• Bofetada india (día 173)

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    Jorge se sorprendió y sonrió al verme en el aeropuerto, su primera frase fue muy elocuente: “pues esto está bien, me esperaba salir y ver el infierno”. Todavía engañados por la opulencia y la pulcritud de la zona del aeropuerto internacional: Jorge, Hugo y José se montaron en el taxi creyendo que India no era tan dura como se la habían vendido.

    Al cabo de un par de kilómetros comenzaron a observar chabolas a los lados de la carretera, toneladas de basura y mendigos en cada semáforo: la bofetada de la India había comenzado.

    Nada más instalarse en su hotel me los llevé a la zona dura de la ciudad, a la Old Delhi, para que conozcan este país en sus versiones menos turísticas, para que sientan el caos, la miseria y la superpoblación. No quedaron indiferentes y durante el par de horas que caminamos por las estrechas callejas pobladas de rickshaws anduvieron en estado de shock, con los ojos abiertos de par en par como hacen los bebés, como visitando “un nuevo universo”.

    Llegado un momento, muy metidos en el laberinto, Jorge me preguntó si sabía dónde estaba… Sin embargo yo no tenía ni idea. Él dijo «qué huevos tienes». Huevos no… vivo aquí y sé que Delhi es tremendamente segura, incluso en las calles más estrechas y oscuras de Old Delhi.

    Cuando ya se acercaba la hora de cenar los llevé a Hauz Khas Village para relajar tensiones y que se tranquilizasen viendo la cara  bonita de la capital de la India. La terraza del OTB con música techno y repleta de mujeres con clase fue un buen calmante después de la tormenta.

    Regresando a casa volvieron las risas nerviosas porque nuestro conductor del tuc tuc entraba a las rotondas sin pedir permiso. Yo ya estoy acostumbrando a este tipo de conducción pero los primeros días me pasaba igual que a ellos. Welcome to India!!

    InDieQuito

    Imagen: fabianfoo