• Ley Sinde en estado puro (día 49)

    PIRATERIA

    Ordenadas por orden temático y alfabético como un Fnac, con cámaras de videovigilancia, con base de datos, posters promocionales y empleados con uniforme. Así son las top manta de aquí en Ecuador. Ya había hecho una mención en uno de los artículos de mis primeros días de estancia pero se merecían un post aparte.

    Puedes encontrar todo tipo de películas, antiguas como Blade Runner, estrenos como Piratas del Caribe 4 o A todo gas 5 y películas en formato Blu-Ray .

    Es totalmente legal y están establecidas con todas las licencias que se necesitan para poder abrir un negocio. Si viera esto Alejandro Sanz se pegaría un tiro en la cabeza.

    Ahora estoy aprovechando para ver películas que me habían recomendado desde hace muchísimo tiempo. En España no soy socio de ningún videoclub y lo de descargar por el Ares como que no es de mi agrado: el 90% de las veces te encuentras con calidades penosas grabadas directamente en la sala de cine o con películas para adultos. Aquí la carátula en color, el dvd serigrafiado y la excelente calidad de sonido e imagen las convierten en falsificaciones que en poco se diferencian de los filmes originales. El precio por supuesto es una maravilla, 80 céntimos de euro por película. ¡Viva el pirateo con clase!

    DieQuito

  • Puesta a punto en el glaciar del Cotopaxi (día 48)

    COTOPAXI

    SERAC

    ZORRO

    PIOLET

    ¿Puesta a punto para qué? Os preguntaréis. Desde que estoy en Ecuador mi aclimatación se ha completado metro a metro, paso a paso. Evolucionando desde picos relativamente sencillos hasta montañas con tramos más complicados. Hoy ha sido un día crucial y necesario para preparar mi ataque a la cima la semana próxima a este gran volcán de casi 6000 metros de altura, el Cotopaxi.

    Esa cumbre que veis en la imagen 4, tan cerca que parece que puedas estirar un dedo furtivo y llevarte un pedazo de merengue, está como a 7 horas de caminata por glaciar desde el refugio José Ribas. Esta cabaña es un austero «hotel» anclado a 4810 metros en el que apenas se descansa por la sensación de asfixia que invade a los andinistas cuando están a punto de coger el sueño. Para tratar de cometer pocos errores en esa ascensión nocturna era necesario coger práctica con los crampones, con el manejo del piolet y el arnés. Venir hasta el Cotopaxi por segunda vez pero equipados en esta ocasión con todo el completo de alta montaña era imprescindible para subir con un mínimo de seguridad.

    Hasta 5000 metros hemos llegado (imagen 1) y la falta de oxígeno sigue sin darme sustos. Todos los compañeros de Nuevos Horizontes me dicen que esté tranquilo porque con 5 ascensiones por encima de 4500 metros en las últimas 4 semanas estoy ya a tope de glóbulos rojos. Ya os lo contaré dentro de 7 días si es que la climatología está de nuestro lado.

    En la bajada, un poco más abajo del refugio, divisamos a tres zorros que se acercaban hacía nuestra posición en busca de algo de comida (imagen 3). Es lógico que anden desesperados porque a la altura en la que se encontraban no había ni hierbajos.

    Y me despido hablando sobre esas formaciones de hielo que podéis observar en la imagen 2. Queríamos alcanzarlas pero se nos estaba haciendo muy tarde y la nieve estaba volviéndose una sopa sin sustancia que iba a convertir el regreso en un suplicio. Parecían estar ahí al lado, a unos 200 metros, pero nos hubiera llevado como una media hora llegar hasta su posición. Espero no solo alcanzarlas sino sobrepasarlas en una semana.

    DieQuito

  • El cráter del Quilotoa (día 47)

    CRATER LAGO

    ARCO IRIS

    LAGO VOLCAN

    QUILOTOA

    He visto muchas cosas impresionantes en este país: los Ilinizas bañados por los últimos rayos de la tarde, la frondosa selva amazónica, el Tungurahua en plena erupción volcánica…pero el cráter del Quilotoa y, en concreto su laguna, me ha dejado sin palabras…De las sensaciones para recordar durante el resto de tu vida, solo al nivel de le Grotte de Cabrespine en el sur de Francia, Praga de noche, las ballenas en el Estrecho de Gibraltar o las azules marismas de Punta Cana.

    Un enorme agujero que parece propio de algún impacto de asteroide se eleva hasta los 4050 metros de altitud. Allí, en ese balcón natural, te sientes deslumbrado por el brillo de la laguna circular de aguas turquesas que se balancea en el fondo del extinto volcán.
    Todavía no se ha catalogado el alcance de su profundidad y en sus caldos sulfurosos con alto grado de salinidad no hay vida acuática.

