El primer Starbucks de Nueva Delhi abrió sus puertas hace cosa de un mes y ha estado varias semanas con una cola que casi daba la vuelta a la manzana. Realmente increíble. Por fin, el hype ha desaparecido y ahora es cuando he aprovechado para acercarme por allí.
El establecimiento está situado en la céntrica Connaught Place y tiene varias diferencias con el resto de Starbucks del mundo. Para comenzar debo de mencionar la mayor de todas y es que igual detrás de la barra hay una docena de empleados, como en todos los restaurantes y bares de India, porque aquí en este país los camareros trabajan como en una cadena de montaje: uno calienta la leche, otro echa el azúcar, otro añade la nata, otro pone la pajita, otro cobra y otro aplaude. Es de vergüenza.
Las otras dos diferencias son que hay tazas de Starbucks personalizadas para India y que tienen Chai Latte, la bebida preferida de mi querida Ivahnova. Como era de esperar me decanté por esa bebida de inspiración India. Y por cierto, los precios también son mucho más asequibles que en el resto del mundo.
InDieQuito
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