Muchos días a media mañana nos acercamos al Ocho y medio, a unos 5 minutos de la Embajada, para desayunar huevos revueltos, un jugo tropical recién exprimido y una taza de té.
Es una cafetería-bar con terraza siempre soleada, buen café según los entendidos y esmerados bocadillos. Sin embargo, lo que más destaca de este establecimiento es que a la vez son unas salas de cine que proyectan cada tarde cine independiente, europeo y de autor, al estilo de los cines Renoir en España. Uno de sus valores diferenciales es que allí puedes ver películas con tu bebida favorita y no solo limitarte a pedir refresco de cola aguado y palomitas como en el resto de multicines.
También es un centro de información sobre exposiciones, conciertos y otras actividades que se desarrollan en toda la capital de Ecuador. Una especie de meca de lo alternativo aquí en Quito.
Fijaos en lo original que es la construcción de la entrada del local. Simula ser un carrete de celuloide y habitualmente está cubierto por carteles sobre eventos y festivales.
DieQuito
Imagen: nosotrasquetodavia
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