Hoy vamos de camino a Agra pero nos hemos detenido en Jhansi para ver su fuerte, que es muy interesante a nivel arquitectónico y que tiene un sinfín de laberintos en los que te puedes adentrar sin que nadie vigile tus pasos. Lo único que te echa para atrás son todos los murciélagos que pueblan los bajos techos y de los que tienes miedo solo en el caso de que se lanzasen hacia ti, algo que nunca pasa pero que nunca puedes quitarte de los pensamientos.
Desde el fuerte puedes divisar las vistas de la ciudad de Jhansi y es una construcción enorme, con varios edificios en el interior y con un gran patio de armas. Pero sin duda, la anécdota más grande nos la dan los monos, que en este templo son verdaderamente agresivos y te persiguen, se pelean y saltan a tu alrededor, lo cual hace que se incremente tu pulso de forma descontrolada.
Tras la visita hemos ido a la zona comercial de Jhansi en busca de algún zoco que fotografiar aunque no ha habido suerte y pronto nos hemos ido a la estación de tren para coger nuestro tren rumbo a Agra. Las vacas campan a sus anchas por las vías como podéis ver en la siguiente foto y es que India nunca deja de sorprenderte.
Diequito
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