Sí, leéis bien. En Nandaprayag hemos terminado hoy la etapa, lo que supone llegar a este punto con 4 días de adelanto. ¿Por qué tanta prisa? Pues porque ayer en Srinagar comenzaron a llegar unos nubarrones con malas pulgas. Hoy esos miedos, se han transformado en paranoias durante las horas en la bicicleta. El cielo se ha nublado por completo y esto amenaza por echarlo todo a perder. El problema es que en estas carreteras cuando llueve, no solo caen gotas, caen rocas como camiones.
Sobre la bici, negándome a aceptar la posibilidad de no llegar a Joshimath estando tan cerca y teniendo en cuenta que el recorrido de hoy no era muy exigente, he decidido lanzar una huida hacia adelante y tras 55 kms de carreteras de montaña, he alcanzado Nandaprayag.
Esta ciudad de sitúa a 900 metros de altitud y no había alojamiento disponible así que nos hemos trasladado a Gopeshwar, una auténtica capital en las montañas, que además está situada a unos 1300 metros de altitud.
No sabemos si hoy lloverá, de momento no lo ha hecho y esperamos que siga así. Si mañana sale un día sin lluvia pondré rumbo a Joshimath, la meta final, el objetivo de todo esto, ciudad de la que me separan 60 kms. Para ello sería necesario hacer una megaetapa de esa distancia en la que hay un puerto de segunda categoría antes de llegar a Pipalkoti y un primera categoría con final en alto a 2000 metros de altitud, en la anhelada localidad. Lo bueno de todo esto es que ya pedalearía a sabiendas de que no hay ninguna fuerza que conservar, que hay que darlo todo para cubrir la etapa y llegar al final de esta aventura.
En el peor de los casos, si lloviese mañana, haría realidad el segundo día de descanso, que por otro lado tampoco me vendría nada mal. Tengo las piernas un poco ya cargadas y además me gustaría poder disfrutar de la tranquilidad, las vistas y la paz que hay en estas latitudes. Pero como digo, si veo la posibilidad de ascender mañana, quemaré las naves para evitar disgustos a causa de la climatología, elemento que ya me hizo abandonar en Nepal el año pasado mi tentativa de ascensión al Tharpu Chuli.
Crucemos los dedos por un día sin borrasca.
Por cierto, ya que he pasado de largo Gaucher (ciudad en la que iba a dormir hoy inicialmente) os explico lo que la hace tan diferente para que no os quedéis con la duda. Se trata de una ciudad-aeropuerto con una enorme pista de aterrizaje en medio que ocupa el 80% del poblado.
InDieQuito.
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