ya que todavía tendríamos muchos días para rezar por el buen tiempo, en el caso de que mañana amaneciese en medio de la tormenta.

    Estamos a tan solo un paso y aunque el temporal parece haberse adelantado, quizás sean tan solo una nubes de avanzadilla. Quizás al pelotón esté a varios kms y podamos llegar mañana a la cumbre sin problemas.

    Los pensamientos bullen en mi cabeza, ajena por el momento al mal de altura, pero por ahora el plan es inamovible. Esperamos poder ver las estrellas después de cenar, porque será sin duda un buen síntoma, un síntoma de cima.

    DieQuito

    Noche en M´Zik

    (Texto original publicado el 7 de marzo por Jorge Puente comentando nuestra noche en M´Zik y la partida hacia el refugio.)

    Ayer comenzó la acelerada aclimatación que han tenido que improvisar debido al mal tiempo.  Han comenzado con la ascensión a uno de los pequeños de la cordillera: el Tasserimoute. Este pico de poco menos de 3000 metros ha sido el comienzo, por fin, de esta gran aventura.

    Tras el trekking han descendido unos metros para pernoctar en M’zik, una pequeña población construida con adobe sobre la ladera de la montaña. Han dormido a unos 1800 metros sobre el nivel del mar para reponer fuerzas y hoy se dirigen al mítico refugio Netler, a 3200, para pasar la noche.

    Jorge Puente  

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  • Ascenso al Tasserimoute y noche en M´Zik

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    A Mustafa no le interesa lo que escribo…

    La dura noticia de primera hora de la mañana nos ha dejado un poco desanimados pero hemos cogido los bártulos sin rechistar más de lo debido y hemos puesto rumbo hacia la cordillera del Alto Atlas.

    Si eres un amante de las montañas, nada más salir de la zona urbana de Marrakech tus ojos se quedan irremediablemente clavados en los colosos nevados que ya se vislumbraban desde la Plaza Jama Fna (imagen 1)

    Nuestro vehículo ha sido un Mercedes con medio millón de kilómetros en un marcador que estaba detenido por el paso del tiempo, así que solo Alá sabe cuántos kilómetros tiene. Lo que no le quita nadie son las 3 décadas de antigüedad. Para que os hagáis una idea es el típico coche que aparece en las películas de espionaje o guerra en países de Oriente próximo, surcando el desierto mientras transporta a un corrupto mandatario. De fondo sonaba música árabe, que me ha recordado de forma sorprendente a la música nepalí que me acompañó en mi periplo himalayista; espero que no sea un mal presagio ya que aquella expedición se trunco por el mal tiempo y casi termina en accidente.

    Los adelantamientos que ha realizado nuestro mudo conductor no me han sorprendido porque después de lo que pude ver en India, todos son más prudentes en comparación. Pocos kilómetros más tarde la carretera se ha enrevesado y el chofer ya ha decidido dejar de jugarse el pellejo, no sé si porque como digo, tienen más cuidado al volante o por la cara de susto de Alberto.

    Tras un par de horas de coche hemos llegado a Im-lil (1700 metros) y hemos conocido por fin a nuestro guía de montaña, Hamid, que nos ha recibido con una amplia sonrisa, transmitiendo un magnetismo sorprendente. Nos ha invitado a un té en su modesta morada y, sin más esperas y presos por la impaciencia, hemos dejado nuestras mochilas allí mismo y nos hemos ido a dar un paseo con él, un paseo que se ha terminando convirtiendo en un ascenso al Tasserimoute, un pico de 2500 metros de altitud en el que hemos pisado los primeros neveros de nieve. El motivo de este cambio de planes ha sido, en palabras de Hamid, “porque nos ha visto bien”. Hamid es un hombre tranquilo, visiblemente en forma y con nociones de español. Un guía que, a priori, se antoja muy adecuado (imagen 2)

    Desde la cima de Tasserimoute hemos visto por primera vez el Toubkal (imagen 4), nuestro objetivo final y allí mismo, en una arista con este precioso panorama delante de nuestros atónitos ojos, nos hemos puesto a comer en manga corta. A 2500 metros! Bienvenido a Marruecos!

    Antes de que cayera la tarde hemos bajado lentamente hasta el poblado bereber de M´Zik, a 1800 metros (imagen 5), mientras Hamid amenizaba el descenso canturreando en árabe. El pueblo me recuerda a Devaprayag, porque está colgado en la montaña y sus callejuelas estrechas y escalonadas. Descansaremos aquí esta noche. De momento nos hemos relajado, hemos degustado nutritivos dátiles y he estado leyendo un rato a Lionel Terray, todo un filósofo de la montaña.

