Maella es el punto de comienzo de esta aventura. Hemos llegado aquí en dos coches y nos iremos todos en uno, en la Citroen Jumpy de mi querido padre, con 6 plazas de capacidad y un maletero gigantesco para todas las mochilas de montaña que necesitemos.
Ahora nos esperan unas 12 horas de viaje a través del sur de Francia para alcanzar la cordillera con más historia del continente europeo. Chamonix, cuna del montañismo y muy relacionada con las grandes figuras del alpinismo francés de mediados de siglo: Terray, Rebuffat, Herzog, Lachenal, etc.
La paliza de más de 1000 kilómetros la haremos por turnos, aunque realmente es muy difícil dormir en esta furgoneta… Mañana va a ser un día para instalarse y dormitar. Se trata de coger fuerzas y dejarlo todo más o menos listo.
Para situar al personal, os voy a explicar un poco cómo está organizado el viaje. Mañana día 25 como he dicho líneas arriba es un día de relax. El viernes 26 en principio subimos a Aiguille du Midi (3800 metros) a aclimatar. El sábado es posible que nos vayamos a la Mer de Glace a hacer una andada suave, para no perder tono. El domingo es el día de reposo previo a la ascensión y encima mí tío Jose Pedro terminará ese día la Ultratrail del Mont Blanc, 160 kms en menos de 47 horas, y le estaré esperando en la meta de Chamonix.
Ya en lunes salimos hacia Gouter, para dormir en el refugio, a 3600 metros y ya el martes, partir hacia la cima del Mont Blanc. El miércoles 31 de agosto descansamos en Chamonix y el jueves 1 de septiembre ponemos ya rumbo de regreso.
Por cierto, las previsiones meteorológicas para domingo-lunes (el día que en teoría subimos a Gouter) no son de lo más halagüeñas como podéis ver aquí y quizás tengamos que cambiar los planes.
Iremos viendo cómo evoluciona el clima y ya iremos tomando decisiones.
DieQuito
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