El Dutch Bungalow de Fort Kochi

En cuanto aterrizas en Cochín y empiezas el largo viaje desde el aeropuerto hasta Fort Kochi te das cuenta de que vuelves a estar en India por ese olor a pimienta quemada que lo invade todo, y también por el desordenado tráfico motorizado que admite autoricksaws, coches de diseño barato y algún que otro autobús desvencijado.

En Kerala, nos encontramos un estado más ordenado y limpio que otros lugares de la India, pero no deja de ser el Indostán, y por eso cuando traspasas las puertas del Dutch Bungalow y caminas por su colonial vestíbulo hasta la zona de la piscina, tu mente se agradece. En esta piscina encuentras la tranquilidad que se busca.

Esta zona común está rodeada de vegetación y de árboles, y justo delante de la piscina es donde tomas el desayuno a base de huevos fritos, embutido asado y vegetales horneados con unas gotas de aceite. La mejor forma de empezar el día con energía.

La habitación es enorme y todo el mobiliario tiene un estilo muy viajero, incluyendo las características persianas de lamas propias de las casas de diplomáticos en países orientales o africanos.

La limpieza prima por encima de todo, así como el servicio. Si buscas un hotel en el que pasar la noche en Fort Kochi, a tan solo dos minutos andando del mar, El Dutch Bungalow es el lugar adecuado.

DieQuito

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