    Descender hasta la orilla te lleva como una media hora, el sendero es arenoso y ardiente. En esta antena parabólica de roca se concentra el calor con furia y el salvaje viento que nos molestaba en el borde del cráter desaparece. La subida, debido a las pronunciadas pendientes, es un tedio que puedes ahorrarte si contratas a un burro como taxi a razón de 8 dólares por persona. A mi me dan mucha pena esos animales así que tiré de piernas y en menos de 1 hora ya estaba divisando la vista que tanto me había fascinado horas antes.

    Ya de camino a casa, gracias a una cómplice llovizna, pudimos observas un increíble arco iris que se formó por debajo de nuestra vertical. Estacionamos el vehículo y contemplamos atónitos como esta maravilla cromática se había posado en el fondo del valle. Quizás sin saberlo hayamos cumplido uno de los grandes mitos de los fenómenos atmosféricos…pasar por debajo de ese elemento arquitectónico producto de una ilusión óptica.

    DieQuito

  • Un día de perros (día 46)

    perro-rabioso

    La semana había comenzado con un suceso muy extraño. Matías, el perro guardián, acostumbra a ladrar de madrugada cuando ve al gato merodeando por encima de la tapia. Ese arrítmico ladrido consigue que me desvele. Me levanto pesadamente de la cama, tanteo el frío suelo buscando mis chanclas, me calzo, bajo y le pego una pequeña bronca ordenándole silencio.

    Pues desde el martes, y ya van 3 noches seguidas, cuando desciendo las escaleras de caracol con ganas de trifulca el perro se esconde y no hay forma de encontrarlo. Sales de tu nórdica caliente, con los bastones oculares más apagados que una bombilla sin corriente y por más que lo buscas no hay manera de dar con él. Tampoco es que el jardín sea un espectáculo. Es grande, rodea la casa; pero los escondrijos son limitados. Como decía, inexplicable. Se cree muy listo pero algún día daré con él. Lo peor de todo es volver a tu almohada sin haberle podido reñir a nadie. Se queda toda la ira contenida y eso no puede ser muy sano.

    Lo que no fue saludable seguro fue el suceso de ayer por la tarde. Llegando a mi urbanización se me cruzó en mitad de la calle un dálmata callejero con malas pulgas. Me daba la sensación de que me iba a atacar pero nunca llegué a creérmelo del todo…hasta que me mordió. Me hinco sus colmillos un poco más abajo de la espalda, sí, como en unos dibujos animados. Fue solo un pellizco que me hizo un rasguño en la nalga pero sin alcanzar a agujerear el pantalón…sin embargo, la saliva del perro quedó allí impregnada.

    Llegué a mi casa y antes de entrar le comenté a mi vecino, que es médico, lo que me había pasado. Me dijo que me limpiara bien la herida y me recomendó lo que yo no quería escuchar: vacuna antirrábica. Para ponerle más negrura al momento me explicó que los bacilos de la rabia avanzan por los nervios y que cuando llegan al cerebro, no hay nada qué hacer. A él se le han muerto dos pacientes en sus años en medicina precisamente por no seguir las instrucciones protocolarias que instan a pasar por el centro de vacunación.

    A partir de ahí comenzó la larga carrera en busca de la vacuna, que aún no ha acabado. Llamé al seguro para comunicarles el siniestro y fui al Hospital del Valle, un gran complejo privado en el que no tenían la vacuna, fui a la farmacia Fybeca, una cadena de las más poderosas de Ecuador (parece un supermercado) y tampoco la vendían. Ya desesperado llamé al Hospital Vozandes pero el departamento de vacunas estaba cerrado a esas horas. Todos coincidieron: esa vacuna la suministra únicamente la salud pública. Ir al ambulatorio hoy a primera hora es la próxima etapa de esta carrera.

    Hacía allí voy pero algo me dice que me espera una larga mañana recorriendo hospitales y dependencias del hermético Ministerio de Salud. Y todo para nada, porque ni ese perro tiene la rabia ni me la ha contagiado. Solo por prevención. Por lo menos, me lo cubre la póliza de accidentes…De todas formas, espero que la naturaleza siga su curso y que ese perro ingrato acabe sus días mucho antes que yo.

    DieQuito

  • La cordillera de los Andes (día 45)

    LOS ANDES

    Los Andes son una larguísima cordillera con una longitud de casi 8000 kms. Es una barrera geográfica que separa a Brasil y su selva amazónica, y a Argentina y su pampa, del inmenso océano Pacífico.

    Por el Ecuador pasa como un tren dividiendo al país en tres grandes ecosistemas.
    La división en litoral, sierra y selva en una extensión de terreno no demasiado vasta ofrece al turista la tentadora posibilidad de despertarse con el rugir del mar y desayunar en la orilla disfrutando de la brisa marina, comer en la sierra con unas impresionantes vistas de los cincomiles de Ecuador y cenar en la jungla a la luz de las velas, con el exótico canto de aves tropicales como telón de fondo.

