• Hacia Gaucher (día 209)

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    PERFIL DE LA ETAPA DESDE RUDRAPRAYAG HASTA GAUCHER

    Saldré de un momento a otro del hotel, rumbo en coche a lo alto de aquel puerto de tercera categoría que coronamos ayer para dar por finalizada la etapa. Tenemos la mirada puesta en Gaucher, y en el día de descanso, que se ha pospuesto tratando de evitar el hastío en Shrinagar, una ciudad muy grande y de nuevo sin nada interesante.

    El perfil de la etapa de hoy vuelve a ser muy accidentado y ya alcanzaremos la altitud de los 800 metros, nos acercamos a cotas más altas alejándonos a la vez del calor de la India.

    En Gaucher hay algo que la hace muy especial, pero tendréis que esperar a la tarde, a que lo vea con mis propios ojos, para saber de qué se trata.

    InDieQuito

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  • 2 x 1 moral (día 208 bis)

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    Pronto por la mañana, después de desplazarnos hasta los 6 kms pasado Devaprayag a los que había llegado el día anterior, me he puesto en movimiento con el objetivo ya no solo de cumplir etapa y llegar a Shrinagar, sino de pasar de largo esta ciudad con ánimo de adelantar tarea de la siguiente jornada.

    Y es que aunque lo de hoy no ha sido un 2×1 al uso como lo del otro día, sí que es un 2×1 moral ya que me he quedado a un puñado de kilómetros de Rudraprayag. Me ha parecido correcto forzar un poco la máquina para poder llegar a la última fase de la aventura con una mayor ventaja y capacidad de maniobra.

    La carretera de Devaprayag a Shrinagar es un poco infernal en algunos tramos, con decenas de puntos de desprendimientos de roca debido a lo abrupto del terreno sobre todo en los primeros kilómetros. A partir de Maletha se ha abierto un poco el valle y la situación se ha tranquilizado. Sería mucha casualidad que justamente haya un deslave cuando estas pasando por la zona en cuestión pero hay que andar siempre con mil ojos por si hay algún movimiento en la ladera de la montaña.

    Shrinagar es una ciudad enorme en medio de la cordillera y me recuerda un poco a Quito por la forma de la abertura del valle. A partir de allí hemos continuado durante 16 kilómetros más, hasta lo alto de un puerto de tercera categoría que me he hecho perder el aliento.

    Mañana iba a ser el segundo día de descanso, en este caso en Shrinagar. Pero como no hay mucho que visitar y ni siquiera hay un lugar desde el que ver los gigantes nevados cerca, voy a posponerlo para Gaucher.  Quedan 3 o 4 etapas  para darlo el todo por el todo y en las que no solo mis piernas pondrán la energía, sino la motivación de sentir que estás a punto de cumplir el gran objetivo.

    Un abrazo a todos desde Shrinagar.

    InDieQuito

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  • Shrinagar… ¿y más allá? (día 208)

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    PERFIL DE LA ETAPA HASTA SHRINAGAR

    Al igual que hice con la etapa de ayer, también he dejado la previa de hoy programada. Ayer por la tarde fuimos a hacer una vuelta de reconocimiento con el coche y descubrimos que se trata de un terreno bastante agradable y con tan solo un puerto de tercera categoría como accidente geográfico destacable.

    La pendiente media es de tan solo un 4% y el desnivel acumulado apenas supera los 1000 metros.Como ya sabéis, comenzaré 6 kms más allá de Devaprayag y en principio tengo previsto detenerme 16 kms pasado Shrinagar, para seguir adelantando faena.

    El motivo es que me han comentado que en Rudraprayag, el final de la siguiente jornada, no hay alojamiento y en ese caso prefiero pasar de largo ese lugar y alcanzar Gaucher directamente.

    Hoy sabremos si definitivamente me veo sobrado de fuerzas en la montaña o estas cuestas y los 300 kms comienzan a hacer mella en mí.

    InDieQuito

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  • Prueba superada (día 207 bis)

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    Imagen transversal del puerto

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    En lo alto del puerto… El león y yo gritando victoria!!

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    No os creáis que ha sido fácil. Ha sido durísimo. El primer puerto de entidad de mi aventuraFrom Nueva Delhi to Nanda Devi os confieso que me ha puesto a prueba. Los 12 largos kilómetros del Col de Bachedikhal se extienden por la ladera de una montaña como una escolopendra enrrabietada. 12 kilómetros sin un solo descansillo en los que asciendes un desnivel de unos 700 metros. Para que los maellanos os hagáis una idea es como ir a Mazaleón todo el rato subiendo una pendiente como la de “el Pastelet” (las recurvas que había en la vieja carretera hacia Batea nada más pasar el río Algars). Como digo, ha sido toda una experiencia y cada metro de carretera era una eternidad.

    En lo alto, en Bachedikhal, a 1100 metros de altitud, las vistas del valle eran de postal y corría un viento a las 6 y media de la mañana que poco tiene que ver con el denso y caluroso calor de Nueva Delhi.

    A partir de ahí a comenzado el divertido descenso hasta Devaprayag, que se ha alargado durante 20 kilómetros (imagen 4). Un Shambala en toda regla: paisajes de leyenda, lagrimones en los ojos a causa de la velocidad, vértigo por los barrancos de la derecha y el pulso acelerado a causa de la adrenalina. Ha sido el único descenso largo de toda la expedición, así que me lo guardaré para siempre en la memoria.

    Muy a pesar de los patrocinadores me he tenido que poner un abrigo porque tras la sudada de la subida del puerto, la bajada era propensa a los resfriados y ninguno queremos que caiga enfermo.

    Al llegar, Devaprayag me ha parecido una verdadera cucada. Sus casas, con las paredes pintadas de colores, se amontonan en los barrancos del río como castillos de naipes a punto de derrumbarse; el Murano del Himalaya. No me he detenido allí en un primer momento sino que me he visto recuperado tras el descenso y he decidido hacer 6 kms de llano de la etapa de mañana, para adelantar trabajo camino de Shrinagar. A la vuelta he callejeado por sus enrevesadas calles y he disfrutado de este sitio tan especial. Su puente colgante está situado sobre unos rápidos fascinantes.

    Ahora a descansar y a reponer fuerzas para que mañana no me pase factura el puerto que he superado esta mañana. Mejor dicho, hemos superado, porque todos, los lectores, los patrocinadores y vuestro apoyo hacéis que todo esto sea mucho más gratificante. Un saludo muy fuerte para todos y gracias por la desinteresada lectura.

    InDieQuito

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  • Puerto de primera (día 207)

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    PERFIL DE LA ETAPA-PUERTO DE HOY

    A pesar de que no tengo acceso a la red, he programado la previa de la séptima etapa preparada, la que une Kaudiliya  y Devaprayag.

    Mucha atención porque hoy tenemos uno de los platos fuertes, el Puerto de Bachedikhal, que equivaldría a un primera categoría del Tour de Francia como el Col de Aspin. Desde prácticamente el primer pedaleo me tocará ascender durante 12 largos kilómetros un total de 700 metros de desnivel con una pendiente media del 10%. Calculo que me costará más de una hora superar este accidente geográfico porque en total el desnivel acumulado alcanzan los 2400 metros. En su punto culminante estaremos a 1100 metros de altitud y desde allí comienza un largo descenso que mis piernas agradecerán, hasta la ciudad de Devaprayag. La pendiente media del descenso tiene un 9.5% de coeficiente.

    Ya os contaré que tal ha ido esta experiencia. ¡Menudo desayuno me voy a comer después de la etapa!

    Sino pudiese conectarme hoy a internet por ausencia de conexión lo haré mañana desde Shrinagar con toda seguridad.

    InDieQuito

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  • Buenas sensaciones (día 206 bis)

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    Con los primeros rayos del alba he comenzado a dar pedales, abandonando la ciudad de Rishikesh con rumbo a Kaudiliya. Esta ciudad de nombre casi dictatorial se veía como un grupo de 4 casas desde el satélite de Google, y así ha sido porque ni siquiera hay un lugar donde alojarse.

    Unos kilómetros antes he visto una Guesthouse y tras terminar la etapa en Kaudiliya hemos regresado hasta este hostal al lado de la carretera. Espero que no sea una vía muy transitada durante la noche porque si no va a ser un infierno intentar conciliar el sueño. No me vienen mal estos kilómetros extra que tendré que volver a recorrer porque me servirán de calentamiento, ya que en la etapa de mañana el puerto de primera categoría comienza desde el primer kilómetro.

    Hoy, a pesar de no haber puertos tan exigentes, sí que había interesantes pendientes que ascender y la carretera es preciosa, sobre todo por las vistas, aunque también es peligrosa ya que hay numerosos desprendimientos de roca.

    Todo el trayecto está plagado de carteles con frases concienciadoras “mejor tarde que nunca”, “conduce más lento, vivirás más tiempo” etc. No os extrañéis, en España también los tenemos, con la diferencia de que son luminosos. No olvidemos que nuestras carreteras son de las más mortíferas de la zona UE. En cuanto al tráfico, todo el mundo al que le había contado mi viaje en Rishikesh me había asegurado que lo peor ya había pasado y que ahora se relajaba mucho la situación. Sin duda ha sido así y el número de camiones que continúan río arriba desciende considerablemente a partir de la meca del yoga.

    Por lo demás, la etapa ha discurrido sin apenas incidencias. Tan solo un perro empeñado en jugar, o en morder, quién sabe, me ha perseguido unas decenas de metros. Vinay, tirando de claxon, ha terminado de asustarle para mi tranquilidad. Mañana, a Devaprayag!

    InDieQuito

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  • ¡A Kaudiliya! (día 206)

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    PERFIL DE LA ETAPA DE HOY

    Kaudiliya nos espera al final de esta larga carretera serpenteante que se extiende ante nuestras narices. En total son más de 30 kilómetros con un desnivel de 1700 metros de ascensión y otros 1700 de descenso. Una montaña rusa de etapa para llegar a una altitud muy similar a la que estamos situados ahora mismo en Rishikesh.

    Cuando la carretera sube para arriba la pendiente media gira en torno al 6% y para ser concretos un 5,9% en el caso del descenso. Lo más reseñable del gráfico de Google Earth es que habla de una pendiente del 31%!! Ya os contaré si ese muro de asfalto existe porque me da a mí que en este tipo de mediciones el juguete de Google no es tan preciso como desearíamos.

    En Kaudiliya dudo mucho que tenga internet, y supongo que se mantendrá esta situación dos días más. La peor noticia sin embargo es que también creo que me va a tocar pernoctar en el coche… De todas maneras, es de suponer que en Shrinagar habrá conexión y una vez allí os pondré al día con las crónicas y con fotografías como ha venido siendo hasta ahora.

    InDieQuito

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  • Día de descanso (día 205)

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    Hoy es día de descanso en mi particular peregrinación al Nanda Devi y me he despertado en Rishikesh hacia las 9 de la mañana. Después de un saludable desayuno, Vinay ha venido a buscarme y hemos ido a visitar la zona alta de Rishikesh, en donde hay un impresionante puente colgante.

    Antes de comenzar debo contaros que Rishikesh es una ciudad muy especial, que separa la llanura de los Himalayas. Situada a la vera del Ganges, es meca del yoga y la meditación y muchos extranjeros vienen para pasar unos día en un ashram. Otras peculiaridades de la ciudad es que se permite consumir alcohol ni carne en ella y por supuesto, ninguno de ambos productos se vende en sus calles.

    Como os decía, el puente, que podéis observar en la primera fotografía, se balancea como una serpiente emplumada y durante todo el trayecto vas mareado. Yo ya conozco demasiados ejemplos de la “calidad” y fiabilidad de la ingeniería india y todo ese rato que cuesta cruzarlo pensaba que me iba a tocar a mí, sin embargo, el puente ha aguantado sin problemas. Para mi sorpresa por él circulan hasta motocicletas y vespinos.

    En el otro lado te espera un océano de tranquilidad que llevaba muchos meses sin respirar. Sinceramente lo necesitaba, necesitaba el silencio y el contacto con la naturaleza. En aquella parte de la ciudad solo hay templos, vacas y santones. No hay coches y si no fuese por las repulsivas bocinas de las motos, la paz sería absoluta.

    Hemos bajado a la orilla del Ganges, en donde se despliega una especie de playa arenosa y allí me he puesto a escuchar. Desde ese sitio todavía se pueden oír esos claxon y bocinas como si fuesen parte de una diabólica melodía que nunca cesa. Se oyen muy  de fondo, pero son perceptibles y salen del corazón de la ciudad. En todas las ciudades de India y, por supuesto, en Nueva Delhi, es siempre así, por eso ha sido especial cruzar a este otro lado. Montaña arriba espero poder encontrar más momentos como este.

    Por otro lado, no hubo remontada… Lo pude ver en directo y el Madrid no se mereció el pase, aunque hubiese tenido su gracia que tras todo el partido mareando la perdiz, los blancos consiguiesen los tres goles en los 10 últimos minutos.

    Yo en todo caso seguiré a lo mío. Mañana vuelvo a montarme en la bicicleta y a primera hora pondremos rumbo a Kaudiliya. La primera etapa de montaña. Empieza lo serio.

    InDieQuito

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