• Hacienda El Samán y vuelo cancelado (día 13)

    Como decía anoche, cuando esta mañana nos hemos despertado entre caballos, en una finca enorme como las que aparecen en las películas y con un enorme Samán que fue plantado en 1843 justo delante de nuestra habitación hemos quedado maravillados.

    La única pena es que no ha dejado de chispear y no hemos podido ni probar la piscina. Realmente en la sierra la temperatura es muy moderada, e incluso hace algo de frío por la noche. Hemos pasado el día bajo el porche jugando al código secreto. Es uno de esos días en los que hay que recuperar fuerzas porque dentro de nada ya volvemos a España y es un viaje bastante largo.

    De camino a Pereira hemos parado en un restaurante de carretera que parecía propio de la Polinesia de Port Aventura, en el que hemos pedido una bandeja paisa.

    Al llegar a Pereira, en primer lugar hemos ido a la feria de artesanía, en la que un centenar de puestos se aglutinaban en el bulevar central de una avenida principal. Hemos comprado regalos para la familia y amigos y después hemos ido al aeropuerto para devolver el coche de alquiler.

    Prometiéndonoslas muy felices

    Nos las prometíamos muy felices pero, por desgracia, el tiempo ha sido cancelado por un aguacero que ha anegado por completo el aeropuerto de Pereira. Maike y yo tenemos un día de margen y lo intentaremos mañana, pero Ana, Mar y Ramón se han montado en un Uber rumbo a Bogotá. Un viaje de 8 horas tienen por delante: toda una aventura de final incierto. Os escribo desde el Hotel Calypso, situado en el Barrio de Cuba de Pereira, pero tranquilos, que no vamos a salir a rumbear. Nos quedamos en el hotel cruzando los dedos para que mañana nada impida el vuelo.

    DieQuito