El temporal impide el intento al Ras Ouanoukrim

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La velada ha sido mucho más agradable hoy y he conseguido dormir sin demasiadas interrupciones propias de la altitud.

A las 4 de la mañana sonaba el despertador. En nuestro plan para ascender el Ras habíamos decidido adelantar 1 hora y media la salída y antes de las 5 planeábamos estar ya caminando en medio de la oscuridad con la inestimable ayuda de nuestros frontales. Sin embargo, ayer por la tarde el clima empeoró de manera notable y tanto Hamid, como Alberto y yo sabíamos que dependíamos de un cambio de tiempo como el que ayer había acontecido y que nos permitió ascender al Toubkal.

He abierto la puerta del refugio con escasa esperanza, fuera arreciaba la ventisca cargada de diminutos aunque numerosos copos de nieve, habían caído unos 10 cms de nieve y el viento soplaba con fuerza.

El Ras se desvanecía, pero no ha sido lo que más me ha entristecido; sin duda, lo que más triste ha sido ver las caras largas de la gente, que tras días de trekking se han quedado a las puertas del Toubkal, impotentes ante el inclemente temporal. Las miradas perdidas, similares seguro a las que yo tuve en Nepal cuando ni siquiera pude intentar el Tharpu Chuli. He sentido especialmente el caso de un chico barcelonés, acompañado de su novia australiana que se han quedado muy chafados. Su guía no estaba por la labor y ha habido un momento en el que Alberto y yo, que ya conocíamos la ruta, hemos tratado de formar una cordada con esta pareja y un callado irlandés, y poner rumbo a la cumbre. Pero después de consultar con Hamid, nuestro aguerrido guía, que se ha burlado de nosotros hemos desistido. Sin su compañía, no era muy aconsejable.

Sin habernos demorado mucho más hemos emprendido el largo y tedioso camino de regreso bajo la tímida nevada. Más de 12 kilómetros nos separaban de M´Zik y gran parte de sendero ha estado cubierto por una fina capa de nieve que lo ha convertido en un camino muy resbaladizo.

En una hora de caminata hemos abandonado por fin la bruma. La tormenta se había concentrado en la alta montaña y al comienzo del valle ya brilla el sol, que de nuevo nos ha hecho quitarnos muchas capas de ropa. Felices y cantando hemos alcanzado nuestro destino.

El Toubkal y su cambiante climatología han estado de nuestra parte y nos han permitido coronarlo. Una de las motivaciones que hacen tan hermosas a las montañas es que no siempre son accesibles y amables. El clima, la salud o la mala suerte pueden interponerse y la colina más sencilla puede convertirse en una ratonera. Estos factores tan aleatorios, que escapan por completo a nuestro control las hacen, sin duda, ser mucho más especiales.

DieQuito

Cima conquistada

(Artículo publicado por Jorge Puente tras recibir la información de la cumbre conquistada con éxito)

Consiguieron hacer cima en el Toubkal en un rápido ascenso. Desde la cumbre han podido disfrutar de unas vistas espectaculares que ya nos documentarán a su regreso a España. Como os imaginaréis, las comunicaciones desde el refugio no son las mejores, así que Diego os desgranará todos los detalles a la vuelta.

Han dormido de nuevo en el refugio y hoy, si el tiempo es bueno, intentarán ascender el Ras Ouanoukrim. Este pico está justo en frente del Toubkal y tiene 4083 metros. Es más técnico que el Toubkal y eso convierte el ascenso en algo más delicado.

Al final, el tiempo les hizo cambiar toda la planificación, pero puede que les dé  la oportunidad de coronar otro 4000.

Jorge Puente  

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