• Rumbo al norte

    Cambio de región. Hoy tras pasar la mañana en Shenzhen, hemos cogido un avión a Ningbo. El precioso aeropuerto de Shenzhen sigue igual de blanco que el año pasado, blanco e imponente. Tras el vuelo nos ha venido a recoger el driver de un amigo y menos mal, porque Didi nos impedía reservar un viaje de casi 300 kms hasta Yiwu… El único peligro era que el driver conducia con un ojo y las manos puestas en el movil y un ojo y los codos puestos en la carretera. Nos hemos puesto el cinturon y hemos rezado todo lo que sabíamos. Hemos hecho casi todo viaje de noche y al llegar al Ramada Plaza de Yiwu ya ni siquiera nos daban de cenar.

    Hemos salido del hotel en busca de algún sitio en el que llevarnos a la boca y nos hemos encontrado con una ciudad de la China profunda, que recordaba a alguna ciudad soviética de los 70. Una urbe oscura, con casas antiguas y coches viejos con la pintura descascarillada.

    Por suerte, hemos encontrado un McDonals y aunque ya habían cerrado, la amabilidad china se ha portado bien y nos han podido vender patatas fritas y dos tortas de piña; básicamente las sobras, pero era nuestra única opción.

    Llega el turno de dormir que mañana nos espera una larga jornada visitando el International Trade Center de Yiwu.

    DieQuito

  • Visitando Dongguan

    Hoy después de la reunión matinal hemos ido a Dongguan, en donde hemos comido con el hermano de mi amigo, antiguo jefe y finalmente amigo (por este orden) Jorge, que lleva más de una década viviendo en esta ciudad. Nos ha llevado a un restaurante tradicional y han sacado las típicas patas de gallo, tan habituales aquí, que tienen un aspecto espantoso pero que no están del todo mal.

    Dongguan es una ciudad que forma parte de esta megalópolis en la que viven más de 100 millones de personas: Shenzhen, Cantón, Dongguan y Hong Kong. El Delta de la Perla es la aglomeración urbana más grande del mundo y se nota en que desde Dongguan a Shenzhen, en un viaje en coche de más de 1 hora nunca dejas de ver terreno urbano, edificios y miles de personas por todos los sitios.

    Por la tarde nos hemos trasladado a Shenzhen, dejando atrás para siempre el «Secadero de jamones» con ínfulas imperialistas y nos trasladamos al distrito de Nanshan, en pleno Shenzhen. Hemos ido en coche eléctrico y lo hemos tenido que recargar a mitad, en una estación de servicio que tenía «el wc más sucio de Escocia»

    Al llegar, nos hemos encontrado con unas calles repletas de rascacielos de 100 o 200 metros de altura y aceras con pavimentos nuevos. Una zona muy cool que rivaliza con la área bursátil de Shenzhen. Aquí hemos alquilado un apartamento para 3 noches.

    La mejor noticia del día ha sido que nuestras maletas estaban ya en el aeropuerto de Shenzhen y hemos ido a por ellas. La de Gabi no porque llevaba mechero y ha tenido que dar permiso para que la abran y lo requisen. Mañana por fin tendrá su equipaje

    DieQuito