• Comienza la aclimatación en alta montaña (día 4)

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    Tal y como estaba previsto hoy hemos subido a Ruco Pichincha, el pico que hace 4 años marcó el comienzo de Frontier 5000. Era una repetición y por eso le faltaba algo de emoción en mi caso, aunque en esta ocasión, se trataba de atacar un pico de 4700 metros de altitud tras llevar apenas 35 horas en Quito. Eso le daba a la excursión un ligero toque de reto.

    En la aproximación, en torno a los 4000 metros de altitud he empezado a tener sensaciones extrañas, propias del cambio de metros, pero sin embargo ni me he mareado, ni he tenido dolores de cabeza, con lo que se puede decir que he esquivado el mal de altura. Alberto también ha estado fenomenal.

    La zona del arenal, previo a la pirámide final en la que hay que trepar, estaba muy seco, con lo que nos ha costado un buen rato superarlo.

    Al final, hemos comido en la cima del Ruco Pichincha con la compañía de un simpático Curiquingue que se ha acercado a tan solo un metro de nosotros. Los deliciosos cacahuetes le hacían confiar.

    Hemos descendido tranquilamente y en torno a las 4 de la tarde ya estábamos de nuevo en la ciudad. Hay que reconocer que ahora nos notamos algo cansados, es normal si tenemos en cuenta el bestial cambio de altitud. De los 290 metros de altura de Atlanta a los 4696 metros del Ruco Pichincha.

    Esta noche vamos a la Agrupación Excursionista Nuevos Horizontes, a visitar a todos aquellos amigos de hace 4 años. Tengo muchas ganas de verlo. También decidiremos a qué montaña nos acercaremos mañana por la tarde para proseguir con la aclimatación y dormir en altura.

    DieQuito

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  • El teleférico del Pichincha (día 72)

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    El primer día que comencé mis excursiones andinas con la cima del Ruco Pichincha, uno de los dos volcanes que están a la vera de Quito, subí en el espectacular teleférico que ya se ha convertido en uno de los atractivos turísticos de la ciudad.

    Ubicado en la zona centro-oeste de la ciudad, el teleférico tiene su punto de origen a unos 3000 metros y salva un desnivel de un kilómetro en tan solo unos minutos. Cuando vas montando en una de las cabinas puedes ir observando la magnitud de la capital del país y, si tienes suerte y el cielo está despejado, las majestuosas montañas de los andes ecuatorianos.

    Alrededor de las instalaciones de teleférico, en la zona inferior, hay un parque de atracciones y varios negocios de venta de artesanía, así como pequeños centros comerciales que no han terminado nunca de funcionar bien desde la apertura de esta nueva zona de ocio para los quiteños allá por el año 2005.

    Con el grupo de amigos que hice durante el descenso de mi primera cima sudamericana viví una anécdota en el retorno en teleférico. Debido a una tormenta eléctrica estuvimos alrededor de 15 minutos parados en mitad del trayecto con rayos cayendo a escasos centenares de metros de nuestra posición. ¡Escalofriante!

    Imagen: tripadvisor

    DieQuito