• Jardín de especias y granja de miel (día 6)

    Ganesha nos da los buenos días

    Con el cantar de los pájaros exóticos hemos despertado en el Carmelia Haven y todo el grupo hemos puesto rumbo al jardín de especias. Allí hemos conocido la Jackfruit, la verdadera canela y otras plantas afrodísiacas.

    Muy cerca hemos visto a un precioso elefante. Ningún lugareño se ha sorprendido, lógicamente, pero las americanas, el esloveno, los mejicanos, David y yo hemos saboreado bien ese momento.

    La siguiente parada ha sido una granja de miel en la que hemos podido sujetar con nuestras propias manos una colmena de abejas. No era peligroso, decían, y al menos sobrevivimos, así que algo de cierto hay en eso.

    Después de comer hemos bajado a las llanuras que hay en dirección a Chennai. Hemos visto monos, y hemos viajado en Jeep descapotable. Poco más se puede pedir.

    Al final de la tarde hemos ido a otro hotel de Periyar y a un evento relacionado con la KTM 2022.

    A modo de curiosidad, sobre estás líneas podéis observar que el comunismo sigue vivo en esta región de la India.

    DieQuito

  • Carmelia Haven (día 5)

    Stop and go

    El viaje en autobús desde Kochi ha sido un horror porque ha costado muchas horas por carreteras serpentenantes hasta las montañas de Periyar.

    Allí nos esperaba el magnífico resort Carmelia Haven, en el que pasaremos los próximos tres días. Situado en medio de la selva y con un ambiente más propio de un parque temático (especialmente me ha recordado a la Polynesia de Port Aventura), el Carmelia Haven resort es un lugar destinado a estar en contacto con la naturaleza y a disfrutar de la tranquilidad.

    En el mapa de la izquierda podéis ver la planta del resort y dónde se sitúa todas las cabañas en las que se alojan los huéspedes. Un hotel muy recomendable para una estancia en Periyar o para una parada en un viaje de Kochi a Madurai.

    Por la noche hubo un espectáculo de baile protagonizado por Josna y Anjaly. Muy visual y cargado de ritmo y melodías de La India. Perfecto para amenizar esta noche de este campamento en medio de la jungla.

    DieQuito

  • Fiesta fin de feria KTM 2022 en Brouton Boatyard (día 4)

    Hoy solo había 10 reuniones porque a mediodía ha terminado la feria KTM 2022. Hemos hecho un buen equipo con David y Sheesh y hemos podido conseguir muchas más tarjetas de las previstas.

    La comida ha tenido lugar en el hotel Taj de Kochi, que destila elegancia por todos sus poros. Ha sido un excelente lugar para reponer fuerzas antes del evento de clausura de la feria.

    He hablado poco de la ciudad de Kochi, pero es que con la feria, honestamente, no he tenido tiempo de visitarla. Aún así, os dejo una instantánea nocturna de un mercado callejero que he tomado camino al hotel Brouton Boatyard, en donde se pone el broche de oro a la KTM 2022.

    El evento en este hotel marinero ha sido una maravilla del glamour. Tiene un precioso jardín en el que se han dispuesto las mesas y había una barra en la que han puesto ostras vivas a disposición de los asistentes.

    La gente ha estado muy habladora y hemos pasado una noche muy divertida. Americanos, alemanes, mejicanos… un gran evento muy cosmopolita.

    Mañana da comienzo el FAM trip para visitar las montañas de Kerala. A ver qué grupo nos toca.

    DieQuito

  • Kerala Travel Mart (día 3)

    Desde la última planta del hotel Radisson de Kochi se ve una ciudad asiática con humedales, junglas y edificios bajos. También se divisa la bruma vaporosa del océano Índico.

    Hoy es el segundo día de KTM 2022 y toca seguir en la lucha. de nuevo 20 reuniones de 15 minutos por delante. Lo mejor ha sido la pausa de la comida, en un calmado hotel con una preciosa piscina.

    De nuevo ha hecho mucho calor en el recinto ferial, pero he conocido a muchas personas fascinantes y están siendo unas jornadas muy productivas. Por lo menos, ya me siento más descansado de la paliza del viaje con escala y carrera de 1000 metros.

    El día ha terminado también en Le Meridien, en otro evento de la feria, aunque en esta ocasión en la terraza en lugar de en la sala del auditorio.

    DieQuito

  • Por fin en Kochi (día 2)

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    Kochi, un destino de lo más tropical

    Después de aterrizar y de saborear ese olor de la India tan característico he ido al hotel para darme una ducha… (necesaria después del sprint por el aeropuerto) e irme directo a la Kerala Travel Mart 2022.

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    El primer día de feria ha sido de lo más extenuante y es que he estado casi toda la noche sin dormir (los aviones son horrorosos para conciliar el sueño). A eso hay que sumar la humedad del ambiente y las continuas reuniones con touroperadores. Me he llegado a sentir muy mareado pero he cumplido el objetivo de 20 reuniones de 15 minutos.

    Gastrobar indio

    Por la noche, después de una segunda ducha, he ido con mi colega David a un evento en el hotel Le Meridien. Siempre es bueno divertirse un poco. Mañana toca seguir picando.

    DieQuito

  • Regreso a India (día 1)

    Si se cuentan todos aquellos meses, desde septiembre de 2012 hasta junio de 2013, como un solo viaje a pesar de las vacaciones navideñas en familia, esta es mi tercera visita a La India (tras las vacaciones de 2018). La India es el mejor destino turístico posible, pero esta vez voy a una feria y va a tocar trabajar.

    A modo de preparación, he sufrido un retraso en el vuelo de Saudia. Esto me ha incomodado bastante porque tengo una escala de hora y media en Jeddah, y al final ha sido toda una odisea llegar al avión.

    Antes incluso de despegar me ha llegado un mensaje de Saudia en el que me comunicaban formalmente que mi vuelo había sido cambiado al día siguiente. Por culpa del retraso no era posible ya hacer la escala a tiempo en territorio saudí…

    He hablado con una azafata cuando hemos cogido altura de crucero y le he pedido que hablara con destino, ya que estábamos ante un retraso de 10 minutos efectivos y que por culpa de eso me iba a quedar varado 24 horas en Jeddah. No era posible tal cosa, así que le he pedido que me pusieran en la primera fila, cerca de la salida, para salir a todo correr nada más aterrizar.

    Esperando acontecimientos

    Eso es lo que he hecho y tras correr como un descosido he llegado a la puerta. Faltaban 10 minutos para el despegue y se me salía el corazón por la boca. Un insulso empleado me decía que no era ya posible, pero el encargado ha sido muy servicial y ha hecho el cambio. He logrado así entrar en mi vuelo de conexión. Todo un milagro.

    DieQuito

  • Chennai

    Aunque nuestro plan original era volar de Udaipur a Kochi y pasar una noche en aquella ciudad colonial antes de ir al paraíso… sin embargo, una tragedia en forma de inundación en Kerala se ha llevado la vida de cientos de personas y ha anegado toda la región, con lo cual, nuestros vuelos han sido cancelados y hemos tenido que improvisar: gracias a la agencia La India Increible todo ha sido muy sencillo y nos ha conseguido un vuelo con escala en Mumbai de una hora y en Chennai, de 8 horas, suficiente para visitar la ciudad.

    Así pues, a primera hora hemos volado desde Udaipur hasta Mumbai. En este aeropuerto, en el que ya estuve en el Festival de Cine de Bollywood de 2012, he conseguido encontrar la camiseta Parley (hecha con plásticos de los océanos) del Real, a un precio increíble. En la tienda de Adidas me han dicho que el problema es que en este país no gusta el fútbol y por ello el precio es más ajustado.

    Después hemos cogido un segundo avión hasta Chennai, con Jet Airways, y al llegar hemos salido pitando del aeropuerto para visitar algunos de los puntos clave de esta ciudad del sur. Entre ellos, la iglesia de Santhome, la zona del Tsunami de 2004, en donde las olas se llevaron también muchas vidas aguas adentro, y los mercados de Parry,s Corner. Sin dudarlo, lo que más me ha gustado ha sido sus templos policromados  y con figuras en tres dimensiones, como por ejemplo el de Kapaleshvara.

    ¡Ahora nos vamos al paraíso!

    DieQuito

  • Udaipur

    Anoche cuando dimos un paseo por Udaipur ya nos dimos cuenta de que es un lugar diferente en India; mucho más tranquilo y sosegado y es de agradecer, porque estamos de los pitidos de claxon hasta los mismísimos. La ciudad se erige en torno al lago Pichola, en el que la gente hace la vida, Por ejemplo, fuimos a cenar al restaurante Ambrai, desde donde se ve todo el conjunto palaciego del City Palace y en donde hacen un Gulab Jamun escandaloso.

    Hoy lo primero que hemos hecho ha sido ir en barco hasta el Jagmandir Island Palace, y hemos pasado al lado del palacio privado en el que Bond comete varias de sus fechorias en Octopussy, y luego hemos ido a visitar el City Palace, al que se accede tras doblar una curva que recuerda mucho a La Rascasse de MonteCarlo. El City Palace si merece la pena porque cada Maharaja fue decorando sus aposentos a su estilo y con las últimas novedades decorativas de su época, así que toda la visita es un viaje a través de la historia del lujo a lo largo de los últimos siglos.

    Para comer os recomendamos la paz que se respira en el jardin del 1559, en donde hacen un Safed Murgh para chuparse los dedos. Lo hemos degustado acompañado de una garlic naan.

    Ya por la tarde hemos ido a disfrutar de las vistas desde el Palacio Monsoon, que es la sede del villano en Octopussy. Aunque lo cierto es que el palacio está muy descuidado y no merece la pena. Hemos asistido a una escena triste, cuando una monita ha dado a luz a un feto muerto, al que intentaba reanimar de todas las formas posibles…

    Antes de cenar hemos ido a presenciar el espectáculo Bagore Ki Haveli, que no nos ha parecido cutre como el de Khajuraho, sino todo lo contrario. Muy recomendable y además por tan solo 150 rupias. Después hemos comido Mutton Rogan Josh en el restaurante Upre, disfrutando por última vez de las vistas del City Palace iluminado tras el crepúsculo.

    Nos alojamos en el Chunda Palace, en donde está todo muy bien menos su piscina interior que parece Siberia, y el precio de la lavandería. Chequead antes los precios para que no os claven una factura alucinante.

    DieQuito

  • Jaipur

    Jaipur es conocida por los turistas como la ciudad rosa, sobre todo por su muralla de color asalmonado y por su Palacio de los Vientos, que en esta ocasión no he visitado porque el tiempo apremiaba y porque quería volver a explorar a fondo el Amber Fort, que es la verdadera joya de esta ciudad.

    Hemos accedido al Fuerte montados en un elefante y por ello hemos comenzado el día muy pronto, porque los elefantes solo trabajan las primeras horas del día para evitar el calor. El Amber Fort está a las afueras de Jaipur y es el típico fuerte del Rajastán, con princesas, caballos y peleas de cimitarra. Está enclavado en una colina, a la orilla de un río, sin duda un fuerte bien posicionado y difícil de asediar.

    Una vez dentro nos ha tocado resguardarnos de la lluvia, ya que ha caído un aguacero elegante, que solo ha durado unos minutos. Al menos el monzón refresca un rato el cargado ambiente. Dentro del Amber Fort tienes la misma sensación que en el fuerte de Jhansi o que en Fatehpur Sikri; la de estar visitando un lugar abandonado, descubriendolo por primera vez y en solitario, maravilloso.

    Es una visita obligada en India tras el Taj Mahal y Khajuraho, este sería el tercer lugar al que hay que venir sí o sí.

    Después, hemos ido al Palacio Real de Jaipur, visita que no recomiendo en absoluto porque es más bien un gran tenderete de venta de souvenirs y otros enseres en el que lo único interesante es el contenido, que no dista mucho de otras construcciones que hemos venido visitando. Por destacar algo, tiene un patio con cuatro puertas muy ornamentadas que sí es digno de visitar pero no esperéis gran cosa.

    Ahora estamos en el aeropuerto y a punto de embarcar rumbo a Udaipur, la ciudad de los Lagos.

    DieQuito

  • Fuerte de Jhansi

    Hoy vamos de camino a Agra pero nos hemos detenido en Jhansi para ver su fuerte, que es muy interesante a nivel arquitectónico y que tiene un sinfín de laberintos en los que te puedes adentrar sin que nadie vigile tus pasos. Lo único que te echa para atrás son todos los murciélagos que pueblan los bajos techos y de los que tienes miedo solo en el caso de que se lanzasen hacia ti, algo que nunca pasa pero que nunca puedes quitarte de los pensamientos.

    Desde el fuerte puedes divisar las vistas de la ciudad de Jhansi y es una construcción enorme, con varios edificios en el interior y con un gran patio de armas. Pero sin duda, la anécdota más grande nos la dan los monos, que en este templo son verdaderamente agresivos y te persiguen, se pelean y saltan a tu alrededor, lo cual hace que se incremente tu pulso de forma descontrolada.

    Tras la visita hemos ido a la zona comercial de Jhansi en busca de algún zoco que fotografiar aunque no ha habido suerte y pronto nos hemos ido a la estación de tren para coger nuestro tren rumbo a Agra. Las vacas campan a sus anchas por las vías como podéis ver en la siguiente foto y es que India nunca deja de sorprenderte.

    Diequito