    Esta gran cicatriz de origen volcánico alberga a la capital, ciudades de gran belleza como Cuenca, lugares insignia como la mitad del mundo, el volcán activo más alto del globo y el punto terrestre más alejado del centro de la Tierra, la cima del Chimborazo. Más alejado que la cumbre de todos los ochomiles de Asia incluyendo al Everest debido a la forma esferoide de nuestro planeta (achatamiento de los polos).

    Curiosidades de una cordillera de esas que no existen en Europa.

    DieQuito

  • Los betuneros (día 44)

    BETUNERO

    Los «betuneros», también conocidos por lustradores de zapatos, son una profesión habitual aquí en Quito. Tomad esta afirmación en su justa medida, no es que haya tantos betuneros como taxistas, pero sí que se ven con frecuencia.

    Instalan sus pequeños centros de estética marroquinera en lugares estratégicos de la zona comercial y de negocios de esta gran ciudad como son: las salidas de los hoteles más importantes o de los centros de convenciones.

    Vas caminando por las aceras y puedes observar a un hombre de altos vuelos con expresión pétrea sentado en el trono de la vanidad. Con cara de desinterés hojea los papeles anaranjados de la sección de economía de algún periódico nacional.
    Unos centímetros más abajo, otro hombre, con la piel como el cuero de soportar el sol varias horas al día, se mueve con agilidad dando brillos de militar a los zapatos del ejecutivo. No sé le caen los anillos.

    Este servicio anclado en épocas sin derechos humanos es un vivo reflejo de las desigualdades sociales de este país. En donde mucha gente sobrevive con 240 dólares al mes a la vez que es posible encontrar pantalones por ese precio en un centro comercial, y no son prendas exclusivas de Gucci o Dior.
    ¿Para quién son esos productos? Pues para un grupo muy reducido de personas que guardan muchos miles de dólares en la cuenta. La clase media está desapareciendo.

    Por otro lado, los betuneros son personas simpáticas y amables que te atienden con gratitud cuando les compras paquetes de chicles, alguna bebida fría, cigarrillos sueltos o una recarga de teléfono. Ese es mi único trato con estos vendedores. Por principios, jamás les pediría que me prestaran ese servicio denigrante.

    Imagen: flickr

    DieQuito

    Este artículo, editado por razones lógicas de espacio, ha sido publicado en la edición impresa del diario nacional ecuatoriano El Hoy así como en su página web. Para acceder a la versión online pulse en el siguiente enlace (primera noticia): http://www.hoy.com.ec/noticias-ecuador/buzon-de-lectores-913-479945.html

    También lo ha publicado el diario nacional ecuatoriano El Comercio. Versión online

  • El centro comercial Quicentro (día 43)

    CENTRO COMERCIAL

    QUICENTRO

    TERRAZA

    El centro comercial Quicentro está situado en la Avenida 6 de diciembre justo a la altura del estadio olímpico Atahualpa. Es un punto neurálgico del shopping aquí en Quito.

    De sus incontables tiendas destacan Marathon (deportes), Sony Style (tecnología Sony), Librimundi (libros), North Face (equipo y accesorios de montaña), Bvlgari (joyas), Tommy Hilfiger y Diesel (ropa) o Hallmark (papelería y tarjetas de regalo).

    Los restaurantes se sitúan todos en el «patio de comidas» ubicado en la segunda planta. Es un espacio diáfano con mucha luminosidad, zona de terraza y un techo muy alto que está plagado de mesas sin adjudicar a uno u otro bar o cafetería. De esta manera, cuando vas con amigos y no os ponéis de acuerdo, puede cada uno escoger su comida favorita y comerla juntos en cualquiera de estas mesas, que veas vacía…porque siempre están a tope de comensales. Kentucky Fried Chicken, Noe (sushi), Burger King, McDonalds, Pizza Hut, Taco Bell (comida mexicana), American Deli (ensaladas), Subway, Mayflower (chino). La oferta de comida rápida es bastante notable.

    En el apartado de ocio Quicentro dispone de un salón recreativo llamado PlayZone con las características máquinas de baile, Need for Speed, Jurassic Park, Time Crisis, Mario Kart o Blazing Angels. A destacar el videojuego de Aliens…te sientes como Hudson aniquilando xenoformos en el LV-426. En la planta superior hay una bolera. Lo único que se echa a faltar son unos cines, que creo que son indispensables en todo centro comercial que se precie. A pesar de este defecto, Quicentro es un lugar perfecto en el que refugiarse del sol y disfrutar de una buena jornada de compras.

