Bueno, y ha llegado el día de regresar, pero no sin antes cerrar unos asuntos de trabajo pendientes en Beirut, como visitar el hotel Le Gray. Esta noche hemos estado alojados en Le Bristol y el trato ha sido magnífico, aunque la habitación un poco pequeña. Aún así, por su céntrica situación le pongo una buena nota al alojamiento.ç
En Le Gray me he enamorado por completo de su piscina en el rooftop. Una piscina infinita hecha casi íntegramente de cristal, no apta para los que padecen de vértigo. Además, las vistas del mar del fondo ponen la guinda. Es un hotel que combina además un estilo moderno-tech con una gran calidad de los materiales y una alta seguridad; ideal para altos cargos estatales.
Y para terminar, hemos visitado el hotel Monroe, en donde hemos tenido la última reunión antes de partir hacia el aeropuerto. Ahora estamos en el aeropuerto de Fiumicino antes de volar a Barcelona y poner punto final a este viaje en el que el turismo y el trabajo han ido de la mano. A ver para cuándo la próxima aventura.
DieQuito
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