
El Cairo hoy en día es una metrópolis con más de 20 millones de habitantes y ha venido siendo un centro de población desde los últimos milenios, en una especie de enclave que une Asía con Europa y con África. Allí la civilización floreció y los vestigios arqueológicos que todavía perduran son fascinantes.

Mi tía ha decidido llevarnos por las ruinas avanzando de forma evolutiva, y para ello implica en primer lugar parar en la ciudad de Saqqara, en la que se pueden ver las pirámides primigenias, con escalones y con menos pulcritud a la hora de tallar los bloques de piedra.






Después de este aperitivo llegaba el turno para las pirámides de Giza, que en su momento ya fascinaron a mi madre, que tuvo la suerte de poder venir a verlas en 2005. Lo cierto es que impresionan por su tamaño, especialmente la de Keops, y no hay que olvidar que es la única maravilla del mundo antiguo que sigue en pie en la actualidad.



Tras comer con unas vistas impresionantes de este magnífico lugar nos hemos ido a casa a refugiarnos del calor, que sigue siendo intenso a pesar de que estamos en el mes de octubre. Además, por la noche tenemos fiesta en casa de Marina y Karim, que son dos amigos de mis tíos.


Como veis, en esta fiesta no ha faltado ni ambientazo ni una comida bien calórica para recargar bien las baterías antes de seguir con nuestra visita express por El Cairo.
DieQuito
Leave a Reply