Ya estoy en Dobhan, a 2500 metros de altitud. Hoy me he sentido francamente bien, con las piernas a punto y con gran confianza de cara a la etapa reina de mañana, en la cual tendremos que salvar 1300 metros de desnivel para llegar al Campo Base del Machhapurchee.
La ducha de agua caliente me ha venido de perlas y estoy bastante más animado que ayer, porque ya presiento la cercanía del coloso Annapurna.
A pesar de mi cambio de humor, necesario para hacer algo de relumbrón en esta expedición, el tiempo no ha mejorado ni un ápice y continúa siendo igual de asqueroso.
Toda mi ropa está húmeda y espero poder secarla esta noche en el heater, una especie de fogón que se pone debajo de la mesa del comedor. Los trekkers cuelgan sus ropas en una cuerda que hay bajo el borde de la mesa con la esperanza de encontrarlas secas por la mañana, aunque casi nunca secan del todo bien.
Lo que más me preocupa es que nos llegan malas noticias desde el A.B.C. (Campo Base del Annapurna). Al parecer las cosas están muy mal por allí arriba. Al menos, estos minutos de escritura me ayudan a relajarme y a acordame de todos los que estáis ahí.
InDieQuito
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