• Ammán

    Esta mañana, tras desayunar en el hotel, he salido a la calle y nada más cruzar la calle me he topado con un «blanquito» con pintas de turista y le he preguntado que de dónde era. Él me ha respondido que ¿Por qué? y yo le he dicho que quería visitar la ciudad y que, si no le importaba, le acompañaba. Él, un poco extrañado, ha aceptado pero me ha pedido que vayamos a comprar una gorra antes de nada. Su nombre es Jean Baptiste, y lo primero que hemos ido a visitar es la ciudadela del Reino Hachemita de Jordania. Seguimos con las ruinas, y a pesar de que ya vengo saturado de Grecia, ya solo por las vistas de esta ciudad de terreno irregular, merece la pena. También es interesante el museo arqueológico, con algunas figuras siniestras que podéis ver en la galería bajo estas líneas.

    La siguiente parada ha sido la Mezquita Azul de Ammán, en donde he conocido a Mr. Moustache, al que le he preguntado acerca de cómo visitar el Mar Muerto, Petra y Wadi Rum. Me gustan los precios locales y no los de las agencias que te venden el pack desde España ; ). Además, JeBa y yo, hemos conocido a Edmond, un kosovar, y hemos comido con él en un shawarma para seguir con la dieta del gyros-kebab que tantos años de vida me está quitando. Edmond vive y trabaja en Ammán, en Naciones Unidas, y nos ha contado decenas de historias interesantes sobre destinos en los que ha trabajado en el pasado (Mozambique, Sierra Leona, Costa de Marfil, etc)

    Al caer la tarde, me he despedido de mis amigos de un día, y he regresado andando mientras se escuchaba el rezo en los minaretes de las mezquitas. Ya en el Downtown, me he adentrado en el zoco de Ammán, que es muy concurrido y colorido, y para terminar, me he comido un kanufeh de Habibah sweets, que es el mejor de toda la ciudad. Ahora toca acostarse que mañana tengo un viaje de 120 kms hasta el Mar Muerto y he quedado con Mr Moustache a primera hora.

    DieQuito