    DieQuito

    Nota: artículo escrito en mi diario de viaje, aunque publicado en la web una semana después.

  • Cambio de planes

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    Malas noticias… Nuestro guía de expedición ha venido hoy a buscarnos al hotel para explicarnos la situación. Al parecer ese elaborado plan de trekking que habíamos establecido con anterioridad no va a poder ser llevado a cabo ya que las previsiones climatológicas lo han trastocado todo.

    Tras este desafortunado cambio de planes, si queremos hacer cima debemos acelerar la aclimatación y atacar la cumbre entre mañana y pasado mañana, evitando así las tormentas previstas para la semana que viene.

    Los que me conocen se podrán imaginar lo nervioso que me pongo yo ante este tipo de imprevistos, y más al recordar que en Nepal el clima fue el responsable del fracaso en la expedición.

    Alberto y yo nos ponemos pues en manos de la sabiduría del guía bereber, que sabrá el lugar más propicio por altitud en el que tenemos que dormir para evitar el mal de altura y asegurar el éxito de este atolondrado ataque a la cima del Toubkal.

    Marchamos ya sin demora hacia Ouaneskra, evitando así el primer día de trekking. Os mantendré informado en cuanto me sea posible.

    DieQuito

    Imagen: mashable

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  • Marrakech

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    Pues va a resultar que me está gustando y mucho Marrakech. Quizás el motivo resida en que me esperaba una ciudad tan poco civilizada como Delhi, tan sucia y ruidosa, y en cambio me he topado con una urbe en la que todo está muy limpio y hay poca densidad de viandantes. Alberto y yo lo hemos resumido en una palabra: “occidentalizado”.

    En Marrakech predominan los tonos salmón, como si de un enorme suplemento de economía de un periódico se tratase. Eso es lo que más llama la atención en un primer momento. Eso y que no hay ningún edificio que supere las 5 plantas (todo tiene que ser más bajo que la torre de la Medina; algo parecido a lo que sucede en Zaragoza con las torres del Pilar). No hay que obviar tampoco las magníficas vistas de la cordillera del Atlas y de sus colosos nevados, que se ven desde que asomas la cabeza fuera del avión.

    Después de instalarnos en el hotel, hemos dado un largo paseo hasta la Medina, que nos ha recibido al ritmo impuesto por el canto del muecín. Y tras comer algo de carne a la brasa (hay que coger fuerzas) nos hemos adentrado en los puestos de la plaza principal. Allí hemos podido ver serpientes, aves de cetrería, monos, tatuadores de henna y muchos puestos de zumos tropicales, especias y hasta puestos para comprar trufa negra. Finalmente nos hemos adentrado en el bazar y sus laberínticos pasajes en los que no han tardado mucho en timarnos, vendiéndonos un foulard de touareg que tinta todo lo que toca y una pulsera de cuero a precio de oro.

    Ahora escribo desde el hotel, antes de regresar de nuevo a la plaza, que es todo un espectáculo bajo el manto de estrellas según me han comentado.

    DieQuito

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  • Días de radio

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    Falta una semana para partir hacia Marruecos. Ya no queda nada, tan solo la recta final y esta última semana el viaje va a tener algo de cobertura en los medios locales.

    En primer lugar, esta mañana nos van a entrevistar a Alberto y a mí en Radio Ebro alrededor de las 12:30 de la mañana.  Hablaremos de Toubkal 2014, del linfedema y la asociación ADPLA y también de mis comienzos en los Andes ecuatorianos. Podéis escucharla en la 105.2 FM en Zaragoza y alrededores y también a través de internet. PODCAST.

    El viernes, sobre las 12 del mediodía nos entrevistarán en ES radio coincidiendo con el día de las enfermedades raras y en esa entrevista de nuevo comentaremos además de la aventura en sí, la dolencia de Alberto y la asociación aragonesa del linfedema. No hay emisión por internet así que sólo se podrá coger la emisora en Zaragoza y alrededores sintonizando con la 88.8 de la FM.

    Por último, el sábado a primera hora estaré en Tierra de Aventura, el programa de montaña de Aragón Radio dirigido por Vicente Alcaide, en el que contaré cómo han sido estos últimos 3 años.  En la 94.9 de la FM y también en streaming a través de red. PODCAST (a partir del minuto 29).

    Aprovecho para subir aquí en enlace al podcast de la entrevista en Cadena Ser Caspe que me hicieron antes de ayer.

    De momento eso es todo. Aunque recuerdo también que mañana conferencia en la Universidad San Jorge en la haré una retrospectiva además de presentar el viaje. Será a las 15:30 en el Aula Magna de la Facultad de Comunicación. Asistencia libre (no solo para estudiantes de dicha universidad).

    DieQuito

    Imagen: Sandra Buzón