• La casa de Bernarda Alba (día 18)

     TEATRO

    BERNARDA ALBA

    ESCENARIO

    El imponente teatro Nacional Sucre, ubicado en el centro histórico de Quito, estaba a rebosar ayer para el último pase de La Casa de Bernarda Alba, obra de Federico García Lorca dirigida por Jesús Cracio y con la sintética escenografía de Ana Garay. El edificio neoclásico, sobrio y bien iluminado, contrastaba con las oscuras calles de alrededor que, según comentan, son peligrosas después del crepúsculo. En su interior, se guarecía una gran sala de tres pisos y una amplia platea en la que disfrutar del teatro por un módico precio que iba desde los 5$ hasta los 15$. En España pagas un precio similar a la entrada más cara por ir al cine a ver un filme en 3D. La obra duraba unos 75 minutos y destacaba por su ritmo, austeridad en los decorados y la magnífica utilización de la luz. Cuando se bajó el telón, las actrices se llevaron un sonoro aplauso por su excelente interpretación. Después dimos una vuelta por las calles, cargadas de esencia colonial, y vi por fin la Catedral y la Basílica. Soy de los que piensa que de noche, y con iluminación artificial, estos edificios se envuelven con un halo mágico que pierden con la llegada del alba. Por otro lado, la primera ascensión: el Volcán Pichincha, se ha pospuesto para la semana que viene debido al mal tiempo. Desde Quito se ve como una niebla, más espesa que una sopa, rodea toda la montaña. A veces, hay que saber renunciar. DieQuito