Cambio de región. Hoy tras pasar la mañana en Shenzhen, hemos cogido un avión a Ningbo. El precioso aeropuerto de Shenzhen sigue igual de blanco que el año pasado, blanco e imponente. Tras el vuelo nos ha venido a recoger el driver de un amigo y menos mal, porque Didi nos impedía reservar un viaje de casi 300 kms hasta Yiwu… El único peligro era que el driver conducia con un ojo y las manos puestas en el movil y un ojo y los codos puestos en la carretera. Nos hemos puesto el cinturon y hemos rezado todo lo que sabíamos. Hemos hecho casi todo viaje de noche y al llegar al Ramada Plaza de Yiwu ya ni siquiera nos daban de cenar.
Hemos salido del hotel en busca de algún sitio en el que llevarnos a la boca y nos hemos encontrado con una ciudad de la China profunda, que recordaba a alguna ciudad soviética de los 70. Una urbe oscura, con casas antiguas y coches viejos con la pintura descascarillada.
Por suerte, hemos encontrado un McDonals y aunque ya habían cerrado, la amabilidad china se ha portado bien y nos han podido vender patatas fritas y dos tortas de piña; básicamente las sobras, pero era nuestra única opción.
Llega el turno de dormir que mañana nos espera una larga jornada visitando el International Trade Center de Yiwu.
DieQuito
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