• De Ouarzazate a Tinerhir (día 3)

    El día ha empezado con un delicioso desayuno en el riad con mermelada de dátiles, panes tradicionales marroquíes, zumo de naranja, miel, fresas, té a la menta y mucha amabilidad por parte de los dueños del hotel.

    Y la primera visita ha venido a continuación, en la misma Ouarzazate, en una importante kasbah. Nuestro guía en español nos ha explicado como se remozan las paredes de adobe tras las lluvias, cómo el artesonado de cedro distingue las estancias de los jefes, de las zonas destinadas al servicio, y otros secretos de la kasbah.

    Los que han hecho posible este viaje. Ofe y Miquel

    Después de esta interesante parada, hemos emprendido el camino hacia Tinerhir, aunque primero en dirección a la Garganta del Dadés.

    Como curiosidad hemos visto una central eléctrica solar con una peculiar torre que refleja un haz de luz en el aire. La mejor forma de explicarlo es con una fotografía.

    Tras subir por la sinuosa carretera de la garganta del Dadés, hemos disfrutado de una tortilla bereber, con mucho huevo y verduras, en un hotel colgado al lado del desfiladero.

    Nada más terminar de comer, hemos puesto rumbo a la garganta del Todra, que impresiona con unas paredes de roca de cientos de metros. Muy cerca de allí está Tinehir, la ciudad en la que pernoctaremos esta noche antes de continuar hacia Merzouga.

    Y como foto más bonita del día, la del cachorro de gato persa que descansaba en el zoco de Ouarzazate.

    Como nota curiosa, añadir que durante las tediosas horas de bus, hemos comenzado a visionar Gladiator. Ayer en Aït Ben Haddou, escenario de la película, nos acordamos de la magnífica obra de Ridley Scott y no hemos podido resistirnos.

    DieQuito

  • Emprendemos el viaje hacia el sur (día 2)

    De nuevo nos ha tocado madrugar porque hoy teníamos que llegar hasta la lejana ciudad de Ouarzazate, mucho más allá que la ciudad de Marrakech y atravesando alambicadas carreteras del Atlas. Hemos pasado relativamente cerca del Toubkal, que coroné hace 8 años en compañía de Alberto Bescós.

    La primera parada importante ha sido en Aït Ben Haddou, que es una kasbah muy famosa que ha aparecido en películas como Gladiator o La Momia. Nos han gustado sus callejuelas, su palmeral y sus vistas desde la parte superior de la ciudad. La única pena son las decenas de tiendas de souvenirs, que le quitan algo de encanto al conjunto. A pesar de ello, es un rincón de visita obligada en este país.

    Foto de grupo: De derecha a izquierda María, Pepón, Pepe, Mariló, Miquel, Ofelia, May, Sonia, Mikel y yo

    Después de esta ciudad, en la que además hemos comido un delicioso tajine de pollo y kefta de ternera, hemos seguido camino hasta Ouarzazate, a la que hemos llegado muy cerca del ocaso.

    Cena en el Riad

    La cena, con berenjenas con tomate, cous cous y pollo al limón nos ha recargado las baterías, después de siete horas de autobús.

    Ahora cogeremos la cama con muchas ganas porque han sido dos días especialmente duros.

    DieQuito