Blues es una discoteca escondida en un sótano muy cerca de la intersección entre La República y Eloy Alfaro. Acudimos a primera hora y el local estaba vacío aunque con barra libre, yo no lo aproveché porque no estoy como para beber alcohol a dos días de la expedición al volcán Cotopaxi.
Desde que bajas las escaleras ya te das cuenta de que no es una discoteca comercial. Sus decoraciones psicodélicas y su luz negra, que inunda todo el espacio, convierten al club en una oda a lo alternativo. Su música también es diferente porque aquí el Reggaeton tiene prohibida la entrada.
Después sucedió algo muy habitual: estas sentando en alguna mesa tranquilo mientras la música ya anima a bailar, llevas una hora allí dentro charlando y tomando tu bebida…y de repente te percatas de que la discoteca se ha ido llenando de gente por goteo, poco a poco pero de forma constante. Por consiguiente, la pista central, antes similar a una cancha de patinaje olímpico con esa sensación de amplitud que infunde miedo escénico, es un angosto laberinto de personas en movimiento que late como un corazón en pleno esfuerzo.
Sweet Home Alabama, Song 2 o Radio Gagá atronaron por los parlantes (así le llaman aquí a los altavoces)…incluso Entre Dos Tierras, pero el deejay debía de tener órdenes precisas de cortar las canciones a los 2 minutos porque hacía eso continuamente, y los que conocéis la canción de Héroes sabéis lo que le cuesta entrar al estribillo…
Excelente velada. Ahora es el momento de relajar las piernas, beber abundante líquido y tomar proteínas. Mañana a las 00:00 de la noche comienza la gran aventura del Frontier5000.
DieQuito
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