• Comilona (día 214)

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    Un compañero de oficina que también se marcha  ha organizado un vino español por todo lo alto en casa del diplomático que era su jefe directo.

    Pastel atún, tortilla de patata, salsa de mejillones en escabeche, salmorejo, ajoblanco, vino tinto de calidad, rollitos de salmón. Auténticas delicias que han hecho maravillas en el paladar de todos. Los que llevamos tiempo sin deleitarnos con la gastronomía española lo hemos apreciado más aún si cabe.

    El Embajador de España se ha acercado por allí y ha dado un breve discurso de despedida, deseando la mayor suerte del mundo a los que nos vamos de la Embajada (entre los que me incluyo) para buscarnos la vida en cualquier otro punto del globo.

    Yo he de confesar que he bebido dos copas de vino tinto y me he puesto un poco tocado. Normal, con 4 o 5 kilos de menos y después de haber hecho tanto deporte… A partir de ahora, en alguna que otra despedida que me queda, el alcohol tiene prohibida la entrada en mis entrañas. Menudo empacho de comida de todas formas. Me voy a dormir sin cenar.

    InDieQuito