• Puesta a punto en el glaciar del Cotopaxi (día 48)

    COTOPAXI

    SERAC

    ZORRO

    PIOLET

    ¿Puesta a punto para qué? Os preguntaréis. Desde que estoy en Ecuador mi aclimatación se ha completado metro a metro, paso a paso. Evolucionando desde picos relativamente sencillos hasta montañas con tramos más complicados. Hoy ha sido un día crucial y necesario para preparar mi ataque a la cima la semana próxima a este gran volcán de casi 6000 metros de altura, el Cotopaxi.

    Esa cumbre que veis en la imagen 4, tan cerca que parece que puedas estirar un dedo furtivo y llevarte un pedazo de merengue, está como a 7 horas de caminata por glaciar desde el refugio José Ribas. Esta cabaña es un austero «hotel» anclado a 4810 metros en el que apenas se descansa por la sensación de asfixia que invade a los andinistas cuando están a punto de coger el sueño. Para tratar de cometer pocos errores en esa ascensión nocturna era necesario coger práctica con los crampones, con el manejo del piolet y el arnés. Venir hasta el Cotopaxi por segunda vez pero equipados en esta ocasión con todo el completo de alta montaña era imprescindible para subir con un mínimo de seguridad.

    Hasta 5000 metros hemos llegado (imagen 1) y la falta de oxígeno sigue sin darme sustos. Todos los compañeros de Nuevos Horizontes me dicen que esté tranquilo porque con 5 ascensiones por encima de 4500 metros en las últimas 4 semanas estoy ya a tope de glóbulos rojos. Ya os lo contaré dentro de 7 días si es que la climatología está de nuestro lado.

    En la bajada, un poco más abajo del refugio, divisamos a tres zorros que se acercaban hacía nuestra posición en busca de algo de comida (imagen 3). Es lógico que anden desesperados porque a la altura en la que se encontraban no había ni hierbajos.

    Y me despido hablando sobre esas formaciones de hielo que podéis observar en la imagen 2. Queríamos alcanzarlas pero se nos estaba haciendo muy tarde y la nieve estaba volviéndose una sopa sin sustancia que iba a convertir el regreso en un suplicio. Parecían estar ahí al lado, a unos 200 metros, pero nos hubiera llevado como una media hora llegar hasta su posición. Espero no solo alcanzarlas sino sobrepasarlas en una semana.

    DieQuito