Ya estoy de nuevo instalado en Pahar Ganj. Nada más llegar a Nueva Delhi, allá por septiembre, me fui a un hotel de esta zona, tras la recomendación de dos simpáticas canadienses (Melissa y Alysha) a las que aprovecho para saludar desde aquí.
Poco tiempo me quedé. Encontré alojamiento 3 días después, un poco menos económico pero sin duda en una zona más tranquila. La alta densidad de gente, el exceso de ruidos y la suciedad de las calles hacen de esta barriada uno de los lugares más inhóspitos para vivir.
Ahora vuelvo allí, con el firme objetivo de gastar lo mínimo posible, hecho que me garantizará algo de margen en mi siguiente aventura. Aproveché el tranquilo domingo (ironía porque no hay día calmado en la capital de India) para trasladar todos mis enseres desde Kailash Colony hasta mi hotel.
Vuelta a los orígenes, vuelta a dónde comenzó toda está aventura hindi. Empieza mi nueva vida en Pahar Ganj.
InDieQuito
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