• Rishikesh en El País

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    Un nuevo artículo con mi sello personal en el periódico El País, en la sección de El Viajero.

    En este nuevo texto comento mi experiencia en Rishikesh, la ciudad que se hizo famosa en el mundo entero cuando fue escogida por los Beatles para hacer meditación. Me centro en las sensaciones que se viven en aquel remanso de paz.

    Lo acaban de publicar hace menos de una hora y es el cuarto más leído de la sección así que al parecer la gente se interesa por la lectura de viajes antes de medianoche.

    Aquí os dejo el link al artículo. Espero comentarios un poco más amables que el del usuarioquebebatuhermana

    DieQuito

  • Día de descanso (día 205)

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    Hoy es día de descanso en mi particular peregrinación al Nanda Devi y me he despertado en Rishikesh hacia las 9 de la mañana. Después de un saludable desayuno, Vinay ha venido a buscarme y hemos ido a visitar la zona alta de Rishikesh, en donde hay un impresionante puente colgante.

    Antes de comenzar debo contaros que Rishikesh es una ciudad muy especial, que separa la llanura de los Himalayas. Situada a la vera del Ganges, es meca del yoga y la meditación y muchos extranjeros vienen para pasar unos día en un ashram. Otras peculiaridades de la ciudad es que se permite consumir alcohol ni carne en ella y por supuesto, ninguno de ambos productos se vende en sus calles.

    Como os decía, el puente, que podéis observar en la primera fotografía, se balancea como una serpiente emplumada y durante todo el trayecto vas mareado. Yo ya conozco demasiados ejemplos de la “calidad” y fiabilidad de la ingeniería india y todo ese rato que cuesta cruzarlo pensaba que me iba a tocar a mí, sin embargo, el puente ha aguantado sin problemas. Para mi sorpresa por él circulan hasta motocicletas y vespinos.

    En el otro lado te espera un océano de tranquilidad que llevaba muchos meses sin respirar. Sinceramente lo necesitaba, necesitaba el silencio y el contacto con la naturaleza. En aquella parte de la ciudad solo hay templos, vacas y santones. No hay coches y si no fuese por las repulsivas bocinas de las motos, la paz sería absoluta.

    Hemos bajado a la orilla del Ganges, en donde se despliega una especie de playa arenosa y allí me he puesto a escuchar. Desde ese sitio todavía se pueden oír esos claxon y bocinas como si fuesen parte de una diabólica melodía que nunca cesa. Se oyen muy  de fondo, pero son perceptibles y salen del corazón de la ciudad. En todas las ciudades de India y, por supuesto, en Nueva Delhi, es siempre así, por eso ha sido especial cruzar a este otro lado. Montaña arriba espero poder encontrar más momentos como este.

    Por otro lado, no hubo remontada… Lo pude ver en directo y el Madrid no se mereció el pase, aunque hubiese tenido su gracia que tras todo el partido mareando la perdiz, los blancos consiguiesen los tres goles en los 10 últimos minutos.

    Yo en todo caso seguiré a lo mío. Mañana vuelvo a montarme en la bicicleta y a primera hora pondremos rumbo a Kaudiliya. La primera etapa de montaña. Empieza lo serio.

    InDieQuito

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  • Etapa 3: completa (día 203)

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    Estiramientos antes de empezar: fundamental

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    Muzaffarnagar es una ciudad de casi medio millón de habitantes que no tiene absolutamente nada que visitar. Ni siquiera un templo, una maldita mezquita, un palacio. Nada. Salvo su mercado, que es como un rastro. En esa tesitura me retiré pronto a dormir porque hoy tocaba madrugar.

    Sobre las 6:00 am hemos puesto rumbo a Manglaur-Roorkee. A esa zona se puede ir por la N58 pero siempre que es posible prefiero evitarla y por ello hemos dado un poco de rodeo pasando por Deoband. Ha sido muy curioso ver como el paisaje ha ido cambiando, de la llanura con vegetación baja por la que nos hemos movido desde que salimos de Nueva Delhi a Uttarakhand, en donde abundan los grandes árboles y los bosques. Se nota ya que estamos llegando a la zona montañosa.

    Al llegar a Manglaur nos hemos encontrado con una enorme plantación de Marihuana, o eso creo vamos, porque tampoco es que sea muy ducho en estos temas. Después de tomar esa fotografía (imagen 4) y pagar las tasas de turista para esta provincia, hemos buscado un hotel en Roorkee.

    Mañana la etapa programada es muy light, desde Roorkee hasta Haridwar, así que si me encuentro bien de fuerzas alargaré hasta Rishikesh, la última ciudad antes de las montañas y pasaré allí el día de descanso. Para alcanzar esta ciudad, meca del yoga, tendré que superar los primeros repechos de verdad porque se encuentra a 500 metros sobre el nivel del mar y según el mapa de ruta hay una cuesta con 16% de desnivel. La media es de un 2%, así que todavía no se puede considerar etapa de alta montaña.

    Rishikesh es una ciudad muy turística y seguro que encuentro algún hotel en el que poder ver la “remontada del Real Madrid”. Como pasado mañana será jornada de descanso no me importará acostarme a las 3 de la madrugada viendo el partido de los blancos.

    La meta de la etapa de mañana es entonces: Rishikesh!

    InDieQuito

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