• Martes de fútbol (día 37)

    CANCHA FUTBOL

    GOL

    HIGUAIN

    PARTIDO FUTBOL

    Leo, mi vecino, me ofreció anoche la opción de subir al centro de Quito a jugar un partidillo de fútbol-7 con sus amigos. La tentación sobrepasó mi necesidad de reposo para el pie renqueante y me apunté casi sin dudarlo.

    La primera buena noticia fue que el pie no me dolió, mi fascitis plantar es historia. La segunda fue volver a marcar goles (4) y, la tercera, comprobar que la altura ya no me afecta a la hora de hacer ejercicio físico. La aclimatación para el Frontier5000 está dando sus frutos.

    Por lo visto, juegan cada martes en estas canchas de hierba artificial que ayer me laceraron las piernas; los que jugamos a fútbol 7 sabemos que resbalar en una de estas superficies se traduce en quemaduras que escuecen durante varios días.

    Y anoche me confesaron una nueva extravagancia sobre Quito. Pasada la medianoche, volvíamos en coche hacia Cumbayá y Leo se saltaba ante mi perplejidad todos los semáforos en rojo, con precaución por supuesto, pitando y aminorando la marcha al llegar a la intersección. Pero hasta hoy nunca se me había ocurrido asociar semejante temeridad a la palabra precaución.
    La ley de Quito permite que entre las 00:00 y las 5:00 los conductores conviertan semáforos cerrados en cedas el paso para evitar de esta manera los robos. La delincuencia tiene en el punto de mira los coches que están parados en la calzada debido al factor sorpresa. Los políticos hallaron pues una buena solución con esta norma formal que regula las noches quiteñas.

    DieQuito