• Paisaje tropical (día 7)

    PAISAJE TROPICAL

    Este es el maravilloso paisaje tropical que veo desde mi habitación. Puedo ver los pueblos de Tumbaco y Puembo que están en los valles que descienden desde Quito. El verde predomina a pesar de que la altura ya regula la cantidad de vegetación. Cada mañana, el sol lame primero con suavidad y luego con furia todos estos dominios. Nuestra estrella se mantiene en el centro del cielo durante varias horas y sus rayos caen perpendiculares destruyendo a todo bicho viviente. El bloqueador solar, así es como aquí lo denominan, es imprescindible para salir de casa durante las horas centrales del día.

    Ayer salí con unos amigos a dar un paseo con la bicicleta. Aunque de paseo no tenía nada porque eran 35 kilómetros por una antigua vía de tren reconvertida en pista para ciclistas, algo similar a las vías verdes en España, con un desnivel de 300 metros, túneles sin luz y un calor horrible. La menor concentración de oxígeno se hace notar y las cuestas se convierten en Tourmalets en menos que canta un gallo.

    ¡Qué maravilla de frutas tienen aquí! Ayer probé el jugo de naranjilla, el taxo: una especie de pequeño plátano con pepitas rojas en su interior y un ligero sabor acidulce y una granadilla, que es una fruta que me recordó por su color y textura a un huevo de alien, pero que está deliciosa. Por fuera parece una naranja de Valencia, pero su interior está formado por unas pepitas viscosas de tonos verdosos que se tienen que saborear y succionar sin masticar. Las apariencias engañan. Además por fin degusté el famoso ceviche ecuatoriano de camarones y me resultó fabuloso.

    DieQuito