En la agencia @incrediblemaldives (ese es su Instagram) nos han tratado de maravilla e incluso han pedido que nos dieran la overwater que enfoca hacia el atardecer. Hoy hemos disfrutado de un ocaso de los inolvidables, disfrutando de un vino tinto australiano, viendo pasar los minutos con mucha calma y tranquilidad, mientras el sol se teñía de rojizo. Este ha sido el broche de oro a un viaje inolvidable; tanto por su intensidad como por los lugares visitados.
Me quedo con un buen sabor de boca de la experiencia en Maldivas; al final estos 6 días se han pasado en un volao y se te queda algo de pena al pensar que nunca más volverás a este resort… porque hay tanto mundo que recorrer que sería un pecado.
En fin, ahora toca ir preparando el equipaje que mañana ponemos rumbo a España, rumbo a la rutina y a la vida normal. Pero lo importante son los recuerdos y vivencias que perduran para siempre.
DieQuito
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