Hemos aterrizado en Colombia muy pronto por la mañana, ya que el vuelo desde CDMX eran tan solo unas 4 horas. A las 7 de la mañana ya habíamos pasado la zona de visados y estábamos en un taxi rumbo al centro de Bogotá y nos ha sorprendido mucho la cantidad de actividad que había en la calle para ser la primera hora del día.
Una vez en la plaza de Bolivar, hemos ido a dar una vuelta por el barrio de la Candelaria, con sus calles empedradas y sus casas de colores. En cada esquina había un policía, militar o un miembro de seguridad privada, así que se transmite sensación de tranquilidad al viandante.
Después hemos ido a tomar un buen café y hemos cogido un taxi que nos ha subido al Cerro de la Virgen de Guadalupe, desde donde hay una espectaculares vistas de la ciudad. Tras volver a bajar a la zona urbana hemos ido al Museo del oro, muy recomendable, y luego a da un paseo por el centro, que ya estaba super animado hacia el mediodía, con centenares de puestos de venta, músicos y ambiente digno de Pilares.
A continuación nos hemos ido a Plaza de Andres por recomendación de una amiga colombiana y hemos comido Arepa, Patacón y una lulada para beber, sus platos preferidos. Por lo visto, este barrio es uno de los mejores de la ciudad y toda la gente pudiente se concentra en esta zona.
Para terminar, hemos ido a la reunión, la última de todo este periplo antes de coger el último avión de Avianca rumbo a España. Al terminar habremos cubierto unos 40000 kms de avión… cifra nada desdeñable.
DieQuito
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