La semana había comenzado con un suceso muy extraño. Matías, el perro guardián, acostumbra a ladrar de madrugada cuando ve al gato merodeando por encima de la tapia. Ese arrítmico ladrido consigue que me desvele. Me levanto pesadamente de la cama, tanteo el frío suelo buscando mis chanclas, me calzo, bajo y le pego una pequeña bronca ordenándole silencio.
Pues desde el martes, y ya van 3 noches seguidas, cuando desciendo las escaleras de caracol con ganas de trifulca el perro se esconde y no hay forma de encontrarlo. Sales de tu nórdica caliente, con los bastones oculares más apagados que una bombilla sin corriente y por más que lo buscas no hay manera de dar con él. Tampoco es que el jardín sea un espectáculo. Es grande, rodea la casa; pero los escondrijos son limitados. Como decía, inexplicable. Se cree muy listo pero algún día daré con él. Lo peor de todo es volver a tu almohada sin haberle podido reñir a nadie. Se queda toda la ira contenida y eso no puede ser muy sano.
Lo que no fue saludable seguro fue el suceso de ayer por la tarde. Llegando a mi urbanización se me cruzó en mitad de la calle un dálmata callejero con malas pulgas. Me daba la sensación de que me iba a atacar pero nunca llegué a creérmelo del todo…hasta que me mordió. Me hinco sus colmillos un poco más abajo de la espalda, sí, como en unos dibujos animados. Fue solo un pellizco que me hizo un rasguño en la nalga pero sin alcanzar a agujerear el pantalón…sin embargo, la saliva del perro quedó allí impregnada.
Llegué a mi casa y antes de entrar le comenté a mi vecino, que es médico, lo que me había pasado. Me dijo que me limpiara bien la herida y me recomendó lo que yo no quería escuchar: vacuna antirrábica. Para ponerle más negrura al momento me explicó que los bacilos de la rabia avanzan por los nervios y que cuando llegan al cerebro, no hay nada qué hacer. A él se le han muerto dos pacientes en sus años en medicina precisamente por no seguir las instrucciones protocolarias que instan a pasar por el centro de vacunación.
A partir de ahí comenzó la larga carrera en busca de la vacuna, que aún no ha acabado. Llamé al seguro para comunicarles el siniestro y fui al Hospital del Valle, un gran complejo privado en el que no tenían la vacuna, fui a la farmacia Fybeca, una cadena de las más poderosas de Ecuador (parece un supermercado) y tampoco la vendían. Ya desesperado llamé al Hospital Vozandes pero el departamento de vacunas estaba cerrado a esas horas. Todos coincidieron: esa vacuna la suministra únicamente la salud pública. Ir al ambulatorio hoy a primera hora es la próxima etapa de esta carrera.
Hacía allí voy pero algo me dice que me espera una larga mañana recorriendo hospitales y dependencias del hermético Ministerio de Salud. Y todo para nada, porque ni ese perro tiene la rabia ni me la ha contagiado. Solo por prevención. Por lo menos, me lo cubre la póliza de accidentes…De todas formas, espero que la naturaleza siga su curso y que ese perro ingrato acabe sus días mucho antes que yo.
DieQuito
Menuda odisea macho!! si ya la ss va como el culo en España, no me quiero imaginar alli.
10-6-2011
lo mejor que te puede pasar hoy es que te den un buen pinchazo! :S suerte!
10-6-2011
El tema de la mordedura de perro es muy serio. Si no consigues la vacuna habla con la gente de la embajada, seguro te pueden ayudar, están para eso entre otras cosas.
Ya se que todo esto suena a madre dando la paliza a hijo pequeño, pero para eso soy tu tia mayor, así que cuentame cuando puedas como te ha ido. Besazos
10-6-2011
Espero que tengas una buena póliza (con suerte de Mapfre, jajajaja…)… De todos modos en Europa no hay rabia y creo que en sudamérica tampoco… así que tránquilizate, la rabia solo en países árabes… y solo árabes pobres…
10-6-2011
Soy el perro que te mordio y nadie se preocupa por mi, y si pillo la rabia humana o la de no dormir estos dias? GUAU desde que te mordi me duelen mis caninos GUAU GUAU
12-6-2011
la de no dormir estos días? no te pillo perro.
13-6-2011
Hace días que no entraba a tu blog y acabo de leer lo del perro…
Suscribo absolutamente lo qeu dice Ofelia. ¿Te has vacunado ya?
Bsss
15-6-2011
Suscribe lo de la tía Ofelia…también lo suscribo yo. Pero encontrar una vacuna aquí no es nada sencillo…El concepto de vacuna aquí no está relacionado con la prevención sino con la cura. Los médicos me han dicho que para poder suministrarme la antirrábica debemos tener al perro el observación 10 días. Si el perro sigue sano no me vacunan, si tiene la rabia entonces sí.
En estos casos es donde se ve la verdadera diferencia entre el primer y el tercer mundo. De todas formas, el perro estaba bien ayer. Lo tengo vigilado.
15-6-2011
Bueno… si al menos puedes tener al perro controlado es algo…
De todos modos… los médicos que te han dicho eso ¿son del sistema sanitario ecuatoriano? y si es así…¿no hay opción tipo seguro privado?
¿y en la embajada que te dicen?…
Besicos mil!!!
15-6-2011
Eran de la sanidad pública. Entonces fui al privado y me dijeron que si tenía al perro controlado y que solo era ese rasguño sin sangrado…era preferible vigilar la evolución de la mascota porque la antirrábica tiene muchísimos efectos secundarios.
15-6-2011
El perro sigue bien y hasta me hacía carantoñas el muy sucio. Me miraba con cara de corderito degollado suplicándome perdon…
21-6-2011
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