    DieQuito

  • Pizzas caseras (día 49)

    FRIENDS

    CHEF

    MASA

    PIZZA

    El pasado sábado, en una de esas típicas cenas de fin de semana, degusté unas deliciosas pizzas con bacón, maíz, jamón de york, champiñones y abundante mozzarella. La peculiaridad de esta situación tan común fue que un grupo de jóvenes no comprara las pizzas precocinadas, ni siquiera la base.

    Por lo visto, en Ecuador es muy usual que las pizzas en familia se hagan con masa casera. Cautivado por esta novedad y al tratarse de mi plato favorito, me presté voluntario para tan laborioso trabajo. Patricio y yo nos pusimos manos a la obra y amasamos cuatro crujientes tortas con forma rectangular hechas a base de agua, harina, levadura y sal…y esfuerzo. Nos llevó como una hora amasar y cocer las 4 masas porque solo había una bandeja en el horno.

    Después las llenamos de sabores y disfrutamos de una rica cena italiana. Yo nunca había amasado bases de pizza aunque es cierto que había hecho coquetas (especie de tortitas fritas a la sartén con azúcar espolvoreado). De aquí solo deduzco el daño que han hecho las pizzas de casa Tarradellas en la sociedad española: un cocktail de ingredientes precocinados y envasados al vacío que se cuecen asombrosamente rápido; a esto hay que añadirle que son económicas y que no están nada mal, reconozcámoslo. No es de extrañar que ya nadie se ponga a amasar pizzas caseras en España, pero eso no es excusa para decir que se ha perdido una buena tradición.

    DieQuito

  • Cumbre en el Heart Peak (día 41)

    BARRANCO

    CIMA CERRO CORAZON

    MONTAÑERO MAELLANO

    NIEBLA ALTA MONTAÑA

    ¿Qué suena mejor? ¿Heart Peak o Cerro Corazón? Es más que evidente que el rebautizo que hoy ha sufrido esta montaña la da más caché. Todos sabemos que un cerro es una elevación del terreno que rara vez supera los 100 metros de altitud, una colina, un chichón en una llanura. 4788 metros dan para algo más que esa designación orográfica; incoherente me parece un adjetivo demasiado permisivo, humillante sería más adecuado.
    Si a eso le añadimos que la palabra corazón en español es una cursilada, sobre todo para designar a un volcán extinto que roza los 5000 metros…
    Su traducción al inglés: heart tiene mucha más fuerza.

    El Cerro Corazón es conocido así por la forma que tiene cuando es visto desde el aire. Aunque hoy no ha presumido de amoroso y nos ha dado la bienvenida con viento, niebla y rocas sueltas en sus zonas más técnicas. En el descenso, como si el viejo volcán se sintiera reconcomido en sus entrañas por haber tratado así a sus únicos visitantes del día, las nubes se echaron a un lado para que pudiésemos contemplar unas preciosas vistas del Cotopaxi y de los Ilinizas, tanto el nevado Sur, como el árido Norte.

    Confesaré que el clima en la montaña me gusta salvaje: niebla, ventisca, nieve, lluvia. Las cordilleras deben ser así, para broncearse ya existe la playa. El problema es que con mal tiempo tienes dos inconvenientes, uno accesorio y otro vital. El problema menor es que no se pueden contemplar las vistas que la cumbre pone a tu disposición, el problema grave es que el riesgo de perderse con climatología adversa aumenta muchos enteros. La solución pasa por la contratación de un guía alpino que se conozca el territorio palmo a palmo.

    DieQuito

  • Nuevos Horizontes (día 40)

    NUEVOS HORIZONTES

    La asociación Nuevos Horizontes es un grupo de aficionados a la montaña que se fundó en 1944, en plena 2ª Guerra Mundial. Es conocido que en muchas partes del mundo esa guerra solo se vivió por medio de los titulares de los periódicos. Quizás por ello, en un ambiente de tranquilidad con las bombas cayendo a miles de kilómetros, decidieron formar un equipo de andinistas con el objetivo de coronar las cimas más altas de Sudamérica.

    Lo que trato de explicar es que es un colectivo sexagenario, tan antiguo que ya se desdibujan las afirmaciones sobre si todavía queda vivo algún socio original. Unos dicen que sí, que es un ancianito de 90 años; para otros en cambio, falleció el último hace ya algún tiempo. Sea lo que fuere, lo más importante es que el espíritu sí que perdura y aunque pasan las décadas, estos alpinistas siguen tan activos como antaño pero vistiendo con prendas GoreTex.

    Cesar, Paul, Ale, Michael se van a ir a Perú dentro de tres semanas para hacer tres cumbres de alta montaña. 11 días de aventura que demuestran que, para Nuevos Horizontes, las fronteras de los países no suponen un impedimento a la hora de escalar picos y caminar por glaciares. Otros muchos se quedarán, y espero ir con ellos de la mano, hasta las cimas más altas de Ecuador.

    DieQuito