Al principio era solo una idea, y hoy ya es una realidad. Al principio comenzamos a vender desde España, hoy ya tenemos una oficina física en México. Lo cierto es que estamos orgullosos de ello y no hay nada mejor para celebrarlo que una fiesta sorpresa, y es la que nos ha preparado nuestro socio y amigo a traición y sin que sospechásemos para nada… Hemos entrado en el edificio de la oficina y nada más pasar el umbral de la puerta un montón de globos, gritos y saludos nos han avasallado. Las mesas estaban repletas de comida y buen vino, y también había música. Incluso ha venido un cura a dar sus bendiciones para que el negocio sea próspero. Esta costumbre estaba muy arraigada en España antaño; aquí continúa haciéndose.
También tengo que deciros que hemos probado los escalomes, unos huevos de hormiga que se comen con guacamole dentro de un taco, y que no me han disgustado lo más mínimo. Aunque no sería un plato que me pediría todos los días, para ser sincero.
Ahora ya estamos en el aeropuerto de Ciudad de México y en unos minutos pondremos rumbo a la ciudad de Bogotá, en donde tendremos la última reunión antes de regresar a España.
DieQuito
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