• Madrizz (día 0)

    La capital de España es un destino recurrente para mí en los últimos años y en todas las visitas ha estado siempre presente el gran Daniel Borrull. Daniel es un amigo que hice en la Expo 2008 y sé a ciencia cierta que es uno de esos que va a estar ahí hasta el día del Juicio Final.

    Ese fue el motivo de que mi viaje comenzara ayer y no hoy, ya que tenía muchas novedades que contarle. Nos hemos visto tres veces desde octubre, pero siempre nos enrolamos en conversaciones hasta bien entrada la madrugada.

    Tras el tedioso viaje en autobús, presenciamos juntos la remontada del Barcelona, que sin duda fue algo digno de ver. Además, Daniel es culé y lo celebró como un niño pequeño. Yo no sabía si reír o llorar, supongo que en caliente me dejé llevar por la euforia, aunque seguro que me arrepiento en el futuro. Queda escrito.

    Después del partido apareció su hermana, también culé y a la que conozco desde hace 3 años. Sacaron unos gintonics y ese cocktail explosivo solo podía desembocar en una cosa: coger la cama a las 3 y media de la mañana.


    Por la mañana me he levantado relativamente temprano para las horas que nos dieron ayer, y he ido a visitar el último gran museo que me faltaba en la ciudad, el Thyssen Bornemisza, en donde había una exposición temporal llamada Obras maestras de Budapest (obras que se exponen de forma habitual es esa ciudad). Algunas ya las contemplé en 2015 en la Galería Nacional de la capital de Hungría y volver a verlas me ha despertado un sinfín de recuerdos y de nostalgia. A destacar, entre otras, La esclusa de Dolo, de Canaletto, Mujer con abanico, de Manet, o Mujer con traje de lunares blancos, de Rippl-Ronai (pintor húngaro).

     

    Después he dado un paseo por la Gran Vía, pero no me ha relajado en absoluto por dos motivos, en primer lugar por lo agobiante que es una acera atestada de gente y en segundo, por el sofoco que produce caminar bajo un calor de junio. Cerca de Plaza España he comprado papeo chino y he regresado cargado de víveres a casa de los Borrull, para degustar juntos unos suculentos fideos antes partir hacia Barajas. Ya en el aeropuerto me he reunido con el resto de integrantes del grupo: Javi, Esteban y Manu, que han venido hoy en autobús desde Zaragoza.  Marruecos es la próxima parada y estamos esperando para embarcar.

    DieQuito