• La vuelta al mundo comienza con una escala en El Cairo

    El viaje ha comenzado de la mejor visita posible, quedando con el gran David Andric en el aeropuerto de Barajas, a quien siempre es un placer ver: tenemos un viaje pendiente; escrito queda.

    Nuestro Boeing 737 MAX ha aterrizado sin contratiempos en la capital de Egipto. El vuelo desde Madrid se ha hecho corto porque en un avión moderno se viaja con mejor confort, tecnología y servicios. Sin embargo, al llegar nos hemos topado con un aeropuerto desvencijado, anclado en los ochenta y en los que ni siquiera los empleados te sabían indicar con claridad. Al menos, hemos tenido el morro de entrar en el Lounge Business de Egypt Air sin que nadie nos preguntara si nuestro billete incluía dicho servicio, que obviamente no incluía. Es la primera vez que me pasa y supongo que ha sido más por el pasotismo del personal que por nuestras pintas de occidentales, que ya no sorprenden en ningún lugar y menos en un aeropuerto como el de El Cairo.

    Ahora embarcamos en el siguiente avión, en esta ocasión uno más grande, rumbo al primer destino, el sur de la China. Espero poder pegar alguna cabezadita… hemos bebido un poco de cerveza Sakara y llevamos unas almohadillas para el cuello, pero algo me dice que ni por esas. Hasta pronto

    DieQuito