• ¡Sushiya! (día 217)

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    El sushi es una de esas bendiciones que nos llegaron del país del sol naciente. Yo soy muy aficionado, sobre todo con bastante wasabi. Ese picor que te invade toda la garganta y que sube hasta el cerebro es incomparable.

    Aquí en la India hay que andarse con cuidado sobre todo a la hora de comer pescado, especialmente si es crudo, pero hay un lugar en el que sí que depósito mi confianza. Situado en el lujoso centro comercial Saket, Sushiya es un pequeño puesto de sushi y sashimi a precio razonable. Dispone de servicio a domicilio y para mí lo más importante es que te hacen esos rollitos de arroz, vegetales y salmón allí mismo, delante de tus ojos curiosos. Eso sin duda transmite frescura y limpieza.

    Ahora como nota curiosa diré que yo no soy de esos que les pone el filamento rosado de jengibre encima. Ese sabor me recuerda mucho a la colonia barata y es que por lo visto utilizan el jengibre para crear numerosos perfumes.

    Otro sitio fiable en el comer este manjar japonés en Nueva Delhi es el restaurante oriental Tamura, situado en Green Park, aunque a un precio más elevado.

    InDieQuito

    Imagen: fortmcdowellcasino

  • El aeropuerto de Delhi (día 216)

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    El Aeropuerto Internacional Indira Gandhi es una de las mejores infraestructuras de Nueva Delhi, rivalizando con el entramado del metro. Su tamaño y modernidad sorprenden al viajero que llega a India preparado para lo peor.

    Parece, sinceramente que el blanco impoluto y la amplitud y soledad de sus enormes pasillos han sido diseñado para contrastar, por un lado con la inmundicia, suciedad y negrura de las calles de este país, y por otro con la alta densidad de población y la sensación de ausencia de espacio, que se hacen notar en la mayor parte de la ciudad.

    El aeropuerto no está nada mal y su Duty free presume de ser uno de los mejores de Asía. Habría mucho que discutir sobre eso, pero lo cierto es que está por encima de la media. La oferta de restauración es también bastante completa y los servicios suelen estar impecables. Estos detalles son muy importantes para la gente que hace largas escalas en el edificio o para la gente prudente que va a la puerta de embarque con 5 horas de antelación.

    Yo he utilizado ese aeropuerto en un total de 7 ocasiones y dentro de 5 días me trasladaré para utilizarlo una vez más con rumbo a París, a la Ciudad de las Luces.

    InDieQuito

    Imagen: aeropuertosdelmundo

  • Mi bunker de hielo (día 215)

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    El aire acondicionado dicen que no es muy bueno para la salud. Ese chorro de aire tan seco y frío te deja baldado si lo enciendes durante la noche para dormir. Esta semana me lo estoy saltando a la torera porque durante las veladas ya hace un calor de aquí te espero.

    Y el día, obviamente es mucho peor, aunque  he encontrado un rincón en Delhi, que por su tranquilidad y frescura adquiere el estatus de sala sagrada. La biblioteca del Instituto Cervantes se ha convertido en mi bunker de hielo, en mi sala de meditación en la que disfruto del silencio, del fresco, del WIFI y, en ausencia de mar, me sumerjo en las novelas de Manuel Vázquez Montalbán y su sórdido detective Carvalho, mi último descubrimiento literario. Ya voy por la  segunda novelas y espero que caiga una tercera.

    Esta biblioteca es, con toda seguridad, la mayor concentración de libros en castellano de toda Nueva Delhi, y muchos estudiantes de español del Instituto Cervantes pasan allí horas y horas viendo televisión española con subtítulos, leyendo a nuestros literatos, haciendo deberes de clase o visionando películas de Almodóvar,  Alex de la Iglesia o Bigas Luna.

    Voy a pasar muchas horas allí el resto de mis días en Delhi. La opción turística de la ciudad está ya agotada para mí y el calor es un cabrón, hablando en plata, así que me quedaré convertido en una auténtica rata de biblioteca.

    InDieQuito

    Imagen: nuevadelhi.cervantes

  • Comilona (día 214)

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    Un compañero de oficina que también se marcha  ha organizado un vino español por todo lo alto en casa del diplomático que era su jefe directo.

    Pastel atún, tortilla de patata, salsa de mejillones en escabeche, salmorejo, ajoblanco, vino tinto de calidad, rollitos de salmón. Auténticas delicias que han hecho maravillas en el paladar de todos. Los que llevamos tiempo sin deleitarnos con la gastronomía española lo hemos apreciado más aún si cabe.

    El Embajador de España se ha acercado por allí y ha dado un breve discurso de despedida, deseando la mayor suerte del mundo a los que nos vamos de la Embajada (entre los que me incluyo) para buscarnos la vida en cualquier otro punto del globo.

    Yo he de confesar que he bebido dos copas de vino tinto y me he puesto un poco tocado. Normal, con 4 o 5 kilos de menos y después de haber hecho tanto deporte… A partir de ahora, en alguna que otra despedida que me queda, el alcohol tiene prohibida la entrada en mis entrañas. Menudo empacho de comida de todas formas. Me voy a dormir sin cenar.

    InDieQuito

  • Gangas a go-go (día 213)

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    Dentro de una semana parto hacia Europa, hacia esa región del mundo en la que nadie tiene un euro pero en la que todo es carísimo. París ya ni os cuento lo que puede suponer, así que de forma consciente o inconsciente (todavía no lo tengo claro) me ha surgido una fiebre ahorrativa con la que trato de invertir mi dinero en gangas que utilizaré en el futuro.

    Resulta que el otro día caí en la cuenta de que la vida útil de mi cepillo de dientes ya había llegado a su fin y cuando fui a comprarme a su sustituto me enteré de que un cepillo Colgate, que en España ronda los 3 o 4 euros, aquí cuesta solo 10 céntimos. Me compré tres y ya tengo para todo el año. Las cuchillas de afeitar también tienen precios de regalo, las cremas… Todos los productos del día a día son muy baratos y parece que me dé cuenta ahora que me voy, cosa que no es cierta, pero sí que empiezo a ponerme en el lugar de volver al supermercado y gastarte 20 euros en 5 cosas de nada.

    Las camisas a medida son un lujo en España y si encima te las haces en Italia, en la meca de la moda, ya ni te cuento. Aquí seleccionando la tela me cuestan 9 euros por unidad. Eso sí, al sastre le he dicho que no sea muy meticuloso con mi talla porque ahora voy con 5 kilos de menos por la vida y con la comida europea volveré a mi peso habitual.

    Mi destrozado móvil también ha pasado por el cirujano de estética y se ha cambiado la pantalla retina por la modesta suma de 45 euros. En España creo que son cerca de 200. ¡Ahora mi flamante 4s parece un móvil recién sacado de la fábrica!

    Intentaré invertir mis últimas rupias lo más inteligentemente posible.

    InDieQuito

    Imagen: businessweek

  • Delhi, sofocante (día 212)

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    En Nueva Delhi se había ido incrementando el calor paulatinamente a lo largo de todo el mes de abril. Sin apenas dejarse notar, cada subía un poco más la temperatura y a finales de mes llegamos a tener 37 grados en el mercurio.

    Ha sido marcharse 10 días a las montañas y al regresar recibir un golpe de calor que me ha dejado atufado. Hoy en Delhi ya hemos llegado a los 42, y promete seguir subiendo durante todo el mes de mayo. Menos mal que yo ya me marcho en poco más de una semana porque esto empieza a ser insoportable.

    En las estaciones de metro que están al aire libre (en las zonas de tren elevado) un calor del desierto las cruza de punta a punta enrojeciéndote los pómulos y haciéndote mascar saliva reseca. Hoy he bebido cerca de 5 litros de líquido… y aún quedan unas horas hasta que me acueste. Supongo que seguiré a este ritmo dos o tres días más, hasta que me acostumbre un poco a la temperatura.

    Lo más increíble de todo es que como bien dicen mis veteranos compañeros de embajada, esto no es nada en comparación a lo que está por llegar. Normal que esta época sea temporada baja para el turista, porque nadie disfrutaría de la India con semejante sofoco.

    InDieQuito

    Imagem: jagran

  • Una aventura inolvidable (día 211)

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    Ya estoy de nuevo en Delhi. Otra vez en el caos, la polución y la maraña de coches y personas. Además hace ya un calor que se caen los pájaros del nido. En 10 días cogeré un avión rumbo a París, así que ya estoy en la recta final de mi estancia en India.

    Hoy es un buen día para hacer un balance de lo que ha sido From Nueva Delhi to Nanda Devi. Esta ruta por India que se ocurrió a comienzos de marzo tenía como objetivo principal sentir libertad que ofrece la cordillera del Himalaya pero de una manera especial, desde una bicicleta. Sentirme en las montañas, en plena naturaleza, llegar a ellas gracias a mi energía y poder llevarme un grato recuerdo en el zurrón.

    No me ha defraudado para nada. La verdad es que ha sido espectacular y he tenido que hacer el arreón final porque unas tormentas que se estaban cerrando sobre el valle, y en las montañas cuando se cierra, puede durar la cosa una semana. Por ello preferí asegurar el tiro y completar el circuito en el menor tiempo posible, evitando así ese riesgo. Al final la media rondó los 50 kms por día, un 25% más de los 40 kms que me había propuesto en un principio. No sé si alguien más habrá hecho esta ruta antes (al menos en internet nadie lo ha dejado reflejado) y ahora este sitio web ya se puede utilizar como guía en exclusiva para algo, lo que no es poco en este enorme mundo de la red. Quizás haya sido el primero… quién sabe…

    Y en cuanto a las sensaciones… Pues qué decir… Descender a velocidad de vértigo por esas carreteras, mirar a los ojos a todos aquellos aldeanos con los que me he cruzado, los amaneceres cada mañana, algunos con los tonos rosados y anaranjados que los convierten en obras de arte efímeras, las noches silenciosas de los valles, el Ganges portando su agua sagrada río abajo…

    Antes de despedirme quería decir que durante estos días una de las principales compañías ha sido la música trance. Quiero dejar aquí mi lista de canciones, una por cada día incluyendo el día de descanso, por si alguien quiere escucharlas. Solo hay que pulsar en el nombre.

    The Blizzard – “Kalopsia”

    Whirpool – “Under the sun (Solarstone remix)”

    3rd Moon – “Monsun”

    Perry O’ Neal – “Kubik”

    Robert Nickson – “We won’t forget”

    Michael Dow – “Ascent”

    Phuture Sound feat. Angie- “Come to me”

    Ave Mea – “In the end”

    Gabriel & Dresden – “Arcadia”

    Giusseppe Ottaviani – “Until Monday”

    Ha sido un verdadero placer recoger aquí mis vivencias y que vosotros hayáis leído las crónicas con tanto interés.

    Pronto volveré con más aventuras.

    InDieQuito

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  • Reto conseguido (día 210 bis)

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    Hacia el final de la tarde de ayer se puso a llover en Gopeshwar. Por la noche he soñado que llovía a cantaros, quizás un sueño provocado por el continuo ruido de tuberías de la guesthouse en la que he pernoctado. Por eso, cuando a las 4:30 he abierto el ojo y he visto alguna estrella sobre el cielo me he puesto de muy bien humor.

    Hemos puesto rumbo a Nandaprayag cuando todavía era de noche y una vez allí, me he puesto el uniforme de faena. 61 kms por delante, con el cansancio acumulado, todo para evitar una semana de lluvias que está a punto de cernirse sobre nuestras cabezas.

    He comenzado muy tranquilo, alrededor de las 6 de la mañana. Mi intención era guardar las fuerzas para los dos grandes puertos que tenía que superar a lo largo de la mañana.

    Poco después de comenzar la subida al primer puerto que me iba a encontrar, un segunda categoría de 8 kms de longitud, he pinchado mi rueda trasera. El poro en la cubierta era muy pequeño así que hemos inflado a tope y hemos continuado. Para nuestra fortuna había un solitario taller mecánico en medio de la nada, tan solo 1 km y medio más arriba. He de reconocer que no sé si habrá sido por ese descansillo pero el puerto se me ha hecho bastante llevadero y he alcanzado Pipalkoti, localidad que iba a ser la salida de la última etapa, sin mayores inconvenientes. A partir de ahí, quedaban 34 kms para el destino.

    Poco después ha habido otro parón porque nos hemos encontrado la carretera cortada por un desprendimiento y una máquina excavadora trabajando en ello. Unos minutos más tarde hemos reenpredido la marcha.

    Había un tercer puerto camuflado, un conjunto de pendientes que se ha alargado más de 4 kms y que era un tercera categoría con toda seguridad, todo para añadirle un poco más de épica al asunto.

    Finalmente, hemos llegado al cartel que indica que faltan 13 kms para Joshimath, un cartel que marca el comienzo del puerto de primera categoría que sí que me ha hecho sudar de lo lindo. Los 13 kilómetros, distribuidos en torno a 4 recurvas de 180 grados se me han hecho muy eternos. No avanzaba y los dolores en las piernas se han adueñado de mis pensamientos. La música en el oído izquierdo a jugado un papel importante para abstraerme y seguir cuesta arriba.

    Conforme nos acercábamos a la cota de los 2000 metros ha empezado a notarse un frío helador y eso que eran casi las 10 de la mañana. Por fin, después de mucho sufrimiento, he llegado a Joshimath, esa meta que parecía todavía tan lejana hace apenas 2 días, esa meta que era el objetivo de todo este proyecto que lleva dos meses rondándome la cabeza.  Mañana haré un balance de toda la aventura. Ahora me retiro a descansar porque estoy exhausto.

    Un enorme abrazo. Lo conseguimos!!

    InDieQuito

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  • Etapa final (día 210)

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    PERFIL DE LA ETAPA DEFINITIVA

    Durante todo el día de ayer estuve cruzando los dedos para que hoy haya salido un buen día, o al menos un día aceptable. He dejado esta entrada programada porque tengo un pálpito de que así será y podré enfrentarme a la que es sin duda, la etapa reina de esta ruta por la India.

    60 kms en los que la mente tiene mucho trabajo por hacer. El cansancio acumulado tras más de 400 kms pedaleados en los últimos 9 días será un factor que habrá que mantener bajo llave en algún armario ropero del cerebro. Hoy no hay tiempo para estar cansado. Hoy es el momento de luchar como un guerrero y llegar a Joshimath antes de que el clima se interponga en nuestro camino.

    Un abrazo fuerte a todos y espero vuestra energía positiva. Calculo que serán unas 4 horas de bicicleta prácticamente sin parar de subir pendientes, el perfil de la etapa no puede esconder nada más que un infierno de cuestas interminables. Un segunda categoría nos espera antes del ecuador de la etapa y un primera como guinda final del pastel.

    InDieQuito

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  • ¡Nandaprayag! (día 209 bis)

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    Sí, leéis bien. En Nandaprayag hemos terminado hoy la etapa, lo que supone llegar a este punto con 4 días de adelanto. ¿Por qué tanta prisa? Pues porque ayer en Srinagar comenzaron a llegar unos nubarrones con malas pulgas. Hoy esos miedos, se han transformado en paranoias durante las horas en la bicicleta. El cielo se ha nublado por completo y esto amenaza por echarlo todo a perder. El problema es que en estas carreteras cuando llueve, no solo caen gotas, caen rocas como camiones.

    Sobre la bici, negándome a aceptar la posibilidad de no llegar a Joshimath estando tan cerca y teniendo en cuenta que el recorrido de hoy no era muy exigente, he decidido lanzar una huida hacia adelante y tras 55 kms de carreteras de montaña, he alcanzado Nandaprayag.

    Esta ciudad de sitúa a 900 metros de altitud y no había alojamiento disponible así que nos hemos trasladado a Gopeshwar, una auténtica capital en las montañas, que además está situada a unos 1300 metros de altitud.

    No sabemos si hoy lloverá, de momento no lo ha hecho y esperamos que siga así. Si mañana sale un día sin lluvia pondré rumbo a Joshimath, la meta final, el objetivo de todo esto, ciudad de la que me separan 60 kms. Para ello sería necesario hacer una megaetapa de esa distancia en la que hay un puerto de segunda categoría antes de llegar a Pipalkoti y un primera categoría con final en alto a 2000 metros de altitud, en la anhelada localidad. Lo bueno de todo esto es que ya pedalearía a sabiendas de que no hay ninguna fuerza que conservar, que hay que darlo todo para cubrir la etapa y llegar al final de esta aventura.

    En el peor de los casos, si lloviese mañana, haría realidad el segundo día de descanso, que por otro lado tampoco me vendría nada mal. Tengo las piernas un poco ya cargadas y además me gustaría poder disfrutar de la tranquilidad, las vistas y la paz que hay en estas latitudes. Pero como digo, si veo la posibilidad de ascender mañana, quemaré las naves para evitar disgustos a causa de la climatología, elemento que ya me hizo abandonar en Nepal el año pasado mi tentativa de ascensión al Tharpu Chuli.

    Crucemos los dedos por un día sin borrasca.

    Por cierto, ya que he pasado de largo Gaucher (ciudad en la que iba a dormir hoy inicialmente) os explico lo que la hace tan diferente para que no os quedéis con la duda. Se trata de una ciudad-aeropuerto con una enorme pista de aterrizaje en medio que ocupa el 80% del poblado.

    InDieQuito.

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