Lo que veis en la imagen es la entrada interior de nuestra embajada, esa que nos protegerá allá donde estemos cuando tengamos problemas en el extranjero. Digo puerta interior porque previamente tienes que pasar un control policial con dos puertas. Alrededor de la embajada se levanta una muralla que delimita todo el recinto.
El edificio es una antigua hacienda que en otras épocas debió de pertenecer a alguna poderosa familia quiteña. Tiene incontables dependencias, una capilla, un gran jardín interior y largos pasillos que ahora están decorados con arte moderno.
Los cristales están tintados para que no se pueda ver lo que sucede puertas adentro, esto nos permite ver reflejada en la foto la bandera de nuestra nación, que ondea al lado de una bandera de la Unión Europea.
Una vez descrito el caserón conviene hablar de sus empleados. Gente de todas las edades y muy variopinta que comprende a guardias de Ecuador, un general de la policía nacional, guardias civiles, un capitán de la benemérita, becarios de la sección de cultura, jardineros, secretarias, personal de limpieza, los chóferes, una recepcionista, la canciller, el primer secretario, el ministro consejero y el Embajador. Algunos son ecuatorianos, otros españoles destinados durante un período de tiempo. Personas muy amables que me han recibido con los brazos abiertos.
Mañana a las 13:00 hay convocada una manifestación en la puerta de la Embajada de España en el Ecuador. El motivo no es otro que concentrar a los jóvenes españoles descontentos que, al estar viviendo en Quito, no pueden manifestarse en la Puerta del Sol o la Plaza del Pilar. La Spanish revolution se extiende.
DieQuito
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