Zagreb

En la Yugoslavia de Tito, Zagreb debió de ser una ciudad muy importante y así lo demuestran los edificios del centro de la ciudad. La arquitectura emana socialismo por todas sus aristas y eso también contribuye a crear un ambiente soviético, algo grisáceo, que les da mucho encanto a todas estas ciudades del este de Europa.

Por la mañana, lo primero que hemos hecho ha sido ir a probar el funicular más corto del mundo, ya que, desde hace algo más de un siglo, cubre una distancia de tan solo 60 metros. Después ha tocado visitar el mercado de Dolac y callejear por los alrededores, incluso hasta el Pabellón de arte. Tanto hemos deambulado que nos hemos alejado mucho del centro, hasta las barriadas típicas que uno se puede encontrar en la ciudad de Sofia.

Por pura casualidad, hemos visto que la clínica en la que tenía que hacerme el test de antígenos para el vuelo estaba relativamente cerca y hemos pedido que nos adelantaran la cita. Ya con el negativo en la mano, hemos divisado el estadio del Dinamo de Zagreb y nos hemos acercado a la fan shop para comprar una camiseta. Mañana hay partido de la Champions en este escenario; una pena no poder verlo en directo.

Desde allí hemos cogido el tranvía y hemos ido hasta la otra punta de la ciudad, para ver el lago Jarun, pero lo cierto es que hoy picaba bastante el sol y no hay mucho que ver. Tan solo una familia de cisnes (padre, madre e hijo) ha captado nuestra atención. Desde allí hemos caminado al Arena de Zagreb, y hemos entrado al Arena Centar, para comprarle una lata de cocacola fake al gran JL. Se agradecía mucho el aire acondicionado del centro comercial después de la hora y media paseando bajo un sol de justicia.

Tras regresar al hotel y acicalarnos, hemos ido a la calle de marcha, Ivana Tkalcica, para cenar en una de las concurridas terrazas. En esta calle es donde se concentra el ambiente de la capital croata. Hemos cenado con vino de la casa a 90 kunas el litro, un goulash y una pjelskavica rellena de queso, todo maravilloso.

Después de cenar, nos ha vencido el sueño porque hoy nos hemos pateado casi 20 kilómetros, así que hemos hecho caso a nuestro cuerpo y nos hemos retirado pronto, no sin antes hacer una última visita nocturna a la heladería Vincek. ; )

DieQuito

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