• Jaipur

    Jaipur es conocida por los turistas como la ciudad rosa, sobre todo por su muralla de color asalmonado y por su Palacio de los Vientos, que en esta ocasión no he visitado porque el tiempo apremiaba y porque quería volver a explorar a fondo el Amber Fort, que es la verdadera joya de esta ciudad.

    Hemos accedido al Fuerte montados en un elefante y por ello hemos comenzado el día muy pronto, porque los elefantes solo trabajan las primeras horas del día para evitar el calor. El Amber Fort está a las afueras de Jaipur y es el típico fuerte del Rajastán, con princesas, caballos y peleas de cimitarra. Está enclavado en una colina, a la orilla de un río, sin duda un fuerte bien posicionado y difícil de asediar.

    Una vez dentro nos ha tocado resguardarnos de la lluvia, ya que ha caído un aguacero elegante, que solo ha durado unos minutos. Al menos el monzón refresca un rato el cargado ambiente. Dentro del Amber Fort tienes la misma sensación que en el fuerte de Jhansi o que en Fatehpur Sikri; la de estar visitando un lugar abandonado, descubriendolo por primera vez y en solitario, maravilloso.

    Es una visita obligada en India tras el Taj Mahal y Khajuraho, este sería el tercer lugar al que hay que venir sí o sí.

    Después, hemos ido al Palacio Real de Jaipur, visita que no recomiendo en absoluto porque es más bien un gran tenderete de venta de souvenirs y otros enseres en el que lo único interesante es el contenido, que no dista mucho de otras construcciones que hemos venido visitando. Por destacar algo, tiene un patio con cuatro puertas muy ornamentadas que sí es digno de visitar pero no esperéis gran cosa.

    Ahora estamos en el aeropuerto y a punto de embarcar rumbo a Udaipur, la ciudad de los Lagos.

    DieQuito

  • El Amber fort (día 84)

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    El Amber Fort está situado en lo alto de una de las escarpadas colinas que se levantan en los alrededores de la ciudad de Jaipur.

    Palacio y fortaleza al mismo tiempo, es una enorme mole de piedra y murallas que se combina con los preciosos acabados de los patios interiores. Se puede acceder a él con vehículo, a pie, o como es más divertido, con elefante, sin embargo, la larga cola que había que hacer para subirse a uno de los paquidermos nos hizo ser pragmáticos y decidimos subir con el coche.

    Desde arriba, las vistas de los fuertes circundantes y de la que bautizamos como la Gran Muralla India, y de esa vegetación de secano, hacen de este rincón del Rajastán uno de los más bonitos que he visto en la India.

    Hacia mediodía, muy conscientes del largo trayecto que nos esperaba hasta Delhi, abandonamos ese idílico lugar anclado en el pasado para embotellarnos en el automóvil.

    El viaje de día resultó mucho más divertido, por la cantidad de vehículos estrambóticos que pudimos ver, aunque también casi nos dio un ataque al corazón en más de una ocasión, al ver los temerarios adelantamientos y cambios de carril del psicodriver Rajú. Esto es el tráfico de la India y hay que acostumbrarse a su modo de vida (imágenes 2 y 3). Así pues, solo tengo palabras de agradecimiento para la agencia de alquiler de coches La India Increíble, por su excelente gestión y servicio.

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    Hoy toca de nuevo trabajar y así será hasta el miércoles, cuando volveré a poner rumbo al Rajastán, pero esta vez en un tren con final en Jaisalmer.

    InDieQuito

    Imagen 1: rajasthan-tour-packages

  • Primer día en Jaipur (día 83)

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    Nuestro primer destino en Jaipur fue el área conocida como la ciudad rosa. Allí nos topamos nada más bajar del vehículo con la fachada del Palacio de los Vientos. Preciosa, aunque también es cierto que me la esperaba un poco más grande. Nos adentramos en dicho edificio cuyo nombre real es Hawa Mahal y con la ayuda de un guía fuimos visitando todos sus corredores.

    Las estancias, pasillos y terrazas están sembradas de arcos, celosías y detalles escultóricos. Todo el conjunto lo convierte en una cita obligada para los turistas de Jaipur. Entre las curiosidades que nos contó el guía destacaría que en la piscina central se congregaban casi 200 mujeres y que el Palacio de los Vientos era conocido por ese nombre porque sus paredes albergan 953 ventanas que generan infinitas corrientes de aire.

    Tras esta visita cultural callejeamos por los bazares de Badi Chaupar regateando como fenicios a todos los comerciantes. El comercio es una actividad fundamental en la India y en su práctica también se halla la búsqueda de la esencia de este país. Antes de comer, encontramos un patio precioso alejado del mundanal ruido de las calles. Lo más curioso de ello es que no vimos a ni un solo turista adentrarse en él durante los 20 minutos que estuvimos allí relajándonos.

    Por la tarde subimos hasta el Nahargarh Fort en donde presenciamos una preciosa puesta de sol de las que se quedan para siempre en los archivos cerebrales. Toda la ciudad de Jaipur, que se perdía en la inmensidad bajo nuestros pies, se fue poco a poco sumiendo en una oscuridad que apenas se contrarrestó con los tímidos farolillos de su laberinto de callejas y travesías.

    Finalmente cenamos en el restaurante Niro´s, que lleva más de 60 años sirviendo al hambriento turista de Jaipur y para terminar la noche fuimos a la terraza de el Hotel Clarks Amer, en donde nos tomamos tan solo una copa, cansados por el ajetreo del primer día por la capital del Rajastán.

    InDieQuito

  • Jaipur en el horizonte (día 81)

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    Este fin de semana comienza mi personal semana del Rajasthan en la cual visitare la “triple J”: Jaipur, Jaisalmer y Jodhpur.

    El primer turno es para Jaipur. Varios becarios de ICEX y yo hemos alquilado un coche que nos llevará hasta el corazón de la India. Lo cierto es que las excursiones dentro del país están brillando por su ausencia y tan solo he viajado a Agra a ver el Taj Mahal y a Mumbai por motivos laborales.

    Y de verdad que no os creáis que es todo tan sencillo porque aunque Jaipur está a unos 200 kms, son más de 7 horas de viaje de ida y otras tantas de regreso el domingo así que la mini semana de la Constitución será un suplicio antes de volver a viajar, esta vez en tren, hacia el remoto Jaisalmer.

    En Jaipur pasaremos un fin de semana en el cual tenemos previsto visitar el Amber Fort, el precioso Palacio de los Vientos y los numerosos bazares nocturnos. Callejear por la India profunda es otra de esas experiencias que dicen que te marcan y yo todavía no he podido hacerlo ya que en Mumbai, en Delhi y en los alrededores del Taj Mahal todo es muy diferente.

    InDieQuito