• Sea World y Wooderland

    El año pasado ya nos dimos cuenta de que en la calle más inesperada de Shenzhen, te aguardaba el centro comercial más increíble con el que te hubieras topado a lo largo de tu vida. Esta vez lo hemos descubierto con Google Earth, pero ya decimos sin miedo que el Sea World es el mejor mall que hemos pisado; y hablo por los tres.

    El Sea World tiene nada más y nada menos que un enorme barco en el centro de un lago; el barco tiene restaurante, y en las orillas del lago se emplazan un montón de restaurantes y tiendas de grandes marcas como si de un pueblo pesquero se tratara. Un poco más allá hay un mall con una enorme malla en el que también hay cines, y en una segunda fila, unos grandes rascacielos, también muy shenzhenitas.

    Hoy nos apetecía un poco de easy food, tras una jornada de trabajo bastante intensa, así que hemos comido en un restaurante italiano una especie de pizza alargada y nos ha venido bien para olvidarnos un poco de la comida china.

    La guinda final: una tienda llamada Wooderland con todo tipo de regalos de madera que nos ha encantado por la originalidad del establecimiento y su decoración, por la calidad de sus productos y la amabilidad de los empleados. Lo único que no nos ha convencido mucho han sido sus precios desorbitados. Os dejo unas imágenes de la boscosa tienda.

    Diequito

  • De nuevo a Shenzhen

    El año pasado nos alojamos en Nanshan, en un apartamento en un rascacielos de 40 plantas. Este año había reservado en el mismo apartamento pero no ha habido suerte y nos han colocado en otro piso y otro edificio. Nos hacía gracia alojarnos en el mismo sitio exacto pero a veces las cosas no salen como uno las planifica.

    El viaje desde Dongguan se ha hecho un poco menos pesado que de costumbre y es que recuerdo que el año pasado fueron más de dos horas. Luego hemos ido a una tienda de falsificaciones a comprar algunas cosas: en China tienes que hacer esto para integrarte. Es muy curioso como algunas paradas de metro se conectan entre sí por pasillos repletos de tiendas, al más puro estilo de las difuntas galerías comerciales que tanto abundan en Zaragoza, pero no muertas y solitarias como en España, sino repletas de tienda, vida y colores.

    Mañana tenemos un día duro por delante, con más visitas a polígonos industriales y varias reuniones agendadas, así que es hora de dormir. Además, anoche vi como el Barcelona nos pintaba la carita en el Bernabeu sin merecerlo. Apeados de la copa del Rey, ya solo nos queda la baza de la Champions, como el año pasado…

    Diequito