Os escribo desde Chhomrong. Ya hemos cubierto las dos primeras etapas de la expedición. Anoche pasamos la primera noche en Tolka, en un albergue que por sus características poco tiene que envidiar a una cueva. Queríamos llegar a Landruk Village pero se nos echó la noche encima por culpa de una pesada lluvia de bienvenida y decididos detenernos antes de lo planeado.
Fue un comienzo bastante dramático porque además de tener que asumir que mi sherpa-porteador lleva un volumen de carga descomunal, sobrehumano; nos llovió durante todo el camino, lo cual envalentonó a esos bichejos inmundos que se conocen como sanguijuelas y nos atacaron durante todo el camino. Fue inevitable que me picaran tres de ellas en las piernas.
El día de hoy ha sido igual de duro que el de ayer en cuanto al clima, a lo que hay que sumar el cansancio acumulado.
La lluvia está amargándome la existencia aunque al menos hoy, hemos podido ver el Annapurna Sur en una especie de ventana que se ha abierto de repente en el manto de nubes.
Hemos llegado a Chhomrong sobre las 3 de la tarde y se supone que aquí hay internet, aunque eso es muy relativo porque tienes que estar como 4 minutos para abrir un correo electrónico. Con mi afán de comunicación al borde de la explosión he dilapidado varias rupias llamando a España desde el fijo.
Me voy a dormir dolorido, sobre todo en la espalda. Es lo que tiene cargar con todo el equipo de alta montaña.
InDieQuito
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