Estiramientos antes de empezar: fundamental
Muzaffarnagar es una ciudad de casi medio millón de habitantes que no tiene absolutamente nada que visitar. Ni siquiera un templo, una maldita mezquita, un palacio. Nada. Salvo su mercado, que es como un rastro. En esa tesitura me retiré pronto a dormir porque hoy tocaba madrugar.
Sobre las 6:00 am hemos puesto rumbo a Manglaur-Roorkee. A esa zona se puede ir por la N58 pero siempre que es posible prefiero evitarla y por ello hemos dado un poco de rodeo pasando por Deoband. Ha sido muy curioso ver como el paisaje ha ido cambiando, de la llanura con vegetación baja por la que nos hemos movido desde que salimos de Nueva Delhi a Uttarakhand, en donde abundan los grandes árboles y los bosques. Se nota ya que estamos llegando a la zona montañosa.
Al llegar a Manglaur nos hemos encontrado con una enorme plantación de Marihuana, o eso creo vamos, porque tampoco es que sea muy ducho en estos temas. Después de tomar esa fotografía (imagen 4) y pagar las tasas de turista para esta provincia, hemos buscado un hotel en Roorkee.
Mañana la etapa programada es muy light, desde Roorkee hasta Haridwar, así que si me encuentro bien de fuerzas alargaré hasta Rishikesh, la última ciudad antes de las montañas y pasaré allí el día de descanso. Para alcanzar esta ciudad, meca del yoga, tendré que superar los primeros repechos de verdad porque se encuentra a 500 metros sobre el nivel del mar y según el mapa de ruta hay una cuesta con 16% de desnivel. La media es de un 2%, así que todavía no se puede considerar etapa de alta montaña.
Rishikesh es una ciudad muy turística y seguro que encuentro algún hotel en el que poder ver la “remontada del Real Madrid”. Como pasado mañana será jornada de descanso no me importará acostarme a las 3 de la madrugada viendo el partido de los blancos.
La meta de la etapa de mañana es entonces: Rishikesh!
InDieQuito
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