La Tiger reserve de Periyar tiene un nombre engañoso porque durante el viaje en barco la posibilidad de ver un tigre es similar a que te toque el gordo de Navidad. Aún así, ha sido bonito el paseo en barco y hemos podido ver algunos animales salvajes en la lejanía, como este búfalo.
Acto seguido hemos regresado al Carmelia Haven resort ha desayunar y me he dedicado a recorrer su mapa, para encontrar, entre otras cosas, esta cabaña del árbol digna de Jurassic Park o una habitación cueva que ahora se utiliza solo para cenas privadas.
De camino a la plantación de té hemos quedado con Sheesh, que también anda de viaje por Periyar. Ha sido un bonito aunque breve reencuentro con este simpático muchacho.
La plantación de té es una preciosidad, sobre todo, los dibujos que se forman alrededor de las plantas con el paso de los recolectores. Un lugar muy recomendable, especialmente si te gusta esta bebida milenaria.
El día ha terminado con un evento en el lujoso hotel Chandys Windy Woods de Thekkady en el que hemos podido ver, en vivo y en directo, un baile de Khatakali.
Mañana es, realmente, el último día, pero sin embargo todavía queda mucho viaje por delante.
DieQuito
